Imprimir|Regresar a la nota
Jueves, 12 de mayo de 2016
logo espectaculos
Bebe presentará Cambio de piel esta noche en el Opera

“En este disco hay mucha luz”

La cantante española se reunió con el productor Carlos Jean, con quien había trabajado en los inicios de su carrera, y regresó con un trabajo inspirado en el giro que tomó su vida a partir de su maternidad y en el que el piano es el instrumento principal.

Por Yumber Vera Rojas
/fotos/espectaculos/20160512/notas_e/na35fo01.jpg
“Mi niña es responsable de que por primera vez haya incluido temas alegres”, confiesa Bebe.

“Uno tiene encontronazos y comete errores. Eso te enseña lo que debes hacer o no, y te hace más fuerte”, reflexiona Bebe, teléfono en mano desde España, poco antes de que su hija Candela irrumpa en el estudio que armó en su casa para avisarle que llegó del colegio. Luego de cerrar el capítulo de Un pokito de rocanrol (2012), que incluyó una reyerta con la prensa de su país tan incendiaria que provocó que el disco pasara inadvertido, la cantante extremeña regresó el año pasado a las bateas con Cambio de piel, trabajo inspirado en el giro que tomó su vida a partir de su maternidad. “Lo que pasó ya no tiene más sentido para mí. Tuve ese cambio de piel y estoy feliz”, abona María Nieves Rebolledo, la mujer detrás del alter ego, quien hoy a las 20.30 presentará su cuarto álbum de estudio en el Teatro Opera (Corrientes 860). “Estoy con muchas ganas de volver porque es la primera vez que voy a actuar en un teatro de Buenos Aires. Son muchos nervios y emociones juntas.”

–Si su vida fuera una canción, ¿la reescribiría?

–He vivido con mucha felicidad. Volvería a repetirlo todo porque considero que soy muy afortunada. Aunque en los tiempos de agobio uno se aturde y tiene ganas de cortarla, eso no significa que el mundo se acaba. Luego de la tormenta, viene la calma. Me tomé bastante tiempo para hacer mis discos porque lo necesitaba para poder escribir, y para tener una vida cotidiana normal. Y además lo disfruté junto a mis amigos y mi familia, pues es más bonito cuando puedes compartir momentos muy buenos como los viajes y las cosas fuertes que me pasaron en mis primeros años.

–¿La gente cambia o mejora?

–Uno sigue siendo uno mismo, con sus claros y oscuros. Lo que cambia es la manera de decir las cosas.

–¿Cómo influyó la maternidad en este hilo narrativo?

–Para mí fue absolutamente positiva. Un hijo es capaz de que la vida tome otra perspectiva. Si bien hay canciones gamberras y duras, al igual que en mis discos anteriores, mi niña es responsable de que por primera vez haya incluido temas alegres. Cambio de piel es un trabajo en el que hay mucha luz.

–¿Todas las canciones de su nuevo disco están basadas en esta etapa?

–Siempre tengo textos con los que empiezo a trabajar, pero la mayoría de las canciones del disco son del último año y medio. “Respirar”, que es la primera en el orden del repertorio, es también la más antigua cronológicamente y le da el sentido al álbum.

–Por primera vez en sus álbumes, el piano es el instrumento estrella. ¿Por qué no lo fue antes?

–Es el protagonista total. En las ocasiones anteriores en las que trabajé con Carlos Jean, quien fue productor de mi nuevo disco, cada vez que él intentaba meter un piano me negaba, porque siempre encontraba elementos para desarrollar. Le decía: “Lo dejamos para cuando sea mayor”. Y ahora lo soy. Además, tenía muchas ganas de hacer canciones con melodías amplias y de cantar con la boca bien abierta. Por eso me pareció el mejor instrumento, al igual que el más elegante.

–Luego de que fuera copartícipe del éxito de sus dos primeros discos, en Cambio de piel se reencontró con Carlos Jean ¿Qué motivó la reunión?

–Los dos teníamos muchas ganas de juntarnos. Lo llamé para otra cosa y terminamos haciendo el disco entero. Era el único que podía hacerlo y con quien yo podía trabajar, por el nivel de intimidad que tiene. Lo disfrutamos un montón, y él hizo una labor magnífica y preciosa, de la que me siento orgullosa.

–Cada vez que juntaron fuerzas captaron la fórmula del hit. ¿Esa magia no les fue esquiva en esta ocasión?

– Creo que todas las canciones se pueden escuchar en la radio. No entiendo lo de los hits, tampoco los hago. Si bien hay auténticos profesionales del single, no es tan fácil. Yo me dedico a componer la música que me apetece. Carlos es productor y en él está llevarnos por un camino que sea accesible para el gran público. Pero nosotros no tenemos fórmulas: hacemos los que nos gusta y lo que nos sale del corazón.

–Mientras en España era una estrella, en América latina tuvo que hacerse desde bien abajo. ¿Por qué apostó por hacerlo de esa forma?

–Esa es la mejor manera de hacer las cosas. Es cuando las cosas se valoran mucho más. Puedes empezar de cero porque el público español no tiene nada que ver con el argentino, y está muy bien. Es una forma de descubrirnos unos a otros. A mí me gusta ir poco a poco. De hecho, cuando comencé, todo era tan rápido que me costó trabajo.

–En sus visitas a la Argentina, ¿qué artista la cautivó?

–Cada vez que fui, me quedé poco tiempo porque sólo iba a tocar y me tenía que ir rápido. Tengo una espinita clavada con Vicentico. No lo conozco realmente, creo que nos vimos una vez. Hace muchos años me llegó un tema suyo, para ver si quería cantarlo, pero estaba en plena vorágine y no era el momento. Tampoco pude hablar con él. Aunque ya nos juntaremos y lo haremos. También hay un personaje que me encanta: La Mona Jiménez, quien tiene unas canciones increíbles. Lo conocí a través de mis amigos cordobeses en España. Me encantaría cantar con él.

–¿Qué le atrajo de la Mona Jiménez?

–Las letras. Tiene algunas increíbles que abordan una realidad que quizá ni tú ni yo vivimos, pero que está ahí. Me recuerda mucho a Los Chichos (grupo legendario de la rumba flamenca), que hablaban también de una situación que estaba ahí, y lo musicalizaban con una orquestación muy bonita, muy arriba y muy alegre.

–A propósito de la realidad, ¿cómo vive el momento de acefalía política que atraviesa su país?

–Con muchas incertidumbres. El otro día leí un artículo interesante que sugería que los cuatro representantes de los partidos se tenían que ir para darles lugar a las mujeres que eran cabezas de esos entes, pues cambiaría mucho el nivel de interés de la política. Me pareció muy bonito y real.

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.