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Jueves, 24 de junio de 2010
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La carretera, dirigida por John Hillcoat, sobre la novela de Cormac McCarthy

Padre e hijo en el post-Apocalipsis

Lo mejor del film hay que buscarlo en la magnífica composición de Viggo Mortensen, cada vez mejor actor.

Por Luciano Monteagudo
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Mortensen y Kodi Smit-McPhee, intentando sobrevivir en un futuro helado, yermo y hostil.

En el principio, fue la novela. Celebrada unánimemente por la crítica estadounidense y premiada con el Pulitzer, La carretera llevaba marcado a fuego en sus páginas su inminente destino cinematográfico. Sobre todo después del salto a la popularidad que dio la literatura de Cormac McCarthy a partir de la adaptación de los hermanos Coen de Sin lugar para los débiles, premiada a su vez con la estatuilla de Hollywood. La combinación Oscar-Pulitzer debe haber sido, sin duda, muy tentadora a la hora de armar el proyecto. Es verdad que la novela, con su impiadoso retrato de un mundo post-apocalíptico, surcado por un padre y su hijo al borde de sus fuerzas, que tratan apenas de sobrevivir el día a día, no es el tipo de material que prefiere la gran industria del espectáculo. Pero a veces el prestigio también paga. Lo que quizá no se tuvo demasiado en cuenta fueron las dificultades intrínsecas de la novela, que son más de las que parecen.

Hay algo engañoso en The Road, la novela: su prosa seca, despojada, lacónica; sus diálogos cortantes como cuchillos; su trama lineal con apenas dos personajes y su precisa descripción de un paisaje agónico pueden hacer pensar, en primera instancia, que es relativamente fácil de adaptar al cine, que basta apenas con agarrar el libro tal como fue publicado y filmarlo página por página, sin necesidad de pasarlo por el tamiz de un guión o de una idea de puesta en escena. La paradoja de la novela de McCarthy, sin embargo, es que esa materialidad esencial de su texto, contrastado con un escenario correspondiente al género fantástico, provoca un efecto metafórico: lo concreto aspira a representar lo universal. Con el film dirigido por el australiano John Hillcoat sucede exactamente lo inverso: al preocuparse antes por su contenido que por su estilo, la película termina desnudando aquello que quizá sea el aspecto más discutible de la obra de McCarthy, esa suerte de humanismo trasnochado que trasunta la novela, ese lastre simbólico-religioso que el relato carga como una penitencia.

En una adaptación por lo demás fiel, las pocas variaciones que introduce el film en relación al texto no parecen las más felices. La novela transcurre en un agobiante tiempo presente que hace aún más angustiante la travesía de ese padre y su hijo en busca de abrigo y alimento, en un mundo cada vez más frío, yermo y hostil. La película no pretende aligerar la gravedad de ese viaje, pero lo matiza con una serie de flashbacks donde el padre (Viggo Mortensen) sueña con su mujer (Charlize Theron), la madre de su hijo (el debutante Kodi Smit-McPhee). Esos recuerdos tienen la función de darle mayor información al espectador, de completar la historia que McCarthy había dejado, deliberadamente, librada a la imaginación del lector: ¿cómo empezó el Apocalipsis?, ¿había nacido ya el niño?, ¿cuándo y por qué desapareció la madre? Ese trabajo la película ya lo entrega hecho de antemano.

Lo mejor del film hay que buscarlo en la magnífica composición de Viggo Mortensen, que se revela cada vez mejor actor. Desde sus dos excelentes protagónicos con David Cronenberg (Una historia violenta, Promesas del este) se sabe que Mortensen es mucho más que el héroe de Hollywood que comenzó siendo. Pero aquí, desprovisto de un director de la talla de Cronenberg y enfrentado a un personaje que corre el riesgo de ser apenas una idea (nunca se sabe su nombre, por ejemplo), Mortensen se ocupa de infundirle verdad, sustancia y carnadura, mientras sus ojos glaucos parecen reflejar el terror de tener que abandonar a su hijo a un mundo sin futuro. Una fugaz aparición de Robert Duvall, casi irreconocible en la piel de un viejo harapiento que también recorre La carretera en busca de un día más de vida, aporta a su vez su propio momento de bravura.

Para quienes se sientan sorprendidos por el final de la película y piensen que se trata de una concesión de Hollywood a su público hay que advertirles que es igual al de la novela, solamente que la literalidad que supone la puesta en imágenes de ese repentino optimismo lo vuelve aún más inverosímil.

6-LA CARRETERA

(The Road, Estados Unidos/2009).

Dirección: John Hillcoat.

Guión: Joe Penhall, basado en la novela homónima de Cormac McCarthy.

Fotografía: Javier Aguirresarobe.

Música: Nick Cave y Warren Ellis.

Edición: Jon Gregory.

Diseño de producción: Chris Kennedy.

Intérpretes: Viggo Mortensen, Kodi Smit-McPhee, Charlize Theron, Robert Duvall, Guy Pearce. Molly Parker, Michael K. Williams.

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