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Martes, 18 de mayo de 2010
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Acuerdo para la nueva película de Sacha Baron Cohen

Las cabras que valen millones

A contramano de los aires que corren por la industria del cine actual, el responsable de Borat y Bruno se aseguró veinte millones de dólares, que podrían llegar a ochenta si el film es un éxito. Todo lo que se sabe es que involucrará a un pastor de cabras.

Por Guy Adams *
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En 2006, Baron Cohen recaudó 261 millones con Borat.
Desde Los Angeles

Alcanzó la fama como el gangsta rapper blanco Ali G, antes de conquistar Hollywood como Borat, el presentador de Kazakh TV, y el periodista de modas gay Bruno. Ahora, Sacha Baron Cohen se prepara para develar un cuarto alter ego: nadie sabe aún el nombre del personaje, pero en su descripción se asegura que casi seguramente involucrará a unas cabras. El comediante británico tiene a la industria del cine rascándose la cabeza, preguntándose si la recesión efectivamente ocurrió, frente a la noticia de que el comediante le vendió su nuevo proyecto al estudio Paramount en al menos veinte millones de dólares. Si a la película le va bien en la taquilla, el salario del actor podría llegar a ochenta millones.

Los detalles del acuerdo aún no fueron develados, pero en Hollywood se dieron a conocer algunas líneas argumentales sueltas del próximo film, que Baron Cohen y sus coguionistas –tres de ellos están detrás de la sitcom Curb your enthusiasm– estuvieron mostrando a los ejecutivos de los “seis grandes”, los mayores estudios de Los Angeles. Sacha Baron Cohen asumirá dos papeles, como un pastor de cabras y un dictador depuesto que se encuentra perdido en los Estados Unidos. En lugar del formato de “mockumentary” (sátira de documental) de sus películas anteriores, la película, aún sin título, será una comedia tradicional. Un comentarista la describió como un film “muy en el espíritu de las comedias de los años ’80, como De mendigo a millonario y Un príncipe en Nueva York, de John Landis”.

El punto sobre el que más se habla, sin embargo, es la paga que Baron Cohen espera obtener. Se rumorea que firmó un acuerdo “20-20”, uno de los legendarios contratos de Hollywood que hacen que la estrella principal se lleve 20 millones de paga, más un 20 por ciento de la recaudación de su película, que tendrá un presupuesto de 65 millones. Si Paramount obtiene beneficios, el reparto para Cohen será aún más alto, hasta el 30 por ciento de la recaudación. El comediante, que también se encuentra en conversaciones para protagonizar una remake de Delirio de grandezas (The Secret Life of Walter Mitty, Norman Z. MacLeod, 1947), tiene la garantía del control creativo sobre su “proyecto del pastor de cabras”, además de una cláusula que asegura que el film se hará y estrenará.

Esa clase de cifras constituyen una noticia llamativa, porque llegan en un momento en el que la industria estadounidense del cine está bajando de las alturas en las que solían estar las figuras de la “Lista A”. Más y más estrellas de primer orden fueron forzadas a firmar acuerdos en los que consiguen grandes cifras de dinero solo si la película es un éxito. Es que el público parece haberse cansado de las películas que sirven de “vehículo para estrellas” en favor de films “conceptuales” que giran alrededor de una gran idea, como Avatar. Baron Cohen no ha sido inmune a esta tendencia. Borat (2006) consiguió 261 millones en la taquilla global, pero su intento de repetir el truco el año pasado con Bruno fue un fracaso relativo: a pesar de su intensa campaña de marketing, el film recibió críticas mezcladas y solo recaudó 138 millones.

Ante ese panorama, la habilidad de Baron Cohen para firmar semejante contrato lleva a pensar en las estrategias del buen vendedor puerta a puerta. Al menos cuatro de los seis estudios se mostraron interesados en financiar la película, y de acuerdo con el influyente blog Deadline Hollywood Daily –que fue quien reveló las novedades– hubo una guerra de ofertas entre Paramount y Sony. El punto muerto al que había llegado la negociación se rompió cuando Brad Grey, ejecutivo de Paramount, envió una cabra vestida con una remera del estudio a WME, la oficina del agente de Baron Cohen. De acuerdo con el blog, el principal ejecutivo de la firma, Ari Emanuel, “debió hacer sacar a la cabra cuando ésta decidió utilizar uno de los pasillos como baño”.

De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

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