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Todo el Teatro Avenida se llenó de estrellas el lunes por la noche para celebrar la entrega de los Premios Cóndor de Plata a lo mejor de la producción local, que otorga la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina desde hace cincuenta y nueve años. Pero al final de la ceremonia, la fiesta no fue completa. Si bien Carancho y Pablo Trapero obtuvieron los galardones a Mejor Película y Mejor Director, respectivamente, nadie del equipo ni de la producción del film que fue precandidato al Oscar 2011 en representación de la Argentina asistió para recibir las distinciones, a las que se sumaron otros dos Cóndor: al montaje y al sonido. De esta manera, uno de los largometrajes más premiados no tuvo ningún representante en el teatro, una decisión que cayó muy mal en la Asociación de Cronistas al promediar el cierre de la entrega de los Cóndor. Carancho obtuvo casi el cincuenta por ciento de los premios a los que estaba nominada, ya que competía en nueve categorías.
La otra película que tenía nueve nominaciones y que cosechó cuatro Cóndor de Plata fue El mural, de Héctor Olivera, quien narró en clave de ficción las relaciones apasionadas que se generaron en el mundo de la familia Botana cuando el muralista mexicano David Alfaro Siqueiros llegó a la Argentina a realizar la obra Ejercicio Plástico, a pedido del dueño del viejo diario Crítica. Uno de los Cóndor fue para Ana Celentano, por su trabajo como actriz de reparto. Celentano –que compuso a Salvadora Medina Onrubia–, la esposa de Natalio Botana, agradeció a Héctor Olivera por convocarla para hacer “este personaje tan increíble”. Y se le quebró la voz cuando señaló que quería dedicar el Cóndor a la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, “que es una gran mujer; nos da mucho orgullo tener una mujer con tantas agallas y con esa fortaleza para seguir adelante”. Fue el primer gran aplauso colectivo, incluyendo el del ministro de Economía y candidato a vicepresidente de la República, Amado Boudou, que estuvo presente y entregó uno de los galardones. El mural también conquistó los Cóndor a la Fotografía, Dirección de Arte y Vestuario.
Al igual que lo sucedido en la entrega de los Premios Sur que otorga anualmente la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina, Daniel Aráoz obtuvo el galardón al Mejor Actor por su brillante composición en El hombre de al lado, de Gastón Duprat y Mariano Cohn. Y ganó el premio en un rubro en el que estaban nominados actores de peso como Ricardo Darín, Antonio Gasalla, Osmar Núñez y Luis Machín. Esta distinción confirmó el reconocimiento que tuvo Aráoz tanto de la crítica especializada como de la opinión del público. “Era una asignatura pendiente que tenía el cine y estoy muy feliz de poder actuar en cine. Así que voy a dejar todo mi corazón y toda mi alma en esto que se ofrece nuevo para mí. Siempre soñé con hacerlo”, reconoció Aráoz. El premio se lo entregó José Luis Gioia, al que como a casi todos le costó mucho abrir el sobre de premiación. Y haciendo honor a su profesión de humorista dijo: “Felicitaciones al que cerró los sobres, me encantaría que viniera a cerrar mi casa el día que me voy de viaje”. El hombre de al lado también obtuvo el Cóndor a la Mejor Música (Sergio Pángaro) y al Mejor Guión Original (Andrés Duprat). “Recibo en nombre de Andrés Duprat, que está de viaje por México –dijo Mariano Cohn–. Es el segundo Cóndor, así que va a estar contento de sumarlo a su colección. Andrés es un pilar muy importante para nuestras películas, siempre es el guionista. Y seguramente estará muy contento con el premio.”
La mirada invisible, de Diego Lerman, se perfilaba para tener una buena noche, aunque fue a medias. Era la película con más nominaciones (diez) y obtuvo solamente dos Cóndor de Plata, aunque muy relevantes. Uno de ellos fue el del guión adaptado, escrito por Diego Lerman –también fue el director del film– y por María Meira. “María Meira no está viviendo acá sino en Armenia, pero lo escribimos juntos en base a la maravillosa novela de Martín Kohan”, dijo Lerman refiriéndose a Ciencias Morales, la novela con la que Kohan ganó el Premio Herralde. El Cóndor a la Mejor Actriz quedó en manos de Julieta Zylberberg –protagonista de La mirada invisible–, por su composición de una preceptora que ejerce un férreo método de control disciplinario en el Colegio Nacional de Buenos Aires, durante los días previos a la guerra de Malvinas, y a la que le surgen fantasías sexuales en el baño de los varones. Cuando la actriz subió al escenario, le dedicó el premio al coprotagonista Osmar Núñez, a quien definió como “el mejor compañero”.
El Cóndor al mejor Actor de Reparto fue compartido por Luciano Cáceres (La mosca en la ceniza, de la recordada Gabriela David), y Willy Lemos (Paco, de Diego Rafecas). La revelación masculina fue Martín Slipak por su trabajo en Sin retorno, de Miguel Cohan; mientras que la revelación femenina resultó María Laura Caccamo, por su interpretación en La mosca en la ceniza. El Cóndor a la Mejor Opera Prima lo recibió Rompecabezas, de Natalia Smirnoff (el film formó parte de la Competencia Oficial del Festival de Berlín 2010). En tanto, el Cóndor a la Innovación Artística lo obtuvo Edgardo Cozarinsky por Apuntes para una biografía imaginaria. El mejor documental, según los cronistas, fue Ernesto Sabato, mi padre, de Mario Sabato.
Algunos momentos emotivos se vivieron con la entrega de los Cóndor a la Trayectoria, que recibieron la actriz Nélida Romero, el director Manuel Antín, la periodista Enriqueta Muñiz y el actor español José Sacristán. Luego de recibir el Cóndor de manos del periodista Carlos Morelli, el protagonista de Solos en la madrugada cautivó a la platea con su oratoria y su exquisito tono de voz: “Llevo más de cincuenta años dedicándome a un oficio maravilloso que me ha permitido, entre otras cosas, poder comer regularmente todos los días de la semana, y pagar el colegio de los chicos, el recibo de la luz, el del gas y demás, entre otras muchas satisfacciones. La más importante es estar aquí esta noche recibiendo este premio que viene a decirle a uno que tantos años de trayecto no han sido del todo desencaminados ni ha ido uno tan desorientado. Es el reconocimiento a tantos años de trabajo, pero sobre todo que venga de vosotros, porque admiro profundamente todo lo que se mueve alrededor no sólo del cine sino de la cultura en general de este país y me honra y procuro corresponder de la mejor manera que seáis vosotros quienes me distinguen con este premio”, dijo Sacristán. Luego, le retribuyó el gesto a Morelli al entregarle el diploma de la Asociación de Cronistas por su labor como director del Festival Pantalla Pinamar.
Antes de la premiación, habló la presidenta del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), Liliana Mazure: “Este año se celebra la 59ª edición de los Cóndor, que son premios que nosotros desde la industria cinematográfica agradecemos muchísimo porque sabemos el trabajo que Cronistas Cinematográficos ha llevado adelante a través del tiempo, y porque es un premio que se da a cada uno los integrantes de los equipos que trabajan para llevar adelante las películas, y para que una idea y una historia lleguen a ser película”. También brindó un resumen sintético de los logros de su gestión y comenzó recordando que el año pasado se estrenaron 110 películas, “un número sin precedentes en la historia de los estrenos cinematográficos nacionales”, dijo. Pero también recalcó que el problema en la actualidad se produce en la exhibición: “Tenemos pocas pantallas, tenemos tanto cine y no hay la suficiente cantidad de salas para verlo. Desde el gobierno nacional y desde el Incaa estamos con programas de digitalización y queremos llevar adelante más salas para que nuestras películas puedan verse”. En ese sentido, Mazure anunció la reinauguración del Espacio Incaa Km 3 Arte Cinema (Salta 1620) que finalmente se concretó ayer.
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