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Martes, 21 de noviembre de 2006
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ENTREVISTA A SCOTT HENDERSON

Seis cuerdas, dos mundos musicales

El guitarrista muestra hoy en el Ateneo sus cruces entre el blues y el jazz rock.

Por Cristian Vitale
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Henderson tocó con grandes como Joe Zawinul y Chick Corea.

Scott Henderson es, además de un probado catalizador de géneros y figuras disímiles, un guitarrista muy prolífico. Tomando solo su discografía desde 1990 –incluido el multifacético Scott Henderson Live, que presenta hoy en el Ateneo– editó casi quince discos, uno por año. “Las modelos fashion y las actrices más hermosas no quieren tener sexo conmigo, entonces no me queda otra que poner mi energía en la música”, contesta a Página/12 ante la pregunta sobre su necesidad compulsiva de lanzar un disco tras otro. Semejante sentido del humor explica por qué este guitarrista, que llega al país con su trío –Alan Hertz en batería y John Humphrey en bajo– adora a Joe Zawinul y no a Chick Corea, dos músicos con quienes trabó fraseos, ideas, trabajos y arpegios en los ’80. “La música de Corea es demasiado estructurada para mi gusto. Además, tampoco me gusta su religiosidad. No entiendo demasiado de cientología –religión de la que Corea es devoto– y no me llevo bien con él. Zawinul es todo lo contrario: un tipo divertido, desestructurado y, sobre todo, normal. Mi relación con él es totalmente opuesta.”

–¿Y Jean Luc Ponty? Con él tuvo su primera experiencia discográfica, en 1975.

–Es una muy buena persona, pero su música es tan estructurada como la de Chick.

La referencia a esas tres luminarias del jazz rock obedece a una razón inevitable: fueron los músicos con quienes Henderson atravesó las divisiones inferiores del género, antes de debutar en primera junto a Tribal Tech, su jazz band primigenia. Con el violinista francés grabó cuando apenas tenía 20 años (Voyage) y repitió diez años después, en el disco Fables (1985). Al año, Scott fue parte de Return to Forever Electric Band, que resucitó Corea para editar su disco epónimo. Pero la cientología de Corea alejó rápido a Scott. En otro plan, tras su disco Dr. Hee, alcanzó la gloria al compartir con Zawinul el maravilloso Syndicate Immigrants (1988). “Junto con Wayne Shorter, Zawinul es el músico más extraordinario del planeta”, sigue exagerando Henderson.

Ese período de introducción al jazz fusión moderno a través de la tríada de experimentados músicos le dio a Scott el plafón como para lanzarse solo y jugar a mezclar libremente sus influencias. Cultor del modern jazz, pero también del funk y el blues rock de los ’70 (no niega que sus otras fuentes pasan por Buddy Guy, Albert King, Hendrix y Jeff Beck), la discografía que atraviesa los ’90 y los primeros años de la década cero está impregnada de cruces estilísticos. “Yo amo el blues, es la música que crecí escuchando. Siento que le habla a mi alma cuando la toco. Mi atracción por el jazz vino después, cuando fue apareciendo mi amor por las armonías más sofisticadas”, recuerda el hombre nacido al sur de Florida en 1954. El punto es que fue reconocido en ambos mundos. En 1991, la revista Guitar World lo nombró “guitarrista número uno de jazz”, mientras que su primer disco solista de blues (Dog Party, 1994) fue elegido el mejor del año en su estilo por varias revistas. “Yo no puedo despegarme de ninguno de esos géneros, y no es algo que piense conscientemente. Cuando compongo sale lo que sale, porque es algo que siento verdaderamente. A mí no me importa ser un músico popular, si no me hubiese dedicado a hacer música pop y listo. Yo sólo hago la música que me hace feliz, y estoy seguro de que todos los músicos de jazz piensan lo mismo.”

–Muchos opinan que el jazz rock se agotó a fines de los setenta. ¿Qué piensa usted?

–Nadie puede fechar en qué momento muere o se agota un género..., todas las músicas están vivas mientras haya músicos que las toquen.

–¿Cómo hace para sintetizar y juntar en sus composiciones a Buddy Guy, Jimmy Page y toda la influencia del modern jazz?

–No sé bien qué sucede cuando escribo. Conjeturo que todas mis influencias satisfacen alguna parte de mi cerebro y yo voy tomando partido por cada una, depende del contexto y la situación. Además, siempre imagino estar tocando con todos ellos juntos en una gran fiesta.

Henderson es también un renombrado escritor de libros de teoría musical. Columnista estrella de Guitar Player y Guitar World, profesor en el Instituto de Músicos de Hollywood, escribió el aclamado Jazz Guitar Chord System, libro que le facilitó enormemente el estudio de las complejas armonías del jazz a jóvenes estudiantes de todo el globo. Aunque el guitarrista, con su habitual sentido del humor, descarta su chapa de maestro ciruela. “Yo no conozco nada de pedagogía. ¿Qué es eso... un perro de raza? (risas). No, amigo, a mí solo me gusta transmitir conocimientos y punto; el resto es puro envoltorio.”

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