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Martes, 11 de noviembre de 2014
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MGMT cerró la segunda noche del Personal Fest, aunque las estrellas fueron Calle 13 y SOJA

Entre la conciencia y la psicodelia

El combo puertorriqueño liderado por René Pérez Joglar se dedicó principalmente a repasar los temas de su más reciente álbum, Multiviral. Antes habían pasado por los escenarios Molotov, Morcheeba y los SOJA, quienes gozan de un impensado éxito en la Argentina.

Por Yumber Vera Rojas
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Calle 13 ofrendó su show a los mártires de Ayotzinapa, igual que antes lo había hecho Molotov.

Poco después de la medianoche del domingo, y contra todos los pronósticos, MGMT logró mantener la fiesta encendida en el cierre del Personal Fest 2014. Y es que tras el vendaval sonoro que agitó previamente Calle 13, la dupla estadounidense parecía con pocas chances no sólo de explotar el resto del aguante del público que aún permanecía en GEBA (sede San Martín), sino de captar el interés de una audiencia que le era ajena y que aún dudaba entre formar parte de la experiencia o descansar de una tarde agitada. No obstante, sus fans argentinos, que todo lo pueden, se encargaron de convertir ese trozo de noche en una gran discoteca al aire libre, a partir de himnos de esta generación como “Time to Pretend” y “Kids”. Por lo que, al igual que los coloridos audiovisuales de uno de los iconos psicodélicos del indie actual, la segunda jornada del evento se tornó en un interesante ensayo de diversidad musical, en contraste con el día anterior, en el que los Arctic Monkeys le pusieron la guinda a una fecha cebada por el pop y el rock europeo.

A diferencia del sábado, cuando un chico prendió una bengala en medio de un pogo en el show de The Hives (a lo que se sumaron esa noche los tres heridos con arma blanca que se registraron en la Creamfield porteña), en la segunda jornada del décimo aniversario del evento lo que primó fue la cordura y la conciencia. Así lo demostró Molotov durante su actuación, en la que recordó a los 43 estudiantes de Ayotzinapa. “¡Un chinga a tu madre al gobierno mexicano, que es una mierda!”, espetó Tito Fuentes antes de interpretar la canción “Chinga tu madre”, para luego rematar con la frase que acompaña las últimas manifestaciones de su país: “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos de vuelta”.

Al igual que Molotov, que despachó toda su armería de rock duro, rapeado, irónico e hiriente, en la que incluyó temas de su tan dilatado nuevo disco de estudio, Agua maldita, Calle 13 ofrendó su show a los mártires de Ayotzinapa. Aunque en el preámbulo, René Pérez, vocalista del grupo boricua, prometió que no iba a “hablar muchas mierdas”, sino que se dedicarían a tocar. Y vaya que cumplió con su promesa, a diferencia de su participación en la misma fiesta musical en 2011, en la que su famosa y temida verborragia le robó varios minutos a la performance de Sonic Youth. Pero si en aquella oportunidad la dupla que completa Eduardo Cabra (tecladista, guitarrista y director de la banda) aprovechó la convocatoria para consagrarse frente a su público argentino, esta vez, en calidad de acto estelar de la jornada, se dedicó principalmente a repasar los temas de su más reciente álbum, Multiviral.

A pesar de que la agrupación puertorriqueña acaparó la atención del cierre del Personal Fest 2014, lo que nunca se le hubiera ocurrido al tándem es que una banda estadounidense, devenida en icono de un estilo de origen caribeño, le competiría en protagonismo. Pero el éxito de SOJA, al menos en la Argentina, no es una consecuencia de la casualidad, sino de la tenacidad del grupo en su posicionamiento en el país, a partir de sus constantes desembarcos, al igual que de un sonido afectuoso que ganó una identidad propia. Algo parecido es lo que pasa con Morcheeba. Si bien sus visitas a la capital argentina no fueron tantas, la agrupación creada por los hermanos Godfrey, sobre todo tras la vuelta de la imponente Skye Edwards al rol de vocalista, suma adeptos en cada show. Y es que la terna, más allá del adjetivo de “clásico” que le pesa, desarrolló un exquisito equilibrio entre el trip hop, el blues y el pop que pudo sobrevivir a las tendencias, lo que puso de manifiesto en esta ocasión en la que hizo una selección de su material más exquisito.

A MGMT le hubiera venido bien que Morcheeba le antecediera en su set en el Personal Fest 2014 (al que asistieron, entre las dos jornadas, 50 mil espectadores), especialmente por un tema de calibraciones y temperaturas. Sin embargo, el laboratorio musical de Ben Goldwasser y Andrew VanWyngarden se las supo arreglar para crear su propio clima. A lo largo de hora y media, y como conclusión de la gira mundial de su álbum epónimo (lanzado en 2013), el conjunto de Connecticut, en esta tercera actuación en la Argentina (en la pasada coincidió con los Arctic Monkeys en el Quilmes Rock de 2012), se la jugó con una cancionero que mutaba constantemente del baile a la lisergia, y que encontró en el onírico “Siberian Breaks” (de doce minutos de duración), el trepidante “Brian Eno” y en su mega hit “Kids” (todos encajados en el último tramo de su recital) su pasaje más brillante. Tras “Weekend Wars”, los estadounidenses se despidieron, y nadie pidió una más. ¿Para qué? Si ya habían consumado el delirio de una noche de (pre) verano.

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