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Martes, 22 de abril de 2008
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Juan Gelman en Madrid, una de tantas definiciones de la poesía

“Un árbol sin hojas que da sombra”

En la rueda de prensa previa a la entrega del Premio Cervantes, el poeta y periodista respondió telegráfica pero amablemente todo.

Por José Andrés Rojo *
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En el encuentro, Gelman posó junto a sus nietos Jorge y Macarena.

Desde Madrid

Le preguntaron a boca de jarro una cuestión –¿qué es la poesía?– que dijeron que era simple de responder. Contestó que si aquello era en verdad simple, su oreja izquierda era un jardín zoológico. Pero no se achicó. Primero comentó que un poeta norteamericano había dicho que la poesía era “una forma de apremiar a dios para que hable” y luego se acordó del mexicano José Emilio Pacheco, que la definió como “la sombra de la memoria”. Y luego, como quien apura un trámite al que no tiene más remedio que enfrentarse, comentó que por lo que a él respecta se podría decir que es “un árbol sin hojas que da sombra”. Siguiente pregunta.

Lo que tienen los poetas es que se meten en honduras como quien se pone a sacudir las migas de pan del mantel. Juan Gelman recibirá mañana el Premio Cervantes, el máximo galardón que celebra la obra de un autor en lengua española. A propósito de su discurso de aceptación, se limitó a explicar que trataría de las obras de Cervantes y de los alrededores de esa obra. Lo dijo en plan telegráfico, ni más ni menos. Siguiente pregunta.

Que se emocionó, que fue muy conmovedor recibir la noticia. Hizo la broma de lamentar que le dieran el premio precisamente este año, justo cuando a partir de la próxima edición su dotación pasa de los 90.000 euros a 125.000 (ver aparte). Eran respuestas a cuestiones que forman parte inevitable del protocolo de una rueda de prensa. Cuando le preguntaron por Argentina, manifestó su extrañeza: “¿Por qué a los poetas les hacen siempre preguntas políticas y a un político no se le pregunta nunca sobre poesía?”. Aun así, y derrochando de nuevo elegancia y buenas maneras, Gelman contestó que su país era en 1910 la octava potencia mundial y que aún ahora era tal su potencial agrícola que podría alimentar a 360 millones de personas. “Hay una herencia de los gobiernos de Menem y de De la Rúa que es muy pesada en términos económicos.” Y que eso ha explotado cuando los grandes terratenientes se unieron a la derecha y a los pequeños productores. Se refirió a unas conversaciones con estos últimos que podrían desactivar la crisis. Siguiente pregunta.

“La poesía y el periodismo son géneros distintos”, contestó cuando le preguntaron por esos oficios que lleva practicando tanto tiempo. Del periodismo resaltó que le encantaba hacer de cronista. Salía a la calle y entraba en contacto con aspectos muy diferentes del lenguaje. “El periodismo me ha enriquecido sobre todo como persona, pero no sé cuánto de todo eso habrá pasado a la poesía. En cuanto a ésta, le ayuda al periodista porque te da una visión del mundo.” ¿Qué es más importante, la experiencia o la obra? “Una cosa es producto de la otra. Toda experiencia de vida me empujó a romper los límites de la lengua. No como juego formal, sino como necesidad expresiva.” Siguiente pregunta.

Así fue Juan Gelman ayer, de un lado a otro, rondando su obra, que tiene tantos registros distintos, y rondando esa vida tan dura que le tocó padecer cuando la dictadura lo empujó al exilio y se llevó por delante a su hijo y a su nuera (y tuvo que andar persiguiendo a la nieta que ésta había dado a luz antes de morir asesinada, hasta que la encontró). “El exilio te enriquece. Cuando trabajaba en Viena como traductor de Naciones Unidas, los domingos iba al Kunsthistorisches Museum para ver las cinco obras de Velázquez que hay allí y un retrato de Durero. En Roma asistí al cambio de la Capilla Sixtina. A un lado, la zona envejecida, llena de tiempo. Al otro, los colores imprevisibles que iban surgiendo con la restauración.” ¿Alguna pregunta más?

Bromeó con un nieto, que le preguntó como periodista, y tuvo siempre el detalle de contestarlo todo. Incluso la indiscreción de a quién elegiría para el premio. “A cualquiera de los finalistas de esta edición: Nicanor Parra, José Emilio Pacheco, Blanca Varela, Mario Benedetti.” El ministro de Cultura, César Antonio Molina, anunció al comienzo de la rueda de prensa los cambios que habrá en el Cervantes y dijo que habría también cambios en los jurados del Velázquez y de los Premios Nacionales, que se anunciarían en sus respectivas convocatorias.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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