Imprimir|Regresar a la nota
Viernes, 21 de abril de 2006
logo espectaculos
CAROLINE NEAL Y “SI SOS BRUJO: UNA HISTORIA DE TANGO”

Un encuentro de generaciones con música a toda orquesta

El film estadounidense sigue la labor de la Orquesta Escuela de Tango que dirige el veterano maestro Emilio Balcarce.

Por Karina Micheletto
/fotos/espectaculos/20060421/notas_e/NA26FO01.JPG
“En EE.UU. me pedían que aparecieran palmeras”, cuenta Neal.

Hay un tema recurrente en el tango y tiene que ver con la desaparición de una generación de recambio: la época de oro dominada por las grandes orquestas típicas sufrió un corte abrupto que –Piazzolla mediante– recién parece estar siendo saldado con compositores e intérpretes jóvenes en la actualidad. La idea de la Orquesta Escuela de Tango, que dirige el maestro Emilio Balcarce, apunta en esa dirección: formar las nuevas generaciones de músicos de tango en los diferentes estilos de las grandes orquestas históricas. Una forma de pasar la posta, saldando aquel proceso que no pudo darse naturalmente. El documental Si sos brujo: Una historia de tango, de la estadounidense Caroline Neal, rastrea la historia de la gestación de esta orquesta, poniendo el acento dramático en cierto sentido de la urgencia que domina el proyecto: “Cuando estos tipos no estén más, se pierde todo”, se reflexiona en uno de los testimonios, refiriéndose a los grandes maestros que ofician de directores invitados en la orquesta.

Con guión de Neal y Alberto Muñoz, por el documental desfilan glorias del tango como Leopoldo Federico, Atilio Stampone, Carlos García y Horacio Cabarcos. Y también los ya fallecidos Julián Plaza y José “Pepe” Libertella. Pero la estrella indiscutida de la película es el maestro Balcarce, violinista, bandoneonista, director, arreglador y compositor, pieza clave de la música porteña en orquestas como las de Osvaldo Pugliese, fundador del Sexteto Tango y autor de temas como La bordona y Si sos brujo.

Algunos de los momentos más intensos del documental aparecen cuando la cámara logra meterse en la intimidad de este hombre de 88 años, que dice que no quiere quedarse sentado en una silla, pero amaga con su retiro cuando aparecen problemas de audición: “El audífono no me sirve, porque lo que preciso no es fuerza sonora sino claridad. ¡Empiezo a perderme detalles!”, se queja el director. La conversación entre Balcarce y dos jóvenes músicos, Ramiro Gallo y Horacio Romo, alrededor de este tema, minutos antes de subir a escena, es uno de los momentos más tiernos del documental.

Tras cada uno de los planteos de Balcarce, sobrevendrá el esfuerzo del contrabajista Ignacio Varchausky, principal gestor del proyecto, por convencerlo de que no abandone la orquesta. La dignidad y el orgullo por el trabajo que revela Balcarce se sintetizan en una frase: él se niega a aparecer algún día como figura decorativa. Su labor con los alumnos, documentada por Neal, deja claro que está muy lejos de ocupar ese lugar.

El primer motor que llevó a Caroline Neal hasta este trabajo es, como suele suceder, una historia de amor. Neal nació en Virginia, vivió en distintos lugares, hasta que en 1999 conoció a Varchausky en Londres, en una milonga donde ella estaba “bailando obsesionada”. “El había ido a tocar en un festival con la Orquesta El Arranque y la última noche me contó la idea de esta orquesta que quería formar”, cuenta la directora. “Volví a Nueva York y empecé a pensar que sería bueno hacer un documental sobre este joven en busca de sus maestros. Tenía la estructura perfecta para un documental dramático: un joven con un ideal noble, luchando contra grandes obstáculos... Y, claro, había un interés extra: tenía que encontrar la forma de seguir viendo a Ignacio, porque ya me sentía muy atraída por él”, detalla Neal, que actualmente está casada y tiene una hija con Varchausky.

Así que Neal se las ingenió para llegar a la Argentina tras la historia de ese héroe joven, después de rechazar la oferta de una productora estadounidense que ponía como condición que los músicos vistieran camisas fucsias y que en Buenos Aires aparecieran palmeras, para dar “más tropical”. “Exactamente el día que llegué a Buenos Aires para empezar la filmación llegó el apoyo de la Secretaría de Cultura de la ciudad. Después de tres años, aparecían los fondos”, recuerda Neal. “Para la Orquesta Escuela era buenísimo. Para mí, un desafío, porque me estaba quedando sin drama: el joven ya no tenía impedimentos para lograr lo que quería.”

Finalmente, lo que comenzó planeado como la historia de un joven luchando contra obstáculos externos, terminó delineándose como la de un maestro sabio (y, por cierto, un personaje encantador) luchando contra sus propios obstáculos. “Emilio no se rinde, sigue llegando en jean y zapatillas a cada ensayo, siempre con una idea nueva. Para mí es una inspiración”, dice Neal. La directora está segura de que aprendió algo en el transcurso de la filmación: “Siempre es más lindo lo que pasa naturalmente frente a la cámara que lo que pueda orquestar yo. Siempre es mejor la vida real que mi imaginación”.

Si sos brujo: Una historia de tango se proyecta en el Gaumont y en Showcase Cinemas de Belgrano.

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.