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Jueves, 11 de octubre de 2007
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LO NUEVO DE NOE JITRIK

Una casa dedicada al arte de escribir

Con la presentaci贸n de El ojo de la aguja, el gobierno de la ciudad inaugur贸 el martes un espacio largamente postergado.

Por Angel Berlanga
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鈥淟o que m谩s me interes贸 fue darles a estos pensamientos un car谩cter po茅tico鈥, dijo Jitrik sobre su libro.

Justo No茅 Jitrik, que le quiere huir tanto al lugar com煤n, para inaugurar la Casa del Escritor, un sitio pretendido por el gobierno de la Ciudad como 鈥渓ugar com煤n para todos los autores鈥. La coincidencia, a fin de cuentas, tambi茅n es un lugar com煤n, pero en este caso sirve para intentar signar ambig眉edades del lenguaje y de las otras, y para contar, a la vez, de El ojo de la aguja, el libro que present贸 este hombre de letras en compa帽铆a de la periodista Silvia Hopenhayn y la actriz Cristina Banegas, y del flamante espacio que, desde el martes, funciona en Lavalleja 924, en Villa Crespo.

Este lugar, que antes fue f谩brica textil y dep贸sito de libros, tiene una sala principal para ciento cincuenta personas 鈥搉oventa sentadas鈥, un hall grande para exposiciones, un patio de lecturas y, en planta alta, una sala con ocho computadoras pensada como archivo de consulta virtual de las bibliotecas de la Ciudad y de la Audiovideoteca, esa notable y valiosa serie de entrevistas a poetas, narradores y dramaturgos argentinos. Daniel R铆os, a cargo de la Direcci贸n General del Libro y Promoci贸n de la Lectura, es el responsable de las actividades programadas para este mes y el siguiente, que incluyen participaciones de Juan Jos茅 Becerra, Daniel Divinsky, Mar铆a Rosa Lojo, Horacio Gonz谩lez, Elsa Drucaroff, Diana Bellessi, Hugo Mujica, Carlos Sor铆n, Daniel Santoro, Juan Sasturain y Tito Cossa, entre otros, con mesas redondas sobre narrativa, poes铆a, cine, periodismo cultural, edici贸n, pl谩stica y teatro. El funcionario agradeci贸, escueto, que los pr贸ximos invitados vuelquen lo suyo sin cobrar un peso; algo m谩s frondosa en su intervenci贸n fue la subsecretaria de Patrimonio Cultural, la arquitecta Mar铆a de las Nieves Arias Incoll谩, quien declar贸 que vive 鈥渆narbolando utop铆as鈥 y que 鈥渃ost贸 mucho llevar adelante la obra鈥. El sitio est谩 bien acondicionado, es funcional y parece apropiado para lo que se proyecta; gracias a un cr茅dito del BID iba a ser inaugurado, en principio, en 2004. La utop铆a tard贸 un poco (ver aparte).

Aunque estaba anunciado, la ministra de Cultura, Silvia Fajre, no habl贸 oficialmente en el acto de apertura. Vestidos de negro, los veinte muchachos del Coro Trilce 鈥揹ependiente del gobierno鈥 s铆 cumplieron con el programa e interpretaron tres canciones de Homero Manzi. Y ya que se habl贸 de coincidencias y de lugares comunes, acaso venga a cuento citar los tres primeros versos de 鈥淭rilce鈥, ese poema extraordinario de C茅sar Vallejo: 鈥淗ay un lugar que yo me s茅/ en este mundo, nada menos,/ adonde nunca llegamos鈥.

Porque Vallejo conecta mejor con lo literario del encuentro en la Casa del Escritor: Jitrik. Su libro, El ojo de la aguja - Filosofemas, es una sucesi贸n l煤cida de pensamientos filos贸ficos que enhebran temas, autores, tiempos, culturas, corrientes, creencias. Coherentemente, en la edici贸n de la platense Al Margen no hay texto de contratapa que busque sintetizar, ni pr贸logo, ni 铆ndice; los cuerpos de ideas 鈥揹e entre dos y veinte l铆neas鈥 son acompa帽ados, apenas, por palabras-gu铆a al pie de p谩gina: pecado, teor铆a, deuda, memoria, poder, g茅nero, aventura, Dios, suicidio, deseo, escritura, resistencia. En el comienzo de la presentaci贸n, Hopenhayn se帽al贸 que la literatura argentina est谩 hecha, m谩s que por novelistas, por pensadores como Sarmiento, Macedonio Fern谩ndez, Lugones, Borges, Piglia, Vi帽as y, tambi茅n, Jitrik. 鈥淓n realidad son escritores que ejercen la cr铆tica y al mismo tiempo ficcionalizan sus pensamientos,鈥 dijo. Luego de un sobrevuelo por la obra de este autor nacido en 1928 鈥搎ue escribi贸 ensayos, poemas y novelas, que dirige la Historia Cr铆tica de Literatura Argentina鈥, la periodista remarc贸 el cruce-encuentro de los textos de este libro con los de Canon de alcoba y La letra de lo m铆nimo, escritos por la mujer de Jitrik, Tununa Mercado. 鈥淐ada filosofema es una ola que nos envuelve y nos deposita en una playa, donde nos tenemos que arreglar solos, con aquello que No茅 nos hizo pensar鈥, dijo Hopenhayn.

鈥淚nvitarme en la primera actividad de la Casa del Escritor me hace sentir un escritor por primera vez en mi vida鈥, ironiz贸 Jitrik, y cont贸 que el libro fue macer谩ndose a lo largo de mucho tiempo. 鈥淧uedo decir 鈥揷ont贸鈥 que empez贸 con un pensamiento que me resultaba divertido: me preguntaban por la presencia de la historia en la literatura y se me ocurri贸 decir que la relaci贸n era como la cebolla a la salsa: sin cebolla no hay salsa posible, pero si se nota, se va al demonio. Pasa eso con los ingredientes que no pueden faltar en la literatura y que, sin embargo, si se notan, la transforman en otra cosa y deja de ser lo que es: algo que estamos buscando desde siempre, para lo que no hay una respuesta clara.鈥 Y sigui贸: 鈥淟o que m谩s me interes贸 fue darles a estos pensamientos un car谩cter po茅tico, lo cual pone tambi茅n en tela de juicio la noci贸n de verdad. Porque cuando uno hace afirmaciones que tienen que ver con el miedo, la rebeld铆a, el destino, la vocaci贸n, la muerte, el sacrificio, la religi贸n, si no las poetiza, se convierten en afirmaciones. Y la afirmaci贸n es una prima hermana de la verdad, pero prima bastarda鈥.

Kafka, Nietzsche, Benjamin, Barthes, Freud, Baudelaire, Blanchot, son los autores de algunas de las ideas que resignifica Jitrik, que esboz贸 un ligero parentesco para este libro con los aforismos de Lugones y C茅sar Fern谩ndez Moreno. 鈥淣煤cleos de ideas鈥, intent贸 aproximarse en la definici贸n. Luego, al final, Banegas, fabulosa, ley贸 algunos: 鈥淪iempre hay gente que act煤a como si tuviera alguna deuda; es bueno si logra saber qui茅n es su acreedor, pero es nefasto si la deuda es consigo mismo: 茅sa nunca se salda鈥. 鈥淓scribir es eso 鈥揾ab铆a dicho Jitrik apenas antes鈥: vincularse con aquello que est谩 guardado en la casa de la memoria y que lo constituye a uno, aunque uno no recuerde que eso ha estado guardado.鈥

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