Imprimir|Regresar a la nota
Jueves, 7 de febrero de 2013
logo espectaculos
Alma de diamante, un homenaje a Luis Alberto Spinetta en Villa Gesell

Corazones que recirculan

Con la producción de Lito Vitale y una banda estable más cantantes como David Lebon, Juanse, Gustavo Santaolalla, Pedro Aznar, Juan Carlos Baglietto y Fernando Ruiz Díaz, se recordará al Flaco en el Autocine de la ciudad balnearia.

Por Juan Ignacio Provéndola
/fotos/espectaculos/20130207/notas_e/na31fo01.jpg
Juanse y David Lebon durante los ensayos en el estudio de Lito Vitale.

Lito Vitale tiene un talento que lo distingue de otros músicos de su estirpe. Se trata de su asombrosa capacidad para conducir creatividades y armonizar egos en proyectos colectivos y ocasionales. Desde el ciclo Ese amigo del alma, el pianista quedó asociado a ese rol de anfitrión erudito que predisponía climas y propiciaba el lucimiento del convidado. Una imagen que, además, sostuvo con otros proyectos, como Escúchame entre el ruido, un disco doble en conmemoración a los 40 años del rock argentino que guarda como mérito histórico la participación del Indio Solari haciendo una versión de “El salmón”, de Andrés Calamaro. “A mí me encanta combinar la tarea de artista con la de productor. Algunos artistas tal vez sean más complicados que otros o pidan cosas exageradas que dejan algunas anécdotas para la risa. Un personaje que llega tarde a sus compromisos, te clava en un ensayo, no estudia, ignora a sus pares o piensa que porque es popular necesita avión privado o un menú especial, no es un artista, sino un inseguro o un inadaptado. Por suerte, los músicos con los que me relaciono no tienen ese perfil”, explica Vitale.

Su nueva misión, otra vez, suena ambiciosa: coordinar un homenaje a Luis Alberto Spinetta con músicos de primera línea que tocaron con él, fueron amigos o guardan una genuina admiración, aunque esto último valga para todos los casos. Y en el Autocine de Villa Gesell (Camino de Acceso y Circunvalación, hoy a las 22), a 400 kilómetros de Buenos Aires. “Presenté un proyecto a Igualdad Cultural (un programa dentro de la Secretaría de Cultura de la Nación) para armar homenajes a compositores emblemáticos de diversos géneros con la participación de artistas conectados a su historia. Se habló, por ejemplo, de uno a Litto Nebbia en Rosario, otro a Mariano Mores en San Telmo, también uno a los Carabajal en Santiago”, cuenta. “En un momento, charlando de otros temas, pregunté si pensaban hacer algo para el primer año sin Luis y nos pareció una buena idea llevarlo adelante.”

La relación entre Vitale y Spinetta se remonta a 1978, cuando el Flaco aceptó cantar como invitado en M.I.A., el grupo-cooperativa integrado por Lito, su hermana Liliana y su pareja Verónica Condomí, entre otros. A consecuencia de eso, se hicieron costumbre las trasnoches de conversaciones y debate en la casa de la familia Vitale de Villa Adelina, donde Luis le propuso a Lito ser parte de un nuevo grupo. Se trataba de Spinetta Jade, el último proyecto colectivo que el Flaco capitaneó antes de convertirse durante muchos años en solist, y del que Vitale fue parte sólo durante unos meses.

El tributo, entonces, recobra valor simbólico y afectivo. El formato final fue el producto de escrituras y reescrituras de borrador, ideas que fueron y vinieron hasta que algunas, las definitivas, redondearon la propuesta. “Cuando uno arma una producción de este tipo tiene que saber que la lista se va modificando hasta último momento. Así son las reglas del juego, pero la adrenalina y la gimnasia que te da armar y rearmar la cosa está buenísima”, asegura Vitale. “La idea original era hacerlo el 8 de febrero, que es cuando se cumple el aniversario, pero la adelantamos al 7 para no estar pegados con el Cosquín Rock. Por ese motivo fue que algunos artistas no pueden estar, se les superponen los compromisos.”

Habrá una banda estable con músicos que alguna vez tocaron con Spinetta, como Marcelo Torres (bajista de Los Socios del Desierto), Guillermo Arrom (guitarrista del disco Téster de violencia) y Marcelo Novati (último baterista), además de Vitale en teclados y su hijo Lulo en guitarra acústica. A ellos se les acoplarán en el rol de cantantes, de manera sucesiva, Celeste Carballo, Juan Carlos Baglietto, Miguel Cantilo, Machi Rufino (en compañía del bandoneonista Rodolfo Mederos), Hilda Lizarazu, Los Tipitos, Emme, Fernando Ruiz Díaz, el propio Marcelo Torres, Liliana Vitale, Gabo Ferro, Claudia Puyó (junto al guitarrista Héctor Starc), Gustavo Santaolalla, David Lebon, Juanse y Pedro Aznar. Cada uno de ellos compondrá un trazo de un repertorio armado con Almendra, Pescado Rabioso, Invisible, su etapa solista y Los Socios del Desierto. De Spinetta Jade, en cambio, tomaron de su disco debut el nombre del evento: Alma de diamante.

El lugar también fue motivo de debate. Aunque Belgrano es el barrio spinettiano por antonomasia, el sentido común señaló a Villa Gesell como oferta de temporada alta para los veraneantes que llegarán a la ciudad anticipando el fin de semana largo. También servirá como excusa para volver a poner en funciones al Autocine, legendario predio del acceso de la ciudad que supo albergar varios de los memorables shows que le dieron a la ciudad su catadura de meca veraniega del rock en Argentina. La Villa fue una referencia obligatoria para cualquier músico de la generación de Spinetta. En 1969, cuando Almendra sacó su primer disco, la ciudad era el destino de jóvenes bohemios o, al menos, con aspiraciones de tales. Pero el Flaco siguió conectándose con Gesell más allá de los designios setentistas. A mediados de los ’80 (ya decidido en su carrera solista), se fue durante un mes de otoño a ponerse a las órdenes Fernando Spiner, director de cine (también geselino) que lo había convencido de protagonizar un corto en la ciudad. Balada para un Kaiser Carabela (que fue rodado en su mayoría sobre la Avenida 3 y se puede encontrar en YouTube) exhibe un pueblo fantasma, habitado por un tipo que solo se dedica a beber mientras intenta, sin éxito, hacer arrancar un auto. Una mujer llega con la ansiedad de irse y unas máquinas de videojuegos componen un audio espeso que se convierte en el ruido blanco de esa trama de silencios. Los personajes prescinden de las palabras y dialogan a través de gestos vacíos. Un clima muy Spinetta, como el que pretenderá acalorarse en la noche de esta noche. Que, además, será registrada para un DVD cuyas ganancias irán para el Hospital Garrahan.

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.