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Sábado, 14 de marzo de 2015
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Steve Hackett en el Teatro Opera, repasando un material ideal para fanáticos

Dos ceremonias de pura magia genética

El Genesis Extended permitía, y el notable guitarrista cumplió: durante dos horas y media, Hackett dio muestras de una notable sensibilidad junto a una banda impecable. El material elegido tuvo la virtud de borrar cualquier frontera entre las formaciones.

Por Gloria Guerrero
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En su tercera visita al país, Hackett rindió homenaje a una de las bandas de rock progresivo más importantes.

Al parecer, la agenda de Steve Hackett considera visitas a la Argentina sólo una vez por década, de modo que ninguna oportunidad debería desaprovecharse. Luego de su concierto de 1993 en el Gran Rex (en épocas de Guitar Noir, una de las mejores de sus veinticinco obras como solista) y de su recital de 2001 (aquí se grabó el aplaudido doble DVD Somewhere In South America: Live at Teatro Coliseo Buenos Aires, en el que mechó temas propios con clásicos de Genesis), seguramente había llegado la hora de incluir a este país en su batería de homenajes a una de las bandas de rock progresivo más importantes de todos los tiempos.

Desde 1996, Hackett viene realizando giras mundiales en base a Genesis Revisited (I y II), dedicadas al material grabado durante el lustro y algo más en que el guitarrista fue parte de aquel proyecto; ahora la gira pasó a llamarse Genesis Extended: más de lo mismo, pero... mejor, como jugo concentrado. Tiene con qué: Steve Hackett fue miembro de Genesis entre 1971 y 1977 y, cuando se trata de recrear las músicas que han hecho historia –lo hace el Indio con los Redondos; lo hacen tantos–, algunos roban, algunos honran dignamente y algunos, simplemente, “distribuyen”. Pero pocos –como este hombre, a lo Robin Hood– regalan y enriquecen.

A cualquiera le tienta empardar el portazo de Hackett a Genesis (1977) con el mucho más tremendo portazo de Peter Gabriel (1975), porque para los fundamentalistas siempre habrá un Genesis “pre y pos Gabriel”; el pos, por cierto, al mando de Phil Collins, para muchos terminó en “Sussudio” –palabra que remite a “suicidio”–. Sin embargo, durante ese lapso se editaron dos discos de Genesis sin Gabriel, pero aún con Hackett: A Trick of the Tail y Wind & Wuthering. Con el material del primero en particular, curiosamente y para marcar la cancha, empieza y termina este homenaje del Genesis Extended; los dos primeros temas (“Dance on a Vulcano” y “Squonk”) y el último de los bises (“Los Endos”) son en homenaje a A Trick of the Tail.

Todo lo que hay en el medio es puro Peter Gabriel.

Pero alguien tiene que cantar esto.

El hombre se llama Nad Sylvan y es un adulto mayor con el aspecto de un Robert Plant adolescente clonado en parte con el Geddy Lee de Rush, capaz de entonar igual que Gabriel o que Collins (bah, ya quisiera Collins...). Durante los primeros cuatro temas Sylvan se mantiene en su propio metrito cuadrado de escenario, a la izquierda del iluminado Hackett, moviendo sólo la boca cuando se le necesita para recrear los clásicos que corea la multitud. Es la primera vez que pisa este suelo: ¿temerá tomatazos talibán a cargo de verduleros ultrapetergabrielenses?; parece catatónico. Sin embargo, con un poquito de esfuerzo básico, enseguida se le encuentra la onda: el maldito, divertido, resulta ser un Mr. Bean tan inglés como sarcástico; su sentido del humor se torna en furia heavy-metalera y, luego de dos horas y media de show, la audiencia termina aplaudiéndolo de rodillas.

El resto de la banda está muy bien, y la atención visual puede repartirse: a la izquierda están los vientos de un Townsend con gorrita, quien se regodea como si en cada solo recordara algún buen chiste: cuando puede, juega lado a lado con Sylvan con discreta (y muy sutil y británica) mente; al otro costado, a la derecha, la base de O’Toole y Pomeroy (¡con un Rickenbaker para zurdo encordado para derecho!) remeda los recreos de una escuela primaria: ambos se mueren de la risa, bailan y se torean entre sí, a los saltos. Allá a lo lejos se esconde Roger King, el tecladista, destinado diabólicamente por Hackett a reproducir cosas tremendas como “Firth of Fifth”; pobre, King hace todo cuanto puede, pero Tony Banks hay uno solo. (Inciso: aunque puede entenderse que el afán de castellanizar resulte cool, el “Roger Rey” –que consta en el programa de mano y en casi todas las crónicas periodísticas– parece no ser otro que este mismo y pelado Roger “King”, a quien en todo caso podrían haberle agregado un “Rogelio”, y listo.)

Pero Hackett está ahí, delante de todo, y eso es lo más increíble. No le importa hacer “The Knife” (de Trespass, 1970), tema grabado por Anthony Phillips, el anterior violero de Genesis a quien Hackett reemplazó pocos meses después. Es que Steve Hackett no “toca la guitarra” como quien supone que “alguien toca la guitarra”. Hackett toca la guitarra con las mínimas superficies de sus dedos, con lo más tierno de sus yemas; y después la toca con sus vísceras... y después hasta con misma piel de ¡su antebrazo! (podrá comprobarse este detalle en algún video de YouTube). Supo llevar a la grey genésica al paroxismo loco en “Supper’s Ready”, y también fue sencillo, cálido, y preocupado por hablar –más o menos– en español a la hora de la gentileza de dedicar una de las canciones a la memoria de Nacho, argentino que estuvo al frente de una de las mejores bandas tributo a Genesis: Rael (luego Genetics).

Pero esto, en el Opera, y aunque alguien planteara semejante desatino, no es un show de una banda tributo: el tipo que prende acá la mecha es precisamente quien ha compuesto casi todo lo que ahora se enciende. Lo dicho: no es lo mismo cuando alguien recicla que cuando alguien regala.

Hace poco, periodistas de un prestigioso diario inglés le preguntaron a Hackett si sabía qué pensaban sus antiguos compañeros acerca de este homenaje a Genesis que ya lleva tantos años, y el guitarrista admitió, tranquilamente, que ninguno le había revelado jamás alguna opinión al respecto. “Genesis es una banda de pibes ingleses reprimidos”, dijo, y agregó: “Igual, yo tampoco les digo nunca nada”.

8 - STEVE HACKETT

Músicos: Steve Hackett (guitarras, coros); Nad Sylvan (voz); Gary O’Toole (batería, voz); Lee Pomeroy (bajo y coros); Rob Townsend (vientos, percusión y coros); Roger King (teclados).

Público: 3600 en total.

Duración: 150 minutos.

Gira mundial Genesis Extended. Teatro Opera, Buenos Aires, jueves 12 y viernes 13.

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