Las ma帽anas son sagradas para Vicente Muleiro. Le dedica cuatro horas de cada una de ellas a escribir. A tomar mate y escribir. 鈥淧or ah铆 una escritura m谩s espont谩nea como la poes铆a puede salir en otro momento, pero la disciplina horaria de la ma帽ana para m铆 es todo鈥, cuenta 茅l, a dos metros de la computadora en que plasm贸 su formidable novela Sangre en el viento, recientemente publicada por Planeta. 鈥淓sas cuatro horas son las m谩s placenteras del d铆a, y si las pierdo por alguna raz贸n, inclusive v谩lida, tengo un mal d铆a鈥, se muestra, entero y sincero. Leal al modus operandi que dio lugar a esta 鈥渇icci贸n鈥 que sucede en la Patagonia argentina y que no tendr铆a mayores problemas en convertirse en real, en cualquier momento, y hasta sin forzarla mucho. Es la historia de un doble crimen que lleva impl铆cito el trasfondo de la lucha por los recursos naturales en el sur argentino, y que tiene como actores a tipos 鈥渁mbiciosos y pesados鈥 del extranjero, a militantes 鈥渋ntensos鈥 del territorio a defender, y a funcionarios 鈥渙scilantes鈥, entre quienes intentan mediar en una lucha que, ficticia o real, siempre da igual: desigual.
Una novela cuya trama sucede en varios planos. Y que Muleiro enmarca bajo tres ejes clave de su impronta como escritor: el cruce de la cultura con la pol铆tica; la pretensi贸n del desaf铆o en la estructura y una b煤squeda de un lenguaje que va m谩s all谩 de la econom铆a de recursos. 鈥淢e interesa el lenguaje como un mar de muchas riquezas del cual poder extraer. No me interesa la econom铆a del policial en castellano, por ejemplo鈥, (se) define el tambi茅n periodista, dramaturgo y subdirector de Radio Nacional, mientras profundiza en otro de los ejes: el desaf铆o en la estructura. 鈥淭iene que ver con los juegos estructurales de Faulkner, que acaso aprend铆 v铆a Onetti o Garc铆a M谩rquez y que me interesan mucho. Luego est谩 el uso de la segunda persona, una de las personas gramaticales m谩s dif铆ciles de encarar y que a m铆 me genera una tensi贸n 煤til, porque sin ella tendr铆a menos entusiasmo... trabajar el lenguaje no es poner humo en el escenario o hacer efecto neblina. Y tambi茅n hay una cosa m谩s personal, m谩s aut贸noma, relacionada con que si no tengo algo para jugar la tensi贸n me disminuye鈥, explica el escritor, sobre las formas de una historia que, dicho est谩, se completa con el primer eje permanente en su escritura: el cruce entre cultura y pol铆tica, o entre violencia pol铆tica y literatura, una marca indeleble para su generaci贸n, claro. 鈥淣o podr铆a haber escrito este libro sin haber le铆do antes Indios, ej茅rcito y frontera, de David Vi帽as鈥, refuerza Muleiro que 鈥揹ata al paso鈥 sigue presentando Vid茅/la muerte m贸vil (especie de desprendimiento teatral de El dictador, libro que escribi贸 junto a Mar铆a Seoane) todos los viernes a las 21 en el Teatro Calib谩n, ubicado en M茅xico 1428.
鈥撀緾贸mo imagin贸 Sangre en el viento? 驴Por qu茅 el sur, las tierras, la puja por los recursos, los sicarios, la militancia, los terratenientes, los ideales y la huida hist贸rica hacia ese personaje incre铆ble que fue Ram贸n Lista?
鈥揗e llegaron algunas investigaciones period铆sticas sobre la venta de tierras en el sur, esa venta compulsiva que conlleva algunos cr铆menes que fueron investigados, y me pareci贸 de una buena carnadura novel铆stica. Luego tropec茅, casi por casualidad, con la historia de Lista, que fue el segundo gobernador del territorio nacional de Santa Cruz. Y que, antes de serlo, hab铆a cometido una tremenda matanza de onas en Tierra del Fuego, algo que le hab铆a provocado una tremenda culpa. Por eso, cuando fue nombrado gobernador trat贸 de aplicar pol铆ticas diferentes de las del esquema de su generaci贸n 鈥搇a del 80鈥, que era cuidar a los ingleses y al oro patag贸nico, que era el ganado ovino. Lista tira algunas iniciativas de colonias agrarias, intenta sacar a los tehuelches del nomadismo para que no sean carne de ca帽贸n de los matadores de indios, y todo eso era muy mal visto, tanto como otro aspecto que aparece en el libro, que es su romance con Koyla, una india tehuelche que lucha por sus tierras.
鈥揚asajes desconocidos de la historia argentina.
鈥揟otalmente, s铆, y que provocan que la mujer de Lista, la hija del poeta Olegario Andrade, se suicide y genere una especie de esc谩ndalo asordinado en la 茅poca. Tuve la suerte de encontrar al bisnieto de Lista, que me pas贸 documentaci贸n y bibliograf铆a importante sobre 茅l.
Muleiro se levanta de la silla, se aleja dos metros de la computadora, va hacia la enorme biblioteca que presiona sobre las paredes de su departamento, y extrae de ella unos facs铆miles que le entreg贸 Jorge Carman, editor y bisnieto de Lista. 鈥淪on alegatos suyos en contra del etnocidio, escritos en 1879鈥, comenta, sobre un texto que aparece de a fragmentos durante el libro, bajo el t铆tulo de Los tehuelches, una raza que desaparece. 鈥淟ista ten铆a un amor impresionante por los tehuelches, y esto me gener贸 una necesidad de abordar hist贸ricamente su complejidad... por algo se lo han guardado, digo. Su bisnieto me cont贸 que en alg煤n momento la marina lo quiso resaltar como h茅roe, pero cuando vieron las cosas que hab铆a hecho, desistieron. Me interesa que se conozca a Lista, que se lo conozca mucho m谩s que a Roca鈥, desea Muleiro, sobre una de las figuras naturalmente exentas de Los Garcas, el libro que escribi贸 con su hermano Hugo, hace dos a帽os. 鈥淟a historia de Lista se ensambla con los cr铆menes en el sur鈥, detalla Muleiro, sobre otro aspecto clave de Sangre en el viento.
鈥揅on la parte ficcional...
鈥揝铆, porque recupero una historia que tiene que ver con una sangre que sigue soplando. Que est谩 en el viento de ayer, y en el de hoy. Hay toda una tradici贸n de este tema en La Patagonia tr谩gica, de Jos茅 Mar铆a Borrero, en la patagonia investigada por Osvaldo Bayer; en Los due帽os de la tierra, de Vi帽as... en fin, me gust贸 esa doble condici贸n de tierra de mitos o de reescribir alguna vida, como aparece en varias instancias de la literatura argentina. Es un territorio blanco sobre el que todav铆a se puede escribir y que entra en tensi贸n con el hecho de ser territorialmente sujeto de explotaci贸n, de codicia. Me pareci贸 que hab铆a muchos elementos para volcar en una novela.
鈥揈n la parte actual de la novela hay cuatro cr铆menes puntuales (Ayel茅n, Marcos, el Cumpa y el doctor) y un personaje nodal encarnado en Clarisa, la enviada del gobierno para indagar 鈥渟olo un poco鈥 en los hechos. 驴Por qu茅 la centralidad de este personaje?
鈥揚orque me interes贸 trabajar personajes femeninos de una manera fuerte. Por eso Clarisa, que es el valor agregado de la imaginaci贸n, y por eso tambi茅n a Agustina Andrade y Koyla.
鈥撀緾贸mo imagina al gobierno que manda a Clarisa?
鈥揚odr铆a ser como el de la Alianza, por ejemplo, con esas zonas del poder que no se pueden dominar. Un gobierno controvertido hacia dentro, que se pregunta qu茅 hacer y qu茅 no hacer con determinadas cuestiones.
鈥揙, exceptuando las enormes distancias entre uno y otro, como el de Yrigoyen en la Patagonia Rebelde, tal vez...
鈥揚贸ngale, s铆. La pregunta es hasta qu茅 punto se escapan cosas que no forman parte de una ideolog铆a, pero que todav铆a no se pueden controlar porque la din谩mica del poder no pasa solo por los gobiernos.
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