Imprimir|Regresar a la nota
Sábado, 17 de septiembre de 2005
logo espectaculos
PAGINA/12 PRESENTA DESDE MA脩ANA DOS CD DE PETECO CARABAJAL

El folklore en movimiento

Se trata de Memoria de amor y Borrando fronteras, dos de sus mejores trabajos que lo confirman como una figura clave en el encuentro de la tradici贸n y la evoluci贸n folkl贸ricas.

Por Cristian Vitale
/fotos/espectaculos/20050917/notas_e/NA25FO01.JPG
Peteco, un santiague帽o con m煤ltiples referencias musicales y culturales.
驴Evoluci贸n, innovaci贸n, tradici贸n o modernizaci贸n? Caso sintom谩tico el de Peteco Carabajal y su particular manera de abordar un folklore a veces tan pretenciosamente ortodoxo como el santiague帽o. Por un lado, su presencia es inevitable cada vez que La Banda 鈥搇ocalidad natal del multitudinario clan鈥 viste su mejor ropaje para festejar el cumplea帽os de aquella malograda madraza de la chacarera que fue do帽a Luisa Paz. Sea como fuere, su viol铆n se licua con su sangre en medio de empanadas, locros y vinos. Cada 16 de agosto se pierde como uno m谩s entre los suyos: Cuti, Carlos, Roberto, Roxana, Demi y todos los que siguen. Es parte, una gran parte de esa tradici贸n. Pero por otro, Peteco es tambi茅n un intr茅pido: en 49 a帽os 鈥31 de m煤sica鈥 le ha mojado la oreja a m谩s de un conservador. Como Bob Dylan cuando electrific贸 el folk en el Festival de Newport de 1965 鈥揷on sus salvedades, claro鈥, Peteco fue abucheado y hasta negado por incorporar bajos el茅ctricos, sintetizadores o bater铆as en el g茅nero. Esta cruza entre tradici贸n y evoluci贸n es, precisamente, lo que refrendan los dos discos que P谩gina/12 entregar谩 desde ma帽ana: Memoria de amor y Borrando fronteras.
Memoria de amor es su segundo disco solista. Peteco lo edit贸 a trav茅s de EMI en 1994, casi 20 a帽os despu茅s de convertirse, casi por mandato del azar, en m煤sico profesional. Cuenta la historia que su arribo a Buenos Aires fue all谩 por 1973 y que, mientras trabajaba como encuadernador de libros, la noche lo encontr贸 guitarreando con su primo Roberto en un extinto boliche de Ramos Mej铆a llamado Gaucho鈥檚 House. Al a帽o siguiente, se les uni贸 Shalo Leguizam贸n como tr铆o; grabaron sus primeros acetatos y la puerta qued贸 entreabierta hasta que lleg贸 su incorporaci贸n a Los Carabajal 鈥揳 quienes tore贸 varias veces con sus 鈥渋nquietudes el茅ctricas鈥濃. Despu茅s lleg贸 su liga con Le贸n Gieco y Mercedes Sosa; los dos discos con MPA (M煤sicos Populares Argentinos) junto al Chango Far铆as G贸mez, Mono Izarrualde, Ver贸nica Condom铆 y Jacinto Piedra; la invitaci贸n de Gieco para ser parte de De Ushuaia a La Quiaca. Y la consagraci贸n en el Festival de Cosqu铆n de 1990, que le posibilit贸 su debut discogr谩fico como solista: Encuentros (1991).
Memoria de amor 鈥揳dem谩s de su segunda producci贸n鈥 es tambi茅n el resultado de este rico background, reforzado por la gira que encar贸 poco antes de editarlo como violinista de Mercedes Sosa por Alemania, Austria, B茅lgica y Holanda. Y claro que hay en 茅l temas que no colisionan para nada con sus genes: uno de ellos 鈥揇e fiesta en fiesta鈥 le pertenece a Carlos y una frase lo define entero (鈥淢ientras quede un santiague帽o / la chacarera no morir谩鈥). Otro con la misma impronta pueblerina es el bell铆simo homenaje que le rinde a su abuela Luisa, cuya letra conmueve: (鈥淓l crep煤sculo del d铆a / se pierde en el horizonte / desde el fondo de la noche / el viento dice tu nombre鈥) y tambi茅n la t铆pica chacarera llamada Parece mentira. Sin embargo, conviven con ellos evocaciones m谩s 鈥渦niversales鈥: La estrella del pueblo, por caso, est谩 dedicado a Evita 鈥測 a las mujeres del mundo鈥 鈥搒eg煤n el propio Peteco鈥, y emociona la voz de la Abanderada de los Humildes en uno de sus 煤ltimos discursos. Otro homenajeado, Atahualpa (鈥淟lama inmortal / que alumbra la tierra鈥), parece contener la tristeza de una deuda dolorosa, de un deseo incumplido: Peteco habl贸 por tel茅fono con 茅l 20 d铆as antes de su muerte, pero no lo pudo conocer personalmente. Y la m煤sica parece transmitir ese desconsuelo.
En aquel revelador disco, en cuya tapa Peteco aparece tocando el viol铆n, tambi茅n hay temas que justifican en parte su fama de 鈥渙veja negra鈥. Romance de mis tardes amarillas es uno de ellos. El hijo de Carlos no s贸lo incorpora el bajo el茅ctrico de otro 鈥渞ebelde sano鈥 del clan (Jorge Luis), sino tambi茅n un d煤ctil y sentido solo de guitarra en manos del desaparecido purpleman铆aco Eduardo Rogatti. En esta l铆nea se inscriben asimismo algunas osad铆as espor谩dicas (Ay, ay, ay, cu谩ndo o Memoria de amor), con Luis Gurevich programando sintetizadores y Peteco tocando guitarra, bajo y percusi贸n en el segundo. O una versi贸n del popular cl谩sico que brot贸 de su pluma (La estrella azul), carnavalito con pinceladas rockers, en el que participa el mism铆simo ex baterista de Almendra y Aquelarre, Rodolfo Garc铆a, y Peteco echa mano a los sintetizadores. Aunque no lo es f谩cticamente, el bonus track de Memoria... podr铆a ser Viejo almac茅n, un tanguito que mixtura bandone贸n, sintetizadores, contrabajo y la voz aguardentosa de Adriana Varela.
Borrando fronteras, editado apenas un a帽o despu茅s que Memoria y uno antes que su primer disco en vivo (Historias populares), mantiene una tesitura musical parecida, aunque reforzado por un mejor tratamiento sonoro e invitados de distintas procedencias: Antonio Agri, Rodolfo Mederos, Nicol谩s Brizuela, Guillermo Vadal谩, Mono Izarrualde, Mercedes Sosa, Claudia Puy贸, Le贸n Gieco y Jairo, entre otros. El tema hom贸nimo 鈥搎ue abre el disco鈥 es una chacarera hecha y derecha, pero coexisten con ella otra de corte 鈥渉eterodoxo鈥, llamada Luz de amor 鈥揺mbellecida por el viol铆n de Agri y la voz de Gieco鈥 y una que se ubica en el punto de equilibrio exacto entre tradici贸n y modernidad: De los lagos.
Sometidas al p茅ndulo estil铆stico y a la libertad creativa con que se maneja Peteco, no faltan canciones apocal铆pticas 鈥揂rtista universal, Danza de la locura鈥, ni aquellas que lo distancian del pago chico para transformarlo en un genuino compositor de m煤sica popular argentina, sin regionalismos de por medio. Para muestra bastan el track 3 y el 6, que son espl茅ndidos y se llaman Movimiento de amor y Huella de la lluvia 鈥揷uyas letras Peteco comparte con Ica Novo鈥. O And茅n 8, un tema en el que Peteco se permite indagar a su manera 鈥搑iesgosamente鈥 en una ex贸tica fusi贸n entre zamba el茅ctrica y tango. Conclusi贸n: este hombre nacido el 25 de mayo de 1956 no es s贸lo cantante, compositor, violinista y guitarrista: es tambi茅n y, sobre todo, un tipo que se anim贸 a hacer lo que quiso. Y lo hizo.

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.