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Lunes, 28 de octubre de 2013
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A los 71 a帽os, muri贸 el cantante y compositor Lou Reed

Adi贸s al poeta rockero del lado salvaje

Primero al frente de The Velvet Underground y luego como solista, el neoyorquino le aport贸 una mirada urbana y filosa al rock, en la que entraban las drogas duras, el sadomasoquismo y la ambig眉edad sexual, y cruzaba los acordes b谩sicos con la vanguardia musical.

Por Roque Casciero
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鈥溌garremos Crimen y castigo y convirt谩moslo en una canci贸n de rock and roll!鈥, se plante贸 Lou Reed.

Ten铆a p茅simo car谩cter, era manipulador y lo odiaban casi todos lo que hab铆an trabajado con 茅l, con Andy Warhol a la cabeza. Sin embargo, ninguno de ellos pod铆a dejar de reconocer la dimensi贸n extraordinaria de su obra, su cualidad 煤nica para lograr que la poes铆a, el rock y la vanguardia musical salieran juntos a dar un paseo por el lado salvaje de Nueva York, del mundo, de la vida. Lou Reed, que falleci贸 ayer a los 71 a帽os por causas todav铆a no determinadas 鈥-hab铆a sido sometido a un trasplante de h铆gado en mayo pasado鈥 fue eso y mucho m谩s, en cinco d茅cadas de carrera que transformaron no s贸lo al rock sino a la cultura occidental toda. Sin Velvet Underground, la banda que lider贸 a fines de los 鈥60, no podr铆a siquiera imaginarse al glam, al punk ni al rock alternativo. As铆 de monumental fue la influencia de Reed, poeta del rock y rockero po茅tico. Y as铆 lo reconocieron siempre David Bowie, Kraftwerk, Luca Prodan, los Strokes, los Ramones, U2, Iggy Pop, Patti Smith, Duran Duran, Television, R.E.M., Sonic Youth, Pixies y Morrissey, entre much铆simos otros colegas.

As铆 de enorme, tambi茅n, es el agujero que deja su fallecimiento en los corazones de miles de seguidores en todo el mundo: la relaci贸n con la obra de Reed casi nunca pod铆a ser casual, m谩s all谩 de que haya tenido algunas canciones que sonaron en las radios. Con 茅l hab铆a que ir a lo profundo, dejar que sus palabras lacerantes volvieran a cortar esa llaga mal cicatrizada, hacer propios dolores ajenos como forma de aprendizaje, sufrir y gozar los latigazos, asomarse (desde lejos, en lo posible) a los abismos del suicidio y la adicci贸n, sentir el desgarro de que te arranquen a un hijo de las manos, percibir la espada de Damocles del c谩ncer sobre tu cabeza, enamorarse de la persona m谩s equivocada posible, te帽ir de nostalgia un d铆a perfecto, tener sexo en los lugares m谩s cochambrosos, dejar correr la adrenalina del que va a pegar drogas a los barrios bajos, meterse en las org铆as m谩s zarpadas... Reed lograba eso con sus canciones. Y no precisaba mirar desde un p煤lpito ni pretender identificaciones vacuas: era un tipo culto que escrib铆a desde las tripas, como pocos lo han hecho en la historia del rock.

Antes de formatear buena parte de la m煤sica contempor谩nea con el primer 谩lbum de The Velvet Underground, Lou Reed ya hab铆a pagado derecho de piso en el mundo de las letras y en el de las melod铆as. Nacido en Brooklyn el 2 de marzo de 1942, Lewis Allan

Reed se cri贸 en el seno de una t铆pica familia jud铆a de clase media y aprendi贸 a tocar la guitarra por el inter茅s que le despertaban las canciones que escuchaba por la radio. Como al personaje de su canci贸n 鈥淩ock鈥檔鈥檙oll鈥, lo que se colaba por el 茅ter le salv贸 la vida. Y despu茅s, cuando se fue a estudiar literatura a la Universidad de Syracuse 鈥揹onde tuvo como mentor al poeta Delmore Schwartz鈥, primero se propuso ser escritor, pero enseguida descubri贸 que pod铆a hacer que las canciones dijeran algo m谩s que 鈥渘ena, 驴quieres bailar?鈥. 鈥淧ens茅 que todos los compositores s贸lo escrib铆an sobre una peque帽铆sima parte de la experiencia humana鈥, cont贸 Reed. 鈥淐onsiderando que un disco pod铆a ser como una novela, pod铆as escribir sobre otras cosas. Era tan obvio que me maravillaba que no estuviera haci茅ndolo todo el mundo. 隆Agarremos Crimen y castigo y convirt谩moslo en una canci贸n de rock and roll!鈥

Mientras, debi贸 soportar que sus padres lo sometieran a tratamientos de electroshock para 鈥渃urarle鈥 su bisexualidad y, de paso, esas ideas locas de dedicarse a vivir con una guitarra el茅ctrica colgando encima de su campera de cuero negra. Cuando sali贸 del hospital, cont贸 m谩s tarde, se hab铆a 鈥渃onvertido en un vegetal鈥. 鈥淣o pod茅s leer un libro porque lleg谩s a la p谩gina 17 y ten茅s que ir de vuelta a la 1. O dej谩s el libro durante una hora y cuando quer茅s seguir donde hab铆as terminado, no pod茅s porque no te acord谩s de lo que le铆ste. Ten茅s que empezar todo de nuevo. Si dabas una vuelta a la manzana, te olvidabas de d贸nde estabas.鈥 M谩s tarde, Reed volc贸 en la canci贸n 鈥淜ill Your Sons鈥 ese extremo sentimiento de sentirse traicionado por sus padres.

Durante el 煤ltimo semestre en la universidad, mientras tomaba drogas y tocaba con su bandita de la 茅poca, Reed compuso dos de las canciones que cambiar铆an el panorama del corpus literario rockero unos a帽os m谩s tarde, cuando las publicara en el debut de The Velvet Underground: 鈥淗eroin鈥 y 鈥淚鈥檓 Waiting for the Man鈥. La primera era la descripci贸n de los vaivenes emocionales de un shoot de hero铆na; la segunda, el c煤mulo de sensaciones al ir a pegar esa droga a Harlem. Con ese bagaje, Reed se recibi贸, volvi贸 a casa de sus padres en Freeport y de all铆 se fue a Nueva York, donde consigui贸 trabajo componiendo canciones que remedaran los estilos de moda en el sello Pickwick. Era como una f谩brica de temas-chorizo en la que cobraba 25 d贸lares por semana y no recib铆a derechos de autor. Las canciones sonaban prefabricadas, compuestas a las apuradas y grabadas con recursos m铆nimos. Sin embargo, en ese contexto hostil, Reed se form贸 como compositor, meti贸 algunas letras y sonidos interesantes y conoci贸 a un m煤sico gal茅s que se codeaba con lo m谩s granado de la avant garde neoyorquina pero cobraba unos verdes para grabar en Pickwick: John Cale.

Con el agregado del guitarrista Sterling Morrison y la baterista Maureen Tucker (Angus McLise, el batero original, no lleg贸 a grabar), The Velvet Underground estuvo listo para cruzar la alta poes铆a con la podredumbre de los callejones y la vanguardia con el m谩s b谩sico rock鈥檔鈥檙oll. Entonces Andy Warhol, que ya era toda una estrella, descubri贸 a la banda y le propuso asociarse a un proyecto llamado Exploding Plastic Inevitable: el cuarteto, hier谩tico y con rigurosos lentes oscuros, tocaba mientras se proyectaban sobre los m煤sicos varias pel铆culas del artista pl谩stico en simult谩neo, se usaban luces estrobosc贸picas (una novedad en los 鈥60) y algunas 鈥渆strellas鈥 de la Factory warholiana sub铆an al escenario a bailar y agitar l谩tigos. La entrada de la modelo alemana Nico, que ten铆a pocos antecedentes como cantante, fue sugerencia de Warhol. Y tambi茅n fue 茅l quien 鈥減rodujo鈥 The Velvet Underground and Nico y quien dise帽贸 la banana despegable de su portada.

Las canciones del debut de Velvet Underground, aparecido en marzo de 1967, iban de la placidez de 鈥淪unday Morning鈥 al ruido extremo de 鈥淭he Black Angel鈥檚 Death Song鈥, del submundo de las drogas de 鈥淗eroin鈥 y 鈥淚鈥檓 Waiting for the Man鈥 a la declaraci贸n de amor de 鈥淚鈥檒l Be Your Mirror鈥, de las chicas malas de 鈥淔emme Fatale鈥 y 鈥淩un Run Run鈥 al sadomasoquismo de 鈥淰enus in Furs鈥. Es una obra monumental, un cachetazo bien neoyorquino al hippismo de la costa oeste, tan influyente como los discos de Los Beatles, los Stones y Bob Dylan. Pero, claro, no vendi贸 demasiadas copias, dada la tem谩tica y lo avanzado de su propuesta. Es todo un lugar com煤n, a esta altura, decir que los pocos que compraron el disco comenzaron su propia banda. Un lugar com煤n con mucho fundamento, por cierto.

Si Lou Reed no hubiera vuelto a grabar una sola canci贸n en su vida, igual ese debut de Velvet Underground alcanzar铆a para ubicarlo bien alto entre los m谩ximos creadores de la historia del rock. Pero hizo mucho, mucho m谩s, incluso a la altura de semejante obra maestra. Con el cuarteto grab贸 tres 谩lbumes m谩s: el abrasivo White Light, White Heat (鈥68), The Velvet Underground (鈥69, ya con Doug Yule en lugar de Cale) y Loaded (鈥70), antes de refugiarse nuevamente en la casa paterna a ver el horizonte. Algunas de las canciones contenidas en esos 谩lbumes son cl谩sicos de Reed, como 鈥淪ister Ray鈥, 鈥淐andy Says鈥, 鈥淧ale Blue Eyes鈥 (la que 茅l prefer铆a entre las de su cosecha), 鈥淪weet Jane鈥 y 鈥淩ock鈥檔鈥檙oll鈥.

Lou Reed (鈥72), su primer disco solista, tra铆a varias de las canciones que hab铆an quedado in茅ditas en VU, pero su sonido de rock gen茅rico no ayud贸 a su suerte. Quien s铆 lo hizo fue uno de sus admiradores, David Bowie, quien le propuso producirle su pr贸ximo trabajo. Transformer (鈥72) mostraba una cara glam de Reed y la ambig眉edad sexual estaba expuesta en primer plano. 鈥淢i primer 谩lbum estaba lleno de canciones de amor, en 茅ste son todas canciones de odio鈥, dijo el cantante. 鈥淧erfect Day鈥, 鈥淰icious鈥, 鈥淪atellite of Love鈥 y especialmente 鈥淲alk on the Wild Side鈥 llevaron al disco a los charts, algo impensado para el poeta oscuro del rock. 鈥淐ualquier canci贸n que mencione el sexo oral, la prostituci贸n masculina, las drogas y el valium, y as铆 y todo la pasen por la radio tiene que ser muy cool鈥, dijo el cr铆tico Nick Kent respecto del 鈥淲alk...鈥.

Si el mundo esperaba otro disco accesible despu茅s de Transformer, Reed ciertamente lo decepcion贸: Berlin (1973) es la desgarradora historia de una pareja de junkies en la que hay ni帽os que lloran, un suicidio, todo mal... Y as铆 y todo, ese disco conceptual producido por Bob Ezrin es otra obra maestra de Reed. El 谩lbum reci茅n fue tocado en vivo y en orden m谩s de treinta a帽os despu茅s de su salida. Ese patr贸n de 鈥渄isco comercial鈥 versus 鈥渙bra art铆stica dif铆cil de digerir鈥 se repetir铆a m谩s adelante en la carrera de Reed, lo que quiz谩s haya boicoteado sus posibilidades de ventas, pero que ciertamente estableci贸 sus credenciales como artista que se cagaba en las concesiones.

Reed hizo giras en las que simulaba inyectarse mientras cantaba 鈥淗eroin鈥. Se ti帽贸 el pelo de rubio. Baj贸 a tierra. Dej贸 las drogas. Volvi贸 a las drogas. Volvi贸 a dejarlas. Estuvo en pareja con una transexual. Se dej贸 ganar por la vida burguesa. Se cas贸 con una fan. Reapareci贸 como poeta rockero. La muerte de Andy Warhol lo llev贸 a juntarse con John Cale, lo que desemboc贸 en un regreso bastante pobre (en t茅rminos art铆sticos) de Velvet Underground. Se divorci贸. Pute贸 a los republicanos y a los m谩s extremos los acus贸 de incestuosos. Se cas贸 con la cantante y artista multimedia Laurie Anderson. Grab贸 un disco basado en Edgar Allan Poe, otro para hacer tai chi y uno con Metallica.

Y en el medio, dej贸 otra cantidad de obras de una altura dif铆cil de empardar. Por ejemplo, Metal Machine Music (鈥75), que tambi茅n es dif铆cil de escuchar: un vinilo doble cuyas cuatro caras solamente contienen ruido blanco y manipulaciones electr贸nicas. 鈥淣o hay paneos. No hay sincronizaci贸n. No鈥, dec铆a en una suerte de manifiesto el sobre interno de ese 谩lbum que tantos fueron a devolver y que el cr铆tico Lester Bangs declar贸 el mejor disco de la historia. O The Blue Mask (鈥78), con una dupla de guitarras impresionante junto a Robert Quine. Y, claro, el enorme New York (鈥89), en el que retrat贸 como nadie el esperpento del final de la era Reagan-Bush. Y 鈥淢agic and Loss鈥 (鈥92), sobre c贸mo lidiar con la enfermedad y las p茅rdidas. Y hasta Ecstasy (2000), que lo trajo a Buenos Aires por segunda vez (la primera hab铆a sido en 1996, para la presentaci贸n de Set the Twilight Reeling; volvi贸 en 2008 para acompa帽ar a su esposa en un par de temas).

En 1987, hablando sobre su carrera con un periodista de RollingStone, Reed dijo una frase que puede sonar pedante, pero que no est谩 exenta de realidad: 鈥淪iempre pens茅 que si se la ve铆a como un libro, entonces ah铆 ten茅s la Gran Novela Norteamericana, cada disco como un cap铆tulo. Est谩n todos en orden cronol贸gico. Agarr谩 todo, apilalo y escuchalo en orden: ah铆 est谩 mi Gran Novela Norteamericana鈥. 驴Habr谩 sido una tard铆a justificaci贸n para su mentor Delmore Schwartz, que odiaba el rock? 驴O el arrepentimiento por no haber cumplido su sue帽o juvenil de consagrarse como escritor? Como fuera, su obra, amplificada por el poder de la m煤sica, trasciende esas carencias. Pero la idea de escucharla en orden s铆 tiene sentido. Tal vez sea la mejor manera de despedir a un artista tan crucial que, a pesar de haber sido acusado de convertir a varias generaciones en zombies drogones, les salv贸 la vida a unos cuantos. Igual que le pas贸 a 茅l cuando el rock鈥檔鈥檙oll le lleg贸 desde la radio.

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