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En enero del año pasado, Mauricio Macri vetó la Ley de Régimen de Reconocimiento a la Actividad Musical, luego de que fuera aprobada de forma unánime por los legisladores de la ciudad. Pero la música da revancha: el próximo lunes, a las 18, en el salón Juan Domingo Perón de la Legislatura porteña (Perú 160), se realizará una presentación pública del mismo proyecto, ahora amparado por 32 autores de diversos palos políticos. “En un hecho inédito, todos los bloques, excepto el del PRO, se pusieron de acuerdo y coincidieron en que es una norma necesaria para la vida cultural de la ciudad de Buenos Aires”, explica Diego Boris, referente de la Federación Argentina de Músicos Independientes (FAMI). Con entrada libre, al acto asistirán reconocidos músicos como Leopoldo Federico, Susana Rinaldi, Teresa Parodi, Horacio Fontova, Víctor Heredia, el Mono (Kapanga), Cristian Aldana y Nico Favio.
La ley 4021, sancionada por la Legislatura en noviembre de 2011, otorgaba un subsidio mensual y vitalicio a trabajadores de las melodías mayores de 65 años con más de veinte de trayectoria. “Es un reconocimiento para músicos sin ingresos, músicos que los tengan inferiores a cuatro mil pesos y músicos menores de 65 con problemas de salud que les impiden ejercer su trabajo –puntualiza Boris–. No es una jubilación, pero hasta tanto se apruebe la ‘parte dos’ de la Ley Nacional de la Música, cuya ‘parte uno’, de fomento a la actividad, fue sancionada el año pasado (N. de la R.: se refiere a la de la creación del Instituto Nacional de la Música), sirve como paliativo de la situación angustiante de muchos músicos mayores que no tienen ningún tipo de contención en cuanto a beneficios sociales. Hay una ley similar para escritores de la Ciudad, el Régimen de Reconocimiento a la Actividad Literaria; los músicos también la necesitamos.”
A través del decreto 727 publicado en el Boletín Oficial, el gobierno porteño sostenía que ese reconocimiento “implicaría comprometer a futuras administraciones, afectando sus ejercicios presupuestarios, motivo por el cual se estima inconveniente conceder el mismo”. Sin embargo, la norma especificaba que el monto de ejecución acumulado no podría afectar más del 0,0147 por ciento del presupuesto total de la Ciudad y que no se podrían incorporar más de 20 beneficiarios anuales, evaluados por un comité designado por el Ejecutivo. El subsidio estimado para cada beneficiario era en ese momento de 3200 pesos. Y el porcentaje presupuestario “había sido establecido por el entonces presidente de la Comisión de Presupuesto, Alvaro González, del PRO”, señala Boris, que añade otra particularidad de la norma en desmedro de la justificación oficial del veto: “No podía haber más de 50 beneficiarios simultáneos. Recién cuando fallecía uno, podía ingresar otro”.
La FAMI es una de las organizaciones del conjunto que realiza la convocatoria a la presentación del lunes. Pero el proyecto es, así como la mencionada norma nacional, una construcción colectiva: también estarán la Unión de Músicos Independientes (UMI), la Asociación de Músicos en Sintonía Fina, Músicos Organizados, el Sindicato Argentino de Músicos (Sadem), la Asociación Argentina de Intérpretes (AADI), la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (Sadaic) y miembros de agrupaciones provinciales de todo el país, en su mayoría participantes de manifestaciones, recitales y reuniones con las autoridades que se han realizado al respecto, pre y pos veto. El proyecto tiene autoría de legisladores de los bloques Frente Popular para la Victoria, Buenos Aires para Todos, Proyecto Sur, Nuevo Encuentro, Frente Progresista y Popular, Unión Federal, Coalición Cívica, ARI, Sindical Peronista y Unión Cívica Radical. Sus avances en la Legislatura podrán seguirse en www.noalvetomusical.com.ar.
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