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Lunes, 29 de diciembre de 2014
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Crece el debate alrededor del uso de pistas pregrabadas en los conciertos

Música en vivo que no es tan en vivo

Lo que antes aparecía casi exclusivamente en el terreno del dance pop trascendió esas fronteras estilísticas; hoy es común que las bandas de rock utilicen recursos que “refuerzan” la performance. Algunos músicos impulsan una campaña de sinceramiento.

Por Simon Hardeman *
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Aunque es innegable que tocan sus instrumentos, U2 también utiliza muchos sonidos pregrabados.

La semana pasada salieron a la venta las entradas para la gira mundial de U2. Pero ¿cuántos fanáticos se estarán preguntan cuán “en vivo” será esa experiencia? Porque la banda de rock que toca completamente en vivo, sin tracks de apoyo pregrabados o samples extendidos, se está volviendo cada vez más rara. Y aunque los ingenieros de sonido, productores y otros músicos dirán en privado lo que está sucediendo, casi ninguna banda, particularmente entre los artistas más viejos y establecidos, admitirá que refuerza su performance en vivo de esta manera. Paul McCartney y Elton John han criticado esta práctica: ya en 2012 el bajista beatle sostenía que había muchos artistas que utilizaban cintas en sus conciertos.

Desafortunadamente, en la apertura de los subsecuentes Juegos Olímpicos de Londres 2012 se perdió algo de credibilidad: para poder cumplir con los tiempos establecidos, las vocalizaciones pregrabadas se impusieron. Otra vez, quizá puede entenderse en una lista de participantes y un tiempo muy ajustado, como cuando los Red Hot Chili Peppers debieron fingir que tocaban sus instrumentos en el Super Bowl de este año. Pero es en los shows en vivo propiamente dichos –allí donde McCartney se muestra insistente al decir que todo lo que él hace es “en vivo”– donde las cosas parecen menos claras.

El playback ha sido parte por años del dance pop, donde al público no parece importarle mucho. Pero cuando sucede en el extremo supuestamente creíble del negocio –como cuando Rihanna fingió cantar en el festival T in the Park de 2013–, los fans sufren una afrenta. Sucedió a fines de los años setenta, cuando la Electric Light Orchestra, en ese entonces una de las bandas más grandes del mundo, quedó expuesta ante el descubrimiento de que tocaba encima de grabaciones. El público no estaba seguro de qué era lo que estaba escuchando.

Recientemente, The Coves (una banda cuyo rock con paredes de sonido psicodélicas quedó bien reflejado en su disco debut, que consiguió muy buenas críticas) dio un show soberbio, consagratorio, en el Roundhouse de Londres. Pero el público que intentó buscar en el escenario al tecladista y las coristas no encontró nada: no los había aunque estuvieran sonando, y la banda no estaba intentando ocultarlo. Según dijo la cantante Beck Wood, “nos encantaría tener una banda completa, pero cuesta un montón de dinero”. Empezaron como un dúo, según dice ella sólo para divertirse: al comienzo no vieron ningún problema, pero pronto sintieron la necesidad de ampliarse. “Ahora tenemos un baterista y un bajista... pero no creo que dejemos de usar las pistas de apoyo, porque allí están estas pequeñas piezas de sonido que necesitarían un montón de gente en el escenario y costarían una verdadera fortuna.” Y la cantante ve el panorama más amplio: “Cuando estás en un show no se trata sólo de la música, es también lo que se ponen los artistas y las luces que usan. De todos modos, he visto cuánto puede enojarse la gente. Estábamos de gira con los Raveonettes, y alguien le gritó al guitarrista: ‘¿Vas a tocar la guitarra esta noche?’. Porque él hace mímica, y puede dejar de tocar la guitarra y la guitarra seguirá sonando en el track de apoyo. Pero según me dijo, ‘¡lo estoy haciendo tan obvio que no pueden tener un problema con eso!’”.

Brian Travers, compositor, cofundador y saxofonista de UB40, banda que ha vendido millones de discos en todo el mundo, es uno de los representantes de la vieja generación que se muestran apasionadamente en contra del uso de cintas de apoyo. “Somos una banda de nueve integrantes y todos tocamos en vivo”, dice. A pesar de todo, UB40 ha tenido que enfrentar la realidad: “Cuando sos una banda de nueve personas, no hay suficiente dinero para tener músicos extra”. Así, el baterista del grupo usa triggers (“gatillos”), pads electrónicos instalados en su batería que disparan diferentes acordes “si hay una figura en la que el tecladista debería tener tres brazos”. Es una técnica ampliamente utilizada. Y UB40 incluso utiliza “durante unos pocos compases” una guitarra lap steel pregrabada. “Eso me molesta un poco, porque amamos tener un músico en el escenario que lo toque... pero más me molesta que eso directamente no suene. Tenés que usar la tecnología”, dice, y cierra con una voz que trasunta cierta resignación: “Quizá sea tiempo de ser honestos”.

La honestidad es la política que han asumido Ellie Goulding y Ed Sheeran, quienes agregaron sus nombres a la campaña “Live Means Live” (“En vivo significa en vivo”) impulsada por David Mindel, compositor que fue nominado al premio musical Ivor Novello. La campaña ofrece stickers y un logo que puede bajarse de Internet; la idea, según dice, es que la gente sepa que cuando ve ese logo significa que “no hay Auto-Tune, nada que no sea ciento por ciento en vivo. Un montón de gente va a los shows creyendo que está viendo una banda completamente en vivo, pero sin esa enseña de honor nunca lo podrán saber. Nuestro deseo es que se vuelva algo lo suficientemente grande como para que todos sepan que si ese logo no está en el ticket de entrada y en el afiche de anuncio, entonces la banda está usando algo que no está en el escenario”.

Pero aun Travers acepta que los tiempos han cambiado: “En ciertos casos, la banda está tocando en vivo y hay instrumentos añadidos, y aun así quizá la audiencia recibe la excitación de algo en vivo”. En una reciente encuesta se les preguntó a estudiantes de una universidad londinense si les importaba que una banda de rock o indie utilizara pistas pregrabadas en sus conciertos. El 77 por ciento contestó que sí le importaba, lo que indica que, si hay un cambio generacional, es uno que está llegando lentamente. No se inquirió cuántos de los que contestaron eran fans de U2, pero en los foros de fanáticos de la banda online hay cierta aceptación del hecho de que la banda use secuencias pregrabadas. En 2009, el periódico Santa Maria Times publicó una entrevista con Terry Lawless, tecladista y técnico que estuvo en todas las giras del cuarteto irlandés desde 2001: allí reveló que él dispara “efectos de sonido extra que se utilizan para hacer que la música en vivo suene exactamente como está en el álbum”.

Al cierre de este artículo no había llegado la respuesta de los voceros de U2 a una consulta sobre qué elementos pregrabados usan en vivo. Su próxima gira se titula iNNOCENCE and eXPERIENCE; parecen palabras por demás apropiadas para el público de muchas bandas actuales.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

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