Cuestiones de n煤meros, de fechas: el martes se cumplieron 49 a帽os del mediod铆a en que un tal Brian Epstein baj贸 a ese 鈥渟贸tano lleno de ruido鈥 y se encontr贸 con la banda a la que ayudar铆a a convertirse en leyenda. Este a帽o se cumplieron 40 a帽os de la separaci贸n de aquella leyenda, cuyas canciones conservan una vitalidad asombrosa. Ayer se cumplieron 16 a帽os y once meses de la primera visita de un Beatle a la Argentina, aquel New World Tour que conmovi贸 al estadio de River. Y anoche, tambi茅n, toda cifra y toda fecha qued贸 reducida a nada cuando Paul McCartney, Paul 鈥榃ix鈥 Wickens, Brian Ray, Rusty Anderson y Abe Laboriel Jr. pisaron el escenario del Monumental de N煤帽ez ba帽ados por la estremecedora ovaci贸n de una cancha agotada desde el mismo d铆a en que se pusieron en venta las entradas. El contexto lleva a esta clase de alegor铆as: puede decirse que el Beatle ten铆a ganado el partido desde el vestuario. Pero la conmoci贸n de comprobarlo tuvo, aun as铆, proporciones 茅picas.
Macca, viejo zorro de este asunto, sabe qu茅 es lo que quiere su gente. Por eso se dio el gusto de abrir la fiesta honrando a Wings con el medley de 鈥淰enus and Mars/Rock show/Jet鈥, canciones que a pesar de sus valores fueron el aperitivo, el trago inicial antes del primero de los muchos temblores colectivos que anoche recorrieron N煤帽ez: bast贸 que Paul se acercara al micro y largara 鈥淐lose your eyes and I鈥檒l kiss you/ tomorrow I鈥檒l miss you...鈥 para que todas las piezas encajaran en su lugar, para que la multitud se dejara ganar por el inenarrable placer de tener enfrente a un Beatle cantando a The Beatles. 鈥淎ll my Loving鈥 fue como el verdadero puntapi茅 inicial de una velada que quedar谩 clavada en la memoria por siempre, y no solo por las dudas que abre la posibilidad de alguna visita futura de Macca, no solo por una lista en la que 22 de las 32 canciones pertenecen al universo Beatle. Para quien vio el show de 1993 y el de anoche, hubo tambi茅n una diferencia sustancial: este quinteto tiene en sus espaldas m谩s de 200 conciertos, algo que se traduce en un labor s贸lida como una roca, una cohesi贸n que es el perfecto veh铆culo para esas canciones inoxidables. Y que tiene, sin dudas, un esp铆ritu m谩s rockero, m谩s visceral que aqu茅lla.
Y el zurdo lo sabe. Apoyado en ese impecable sost茅n instrumental y con una puesta en la que las im谩genes sirven como pinceladas emocionales 鈥搒ean de los a帽os dorados de Liverpool o de Wings鈥, el m煤sico de 68 a帽os transita el escenario con la sapiencia de los a帽os. Dedica una parte de la lista a Band on the Run, el disco que est谩 reeditando en estos d铆as en lujosa versi贸n remasterizada, y que sirve tanto para rescatar canciones como 鈥淣ineteen Hundred and Eighty-Five鈥 y 鈥淟et 鈥楨m In鈥 (donde, l贸gicamente, el p煤blico se tom贸 un respiro) como para arrancar con 鈥淟et Me Roll It鈥 y cerrarlo con una rendici贸n al 鈥淔oxy Lady鈥 de Jimi Hendrix. Se permite incluir un par de canciones de Electric Arguments, de su side project The Fireman (como la fogosa 鈥淗ighway鈥), dedicando esa primera parte del show a saldar cuentas con el material si se quiere menos 鈥渆sperado鈥 antes de ir al hueso de su carrera.
鈥淗ola Buenos Aires, hola porte帽os鈥, hab铆a saludado antes del primer cl谩sico, coloreado por im谩genes de A Hard Days鈥 Night. Apelando a un ayudamemoria en el piso, despu茅s se帽alar铆a que 鈥渆stamos muy contentos de estar aqu铆 de nuevo鈥, y elevar铆a un poco la temperatura de ese segmento no鈥揃eatle informando, antes de 鈥淢y Love鈥: 鈥淓scrib铆 esta canci贸n para Linda, pero esta noche es para todos los enamorados鈥. En el medio, el pase al piano para 鈥淭he Long and Winding Road鈥, dej贸 a alg煤n veterano lagrimeando.
Pero 茅se fue s贸lo el arranque de un paquete de emociones fuertes, la seguidilla de 鈥淚鈥檓 Looking Through You鈥, 鈥淭wo of Us鈥 y una versi贸n de 鈥淏lackbird鈥 con Paul solo y su guitarra, en la que el paso del tiempo agrega algo de dramatismo a su voz, galvanizando la noche. Mientras otro veterano mira el reloj, se percata que apenas se acaba de arribar a la primera hora de concierto y no puede dejar de preguntarse c贸mo har谩 para resistir lo que vendr谩, el protagonista est谩 presentando 鈥淗ere Today鈥, la canci贸n que imagin贸 como 鈥渦n di谩logo que nunca tuve con mi amigo John鈥. Por eso, seguramente, la banda vuelve para 鈥淒ance Tonight鈥, de ayer nom谩s, del Memory Almost Full de 2007. Y de all铆 nuevamente a Band on the Run con 鈥淢rs. Vanderbilt鈥... solo como preparaci贸n del terreno para el primer momento en el que, de verdad, la cosa se pone espesa.
驴Habr谩 alg煤n tipo de explicaci贸n posible para las miles y miles de pieles erizadas porque explotan esos violines y esas voces, cuando 鈥淓leanor Rigby鈥 convierte a River en un caldero de emociones, tal que la gente ni se acuerda de levantar sus pantallitas de celular? Once a Beatle, always a Beatle: toda frontera temporal desaparece y todos vuelven a ser j贸venes, y los que son j贸venes hoy se encuentran m谩gicamente transportados al primer momento en que escucharon una de las m谩s soberbias canciones de la banda que lo cambi贸 todo. Y para coronarlo, Macca toma el ukelele y la pantalla que sirve de tel贸n de fondo es un enorme George Harrison, y 鈥淪omething鈥, la canci贸n que alguna vez Frank Sinatra present贸 como 鈥渓a m谩s hermosa de Lennon y McCartney鈥, viene a recordar el rol nada menor de 鈥淕eorgie鈥 en el cuarteto.
El cl谩sico de Abbey Road es, podr铆a decirse, la puerta de entrada a la segunda mitad del show, la hora y media final. Y esa 煤ltima hora y media del Up and Coming Tour es, sin vueltas, un desaf铆o al coraz贸n. Otra en茅rgica canci贸n de Fireman (鈥淪ing the Changes鈥) y el mejor caballito de batalla de Wings, 鈥淏and on the Run鈥, dejan todo material 鈥渆xtra鈥 detr谩s, y el estadio se prende fuego. Ese fuego ser谩 literal con el infierno desatado de 鈥淟ive and Let Die鈥 (qu茅 vivos estuvieron los Guns N鈥 Roses...), pero lo dem谩s ser谩 a todo Fab Four. La cabalgata Beatle que todos vinieron a buscar, que s贸lo se detiene para las pausas salvo entre las dos series de bises. El momento en que McCartney adopta un gigantismo que nada tiene que ver con las pantallas: es su estatura musical presentada de la manera m谩s contundente posible. Con las ganas intactas a pesar de tantos a帽os y tanta carretera, Macca encara el homenaje a John Lennon encerrado en el combo 鈥淎 Day in the Life / Give Peace a Chance鈥, y ya no parece dispuesto a dar respiro. La banda se desboca en la festiva 鈥淧aperback Writer鈥, en 鈥淏ack in the USSR鈥 y una rocker铆sima versi贸n de 鈥淚鈥檝e Got a Feeling鈥.
Y la p贸lvora de los fuegos de artificio de aquella banda de sonido de James Bond todav铆a flota en el aire cuando 鈥淗ey Jude鈥 convoca a ese momento 茅pico por excelencia, mil veces escuchado y sin embargo incapaz de hartar: basta hacer un lento paneo, ver ese mar de gente de pie, elevando los brazos para un coro inmortal. No puede ser otra cosa que el primer final. Hay m谩s. Todav铆a hay m谩s.
Y as铆, N煤帽ez estalla una y otra vez con mas leyendas musicales, con la potencia pop de 鈥淒ay Tripper鈥 y la furia de 鈥淗elter Skelter鈥, con el galope de 鈥淕et Back鈥 y ese final apote贸sico de 鈥淪gt. Pepper鈥檚 Lonely Hearts Club Band Reprise鈥 y el adecuado final de 鈥淭he End鈥, en el que ya no importa si Paul a veces se pasa de 鈥渃omprador鈥. A esa altura, en rigor, ya no importa nada. Ni el pasado ni el futuro: todo es puro presente. McCartney conquist贸 Buenos Aires, otra vez. Una noche en la vida.
10-UP AND COMING TOUR
M煤sicos: Paul McCartney (bajo, guitarra, teclados, voz), Paul 鈥榃ix鈥 Wickens (teclados), Brian Ray (guitarra, bajo), Rusty Anderson (guitarra) y Abe Laboriel Jr. (bater铆a).
P煤blico: 60 mil personas.
Duraci贸n: 180 minutos.
Lugar: Estadio de River Plate, mi茅rcoles 10 (repite esta noche).
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