Imprimir|Regresar a la nota
Jueves, 19 de julio de 2007
logo espectaculos
CARLOS AGUIRRE EN PIANO

“El río nos signa con su pulsación”

Desde hoy y hasta el sábado, el notable músico entrerriano presenta su nuevo CD, en el que conviven su formación “clásica” y su vocación “popular”.

Por Diego Fischerman
/fotos/espectaculos/20070719/notas_e/na24fo01.jpg
“Tenemos un folklore personal que es el cúmulo de lo que hemos vivido”, dice Carlos Aguirre.

Carlos Aguirre es de Paraná. Un lugar donde hay conservatorios, orquestas sinfónicas, profesores y alumnos de piano, pero donde, también, el río “es una presencia inevitable”. Un lugar en el que, dice, “apenas se cruza a la primera isla que se tiene enfrente se toma contacto con un mundo diferente, con otra manera de hablar, con otros olores, con otros colores”. La idea de estar “entre ríos” no es ajena, en todo caso, a la música de Aguirre, alguien que se formó como pianista “clásico” –si es que eso algo quiere decir–, que se peleó con esa tradición –hasta donde es posible pelearse con lo que es parte de uno mismo– y que más tarde descubrió que, más que la pelea, lo que importaba era respetar el folklore. “Es decir –explica–, mi propio folklore.”

Y entre ríos estéticos, él, que es visto –y admirado por muchos– como “músico popular”, presentará hoy, mañana y el sábado su último disco, Caminos, dedicado a obras para piano, en una sala como la de La Scala de San Telmo. “Muchas veces ciertas cosas que uno ha trabajado, en cuanto a los matices, los ataques, el color, cuestiones de la interpretación que, en realidad, son parte de la obra, eso desaparece con la amplificación o con piano malo o mal mantenido”, cuenta. “En La Scala de San Telmo no sólo cuento con un muy buen instrumento, sino con la posibilidad de la intimidad de una sala pequeña y de tocar sin amplificación.” La cuestión de la elección del instrumento, precisamente, determinó que su disco fuera grabado dos veces. “Había escuchado unas grabaciones de Oscar Cardozo Ocampo cuyo sonido me encantaba y que habían sido realizadas en Asunción, en Paraguay. Y decidí irme allí para grabar en ese mismo piano. Pero habían pasado muchos años y el instrumento, que estaba muy mal cuidado, ya no era lo que había sido. Así que la grabación finalmente no la publiqué y registré todo de nuevo en otro piano. Pero esa dilación me sirvió para corregir cosas que no me gustaban y eliminar mucho de lo que había incluido la primera vez.”

Si hay una clasificación que cada vez quiere decir menos es la que separa una supuesta música “clásica” de otra “popular”. En rigor, mucho de lo que se escucha en la actualidad comparte características con ambos campos o, por lo menos, con la idea sobre esos campos que circula en el sentido común. “En la época del comienzo de la democracia, que fue también la época en que estaba terminando la secundaria, yo quería ser un músico popular. Me parecía importante ese debate. Hoy creo que la música es algo más universal. En realidad, no sé quién soy. Prefiero pensar que hago música argentina, en el sentido de que está hecha por un tipo que es argentino y que está hecha sobre la base, muchas veces, de danzas argentinas o de gestos que tienen que ver con nuestro folklore rural. Hay un vocabulario, melódico y rítmico, que me gusta usar como una manera de decir dónde estoy. Pero sin ataduras. No es una posición ideológica sino, simplemente, una forma de responder a lo que forma parte de mí. De hecho, el Flaco Spinetta forma tanta parte de ese folklore, para mí, como otras músicas mucho más tradicionales. A veces, desde la tan mentada tradición se defienden cosas que, puestas en el escenario de la música universal, tienen muy poca vida. En todo caso, me importa mucho más la densidad que tengan como arte que si son folklóricas o no.” Para Aguirre, en Paraná, “antes incluso que el campo está el río, que nos signa con un temperamento, con una pulsación. Se convive naturalmente con distintas culturas; está la ciudad, está el campo, ahí nomás en la periferia, y está el río. No se trata de una exaltación del pueblo porque sí, sino de que eso es algo que fluye, que está en ese folklore personal que somos; en el cúmulo de vivencias que uno ha tenido, de lo que uno ha escuchado, de lo que ha visto. Yo he aprendido mucho del folklore, pero no es de lo único que he aprendido”.

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.