Luego de una serie de infinitas cancelaciones y reprogramaciones se estrena finalmente en la Argentina la 煤ltima pel铆cula de los hermanos Dardenne, lanzada mundialmente en el Festival de Cannes 2014. Motivo de celebraci贸n para sus seguidores pero tambi茅n de preocupaci贸n por una disciplina de trabajo cinematogr谩fico (dif铆cilmente pueda aplicarse mejor el t茅rmino que a los directores de El hijo, Rosetta y El ni帽o) que comienza a mostrar algunas tensiones y fisuras internas y que, por primera vez, puede entenderse como mera aplicaci贸n de una f贸rmula. 驴Es Dos d铆as, una noche un film despreciable, que puede pasarse por alto sin mayores consideraciones? Definitivamente no, pero tal vez los realizadores belgas hayan forzado demasiado la m谩quina en esta ocasi贸n. No vale la pena discutir el casting de Marion Cotillard, gran estrella del cine franc茅s, ya que su encarnaci贸n de Sandra 鈥揺sposa, madre de dos hijos, empleada de una pyme dedicada a la fabricaci贸n de paneles solares鈥 resulta ejemplar: luego de algunos minutos de proyecci贸n, el film logra que el espectador no vea a la Cotillard haciendo de joven proletaria sino a una trabajadora en problemas interpretada por una actriz llamada Cotillard. La diferencia entre ambas nociones es enorme y bast贸 para ello un acertado uso (o falta de) maquillaje, un vestuario apropiado y una direcci贸n actoral f茅rrea.
Lo problem谩tico en Dos d铆as, una noche es, en 煤ltima instancia, conceptual y de representaci贸n. En gran medida el de los Dardenne ha sido siempre un cine de concepto, pensado y gestado alrededor de una idea central, a partir de la cual se elabora una tesis (generalmente dial茅ctica) acerca de cuestiones como el trabajo y las condiciones en que se lleva a cabo, la inmigraci贸n, la noci贸n de paternidad/maternidad y otros temas prioritarios en la vida contempor谩nea europea y del resto del mundo. Aqu铆 el punto de partida involucra a Sandra y a la decisi贸n de la peque帽a empresa en la que trabaja de poner al resto de sus 16 empleados entre la espada y la pared: optar mediante una simple votaci贸n por despedirla y obtener una prima de mil euros o mantener ese puesto de trabajo y no recibir el aumento de sueldo. Que Sandra est茅 saliendo de una depresi贸n cr贸nica que le imposibilit贸 de trabajar durante un tiempo no es un detalle menor en la postura de la empresa y, ciertamente, es un dato que pesa fuerte en la mirada de sus compa帽eros. En particular de aquellos que andan ahogados en deudas o que simplemente necesitan ese dinero extra para dar alg煤n salto en su econom铆a cotidiana. En pocas palabras: es el capitalismo, est煤pida.
De all铆 en m谩s, con el fuerte apoyo de su marido luego de una primera instancia de resignaci贸n, Sandra iniciar谩 una carrera contra reloj durante la cual intentar谩 convencer a sus colegas 鈥搖no por uno, visit谩ndolos en sus propios hogares鈥 de que voten por su permanencia en el trabajo. Podr谩 pensarse que tal situaci贸n resulta un tanto forzada y que, en l铆neas generales, las empresas 鈥揼randes o chicas鈥 no se andan usualmente con tantos rodeos para dejar en la calle a sus empleados. Incluso es posible preguntarse si ese planteo posee una l贸gica financiera que permita sostenerla. De nuevo, el concepto, que puede entenderse en el mejor de los casos como met谩fora. Aunque en un cine fuertemente marcado por su impronta (hiper)realista, esa g茅nesis narrativa introduce un poco de ruido en la se帽al. Y son varios los 鈥渙lvidos鈥 o abdicaciones que el gui贸n incorpora sin demasiadas consideraciones, inimaginables en films anteriores, como poner en pantalla el alta hospitalaria m谩s veloz de la historia o el hecho mismo de que la historia no transcurra en dos d铆as y una noche. Como si en pos de alcanzar el objetivo de m谩xima: hacer chocar los intereses de la protagonista y su familia con los del resto de la sociedad 鈥搑epresentada por el 谩mbito laboral y comunitario cercano y la patronal鈥 los realizadores se llevaran por delante la minuciosa elaboraci贸n artesanal del material que era una marca notoria de su arte.
En ese sentido, cada uno de los camaradas a los cuales Sandra visita durante ese fin de semana resultan ser no tanto personajes como arquetipos, desde un extremo al otro del arco que va del ego铆smo a la solidaridad. El suspenso funciona, ciertamente, y la c谩mara sigue a Cotillard como lo ha hecho con tantos otros personajes en pel铆culas previas de los hermanos, logrando inter茅s y empat铆a. Pero la sumatoria de escenas y su decantaci贸n resulta sistem谩tica, sin demasiada vida m谩s all谩 de su calidad de ilustraci贸n de las ideas que la sostienen. Afortunadamente los 煤ltimos minutos de metraje, durante y despu茅s de la temida votaci贸n, evitan cualquier tipo de excesos y reencuentran un equilibrio y potencia que se corresponden con una f茅rrea toma de posici贸n del personaje de Sandra, a su vez iluminaci贸n 茅tica y maduraci贸n como ser humano. Un cierre justo, preciso y movilizador que vuelve a poner de relieve la m谩xima humanista que ha movido el cine de Jean-Pierre y Luc Dardenne desde sus primeros esfuerzos en el cine de ficci贸n.
Deux jours, une nuit; B茅lgica/Francia/Italia 2014
Direcci贸n y gui贸n: Jean-Pierre Dardenne y Luc Dardenne.
Fotograf铆a: Alain Marcoen.
Montaje: Marie-H茅l猫ne Dozo.
Dise帽o de producci贸n: Igor Gabriel.
Duraci贸n: 95 minutos.
Int茅rpretes: Marion Cotillard, Fabrizio Rongione, Catherine Sal茅e, Baptiste Sornin, Pili Groyne.
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