Luna Park semi lleno. Generaci贸n de 40 para arriba. Van treinta minutos de la hora anunciada y la banda no sale. Algo de calor, algo de color, algo de humedad y aplausos tibios. Cierta ansiedad y una sensaci贸n ambiental: la formaci贸n de Yes que visita esta vez la Argentina no es, a priori, la que todos quisieran. S铆, est谩 Mr. Chris Squire, el bajista gigant贸n que la fund贸 cuando trab贸 relaci贸n con Jon Anderson, hace 43 a帽os, en un extinto pub de Londres, y que nunca la dej贸. Tambi茅n Steve Howe, ese guitarrista genial que supli贸 a Peter Banks cuando todo era casi nada 鈥揟ime and a Word, 1970鈥 y empez贸 a mostrar la hilacha al mes, con dos gemitas de inspiraci贸n propia que ser铆an esenciales al The Yes Album: 鈥淭he Clap鈥 y la tercera parte de 鈥淪tarship Trooper鈥, que se grabar铆a en el imaginario de los primeros seguidores bajo el nombre de 鈥淲urm鈥. Y est谩 Alan White, hombre de Pelton (Durham) que ya le hab铆a dado una oportunidad a la paz junto a Lennon y Yoko en la Plastic Ono Band cuando le toc贸 ocupar el pedestal que hab铆a ganado la bestia de Bill Bruford durante el per铆odo dorado (Fragile-Close to the Edge). Pero no est谩 Anderson. Tampoco Rick Wakeman. Uno, enfermo de asma; el otro 隆conduciendo programas de televisi贸n! Los huecos, en la previa, son un enigma. No tanto por el tecladista rubio de la capa a lentejuelas, porque al cabo es su hijo Oliver el que lo disimula, y muy bien, pero s铆 por el otro: un ignoto cantante de una banda de covers canadiense (Close To The Edge) al que Squire tuvo que recurrir para no cancelar la gira: Benoit David.
鈥溌ero este tipo est谩 clonado!鈥, grita alguien en la platea y el veredicto, visceral, contagia al resto. De arranque, 鈥淔irebird Suite鈥, la pieza cl谩sica de Igor Stravinsky que la banda reprodujo en el m铆tico Yessongs (1973), esfuma de cuajo el prurito colectivo. David, adem谩s de llegar a todos los altos de Anderson con su refinada voz contra tenor, tiene personalidad y carisma. Mucha, y de ambas. Es seguro y no le pesa 鈥揳l menos es lo que trasmite鈥 ocupar el lugar del hombre que le imprimi贸 el sello vocal a Yes. La llegada a un p煤blico para nada complaciente es directa y no admite discrepancias. Squire hab铆a dado en el punto vital, en el lado n铆tido del alma de Yes. David aguanta sin esfuerzo y con el cuerpo levemente danzante todos los temas que hab铆a inmortalizado Anderson, e incluso le sobra resto para adaptarse al capricho de Howe y Squire de reflotar temas de Drama, 煤nico disco sin el cantante 鈥搇o sustituy贸 Trevor Horn鈥, que la banda no tocaba desde 1980. El intenso, desarrollado y descomunal 鈥淢achine Messiah鈥, por caso, es de los picos m谩s altos 鈥搚 largos鈥 en esta noche del Luna, en la que las aplausos tibios y timoratos del principio hab铆an devenido en una aceptaci贸n sin contemplaciones. La sombra de Jon, para Benoit, tiene el peso de eso mismo: una sombra.
Atravesada la prueba central, entonces, el resto fue relajarse, gozar y constatar que ciertas veces pueden pasar los a帽os, pero el talento jam谩s. White, siempre exacto, hace el solo de 鈥淎stral Traveller鈥 (Yes, 1969) y tal vez no llegue, por duraci贸n y austeridad, a las alturas del que Neil Peart, de Rush, hizo hace poco en GEBA, pero no sobra. Howe refrenda su maestra versatilidad tocando todo lo que le den y tenga cuerdas: la ac煤stica a los fines de recrear ese diamante de los cielos llamado 鈥淢ood for a Day鈥 (Fragile, 1972); la mandolina cuando llega el turno de 鈥淚鈥檝e Seen All Good People鈥 (The Yes Album, 1971); la el茅ctrica y lacerante para que nadie recuerde al Trevor Rabin de 鈥淥wner of a Lonely Heart鈥 (90125, 1983); o la diminuta para introducir la pieza tal vez m谩s bella, emocional y acabada que haya construido el grupo en su historia, 鈥淎nd You and I鈥 (Close to the Edge, 1972). Y Squire mantiene inc贸lume su ser en s铆. El bajista le puede tanto a la fulminante y cadenciosa versi贸n de 鈥淗eart of the Sunrise鈥 (Fragile) como al bis final que cerr贸 perfectos todos los frentes abiertos durante 120 minutos, 鈥淪tarship Trooper鈥 y sus tres partes: 鈥淟ife Seeker鈥, 鈥淒isillusion鈥 y 鈥淲urm鈥, como si el tiempo se hubiese congelado en Autumn, alg煤n d铆a del 鈥72. El 3 de diciembre, cuando este Yes d茅 su segundo concierto en Buenos Aires (en el Gran Rex), nadie osar谩 dudar de las dudas... David despej贸 el camino.
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