El campeón del best seller

Olfato no le faltaba al llamado king of crime para imponer su receta. “Escribo mis novelas de manera que cuando el lector termina un capítulo, tiene que seguir leyendo el otro. Es la técnica de las series de televisión: dejar al lector colgando del abismo”, explicó Sidney Sheldon en una entrevista concedida en 1982. Esta técnica la aprendió trabajando como guionista en Hollywood y en varias series televisivas y sitcoms, mucho antes de que empezara a apasionarse con la escritura. “Me encanta escribir libros. Cuando uno escribe una novela, goza de una libertad que no existe en ningún otro medio”, señaló. El escritor estadounidense, considerado un “maestro de la literatura de entretenimiento”, murió ayer a los 89 años en su rancho de California, como consecuencia de una pulmonía. Best seller mundial con más de 300 millones de ejemplares vendidos, autor de Más allá de la medianoche, La venganza de los ángeles y Un extraño en el espejo, entre (muchos) otros títulos, Sheldon figura en el libro Guinness como el escritor más traducido de todo el mundo, nada menos que a 51 lenguas. Hace dos años publicó su última novela, El capricho de los dioses, y en noviembre de 2006 se editaron sus memorias, The Other Side of me.

Sheldon comenzó a escribir durante su infancia en Chicago, Illinois, donde nació el 17 de febrero de 1917. A los 10 años vendió un poema por 10 dólares. Durante la Gran Depresión se desempeñó en distintos trabajos, estudió en la Universidad de Northwestern y escribió obras cortas para grupos de teatro. A los 17 años probó suerte en Hollywood como lector de guiones en Universal Studio, por 22 dólares semanales. Por las noches escribía sus propios guiones y le vendió uno al estudio, South of Panama, por 250 dólares. Después de la Segunda Guerra –en la que fue piloto de la Fuerza Aérea– continuó escribiendo para la Metro Goldwyn Mayer y los estudios Paramount guiones como Annie get your Gun y The Buster Keaton story, que también dirigió. Por el film El solterón y la menor (The Bachelor and the Bobby-Soxer) (1947), protagonizado por Cary Grant, Mirna Loy y Shirley Temple, fue distinguido con un premio Oscar al mejor guión original. Pero también fue autor de la exitosa serie televisiva Mi bella genio (I dream of Jeannie) –la historia de amor entre un astronauta y una hermosa genio de 2000 años de edad, con Larry Hagman y Barbara Eden en los papeles principales–, que se convirtió en una de las sitcoms más populares de los ’60. Y por la comedia musical Redhead (1959) recibió un premio Tony, que se concede a lo mejor de Broadway. Muchos libros de Sheldon tuvieron su versión cinematográfica con estrellas de Hollywood como Susan Sarandon, en Más allá de la medianoche (1977), y Roger Moore en A cara descubierta (1984).

El escritor, que publicó sus novelas después de los 50 años, supo congraciarse con el público femenino. En muchas de las tramas aparecen mujeres de carácter que triunfan en un mundo hostil dominado por hombres implacables. “Me gusta escribir sobre mujeres que son talentosas y capaces, pero más importante, que mantienen su feminidad”, confesó el autor. “Las mujeres tienen un poder tremendo, su feminidad, pues los hombres no pueden vivir sin ésta.” En 1969 apareció A cara descubierta, su primera novela, con la que ganó el premio “Mejor Primera Novela de los Escritores Norteamericanos de Misterio”. Los críticos –con bastante razón– nunca encontraron méritos literarios en las obras de Sheldon. Sin embargo, él se jactaba de la autenticidad de sus novelas y señalaba que escribía siempre sobre lo que él mismo había experimentado en carne propia. “Si hablo de una cena en Indonesia es porque he estado allí y he comido de lo que hablo. No creo que uno pueda engañar al lector”, dijo en una entrevista en 1987.

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