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Desde Oberá, Misiones
La ciudad conocida por la Fiesta del Inmigrante tiene su fama bien ganada: en Oberá hay catorce colectividades europeas, asiáticas y americanas y se profesan 32 cultos. Cultura no le falta. Lo que esta ciudad misionera no tenía era un cine. Y precisamente su existencia es lo que ahora se está celebrando: en el pueblo de 70 mil habitantes, fundado el 9 de julio de 1928, se inauguró el Espacio Incaa Km 1118. La sala reacondicionada tiene su historia: Gregorio Brezco, alias “Pan Dulce”, un inmigrante polaco que en 1942 se radicó en Oberá y, luego de hacer llegar el cinemóvil a los lugares aledaños de la zona a través de una camioneta estanciera, fue el operador del Cine-Teatro Oberá. La época dorada de la sala fue entre los ’40 y los ’60. En los ’80 llegaron a existir dos cines en la ciudad. Pero desde entonces, Oberá no tenía una sala hasta que en 2003 el municipio reflotó la idea de volver a abrir el Cine-Teatro Oberá: dificultades técnicas y comerciales impidieron que pudiera sostenerse el proyecto.
Ahora, gracias a la labor del Instituto –con la colaboración de la Municipalidad de Oberá y de la gobernación de Misiones–, se ha refaccionado y se convirtió en el Espacio Incaa número 27, de 40 que la presidenta del organismo, Liliana Mazure, tiene pensado inaugurar antes de fin de año. La sala cuenta con 277 butacas en la platea y un pullman para 27 espectadores. El lugar, pensado para exhibir cine argentino, también viene a solucionar una dura realidad de muchos jóvenes de Oberá interesados en aprender cine, que no tenían ni siquiera la posibilidad de ver películas y, que junto a la Municipalidad de Oberá y la Universidad Nacional de Misiones, organizan desde 2003, a todo pulmón, el Festival Internacional de Cine Oberá en Cortos.
El término Oberá significa “lo que brilla” en el idioma guaraní. Durante la inauguración, en la ciudad “que brilla”, el sol no asomó ni un minuto, debido a la esperada lluvia torrencial que cayó copiosamente de día y de noche. Sin embargo, se iluminaron las ilusiones de muchos habitantes cuando vieron que el moderno proyector digital permitía ver las primeras imágenes en la pantalla, con la exhibición de Haroldo Conti, homo viator, film dirigido por Miguel Mato, que estuvo presente junto al músico de la película, Esteban Morgado. Su largometraje combina el documental y la ficción para abordar una figura emblemática tanto de la literatura como de la militancia política: Haroldo Conti, desaparecido por la dictadura militar en 1976.
Previamente, Mazure junto con el intendente de Oberá, Ewaldo Rindfleish, y el gobernador de Misiones, Maurice Fabián Closs, cortaron la cinta de estreno. Luego del Himno Nacional Argentino y la canción oficial de la provincia, “Misionerita”, a cargo de la Banda de Música de la Policía de Misiones, Mazure señaló que la red de Espacios Incaa “exhibe cine nacional, el cine hecho por nosotros, el cine que expresa nuestros deseos, nuestras fantasías, nuestras imágenes y nuestra identidad. Desde el Incaa estamos con una política federal: estamos tomando en cuenta a todo el país, recorriendo todo el país”. Por otro lado, la titular del Instituto expresó que “nuestras pantallas merecen tener nuestras imágenes y no las traídas desde otros lugares del mundo, que no hablan nuestro idioma ni expresan nuestras fantasías ni nuestros deseos”. En ese sentido, recalcó que “recuperar esta sala es también recuperar nuestras imágenes. Esto está lleno de energía, muchas imágenes han pasado por acá, muchas emociones, mucho afecto y mucho sentimiento, porque de eso se trata”. Mazure concluyó señalando: “Tenemos una sala más para ver nuestros materiales en esta experiencia única que es ver, palpitar y estremecerse en conjunto por lo que estamos viendo en la pantalla”.
Rindfleish agradeció a los periodistas porque “en Oberá estamos acostumbrados a que cuando aparecen los medios nacionales es para que trasciendan noticias que, por ahí, no nos gustan. En este caso, este evento es sumamente importante que tenga esa trascendencia que creo que se merece”. Luego de contar la génesis del proyecto, el gobernador Closs sostuvo que “ahora viene el desafío, de cómo uno hace continuar esta situación: ¿es un negocio? ¿Es probable que sea un negocio? ¿Lo debemos pensar como un negocio o debemos asumir que si acá tenemos este espacio que es municipal, que desde la Nación se va a dotar de películas, lo tenemos que pensar con una función cultural y social? Y probablemente ése sea el camino”.
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