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Martes, 12 de diciembre de 2006
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CARMEN MAURA, UN HOMENAJE EN EL ENCUENTRO “PANTALLA PINAMAR”

“No creo que tenga nada pendiente”

La actriz española explicó en la ciudad balnearia las razones de su pasión por el cine... y por trabajar con Almodóvar.

Por Astrid Riehn *
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“En Volver, mi relación con Pedro como director fue exactamente la misma que hace veinte años”.

A diferencia de otras actrices que ven declinar sus carreras de forma proporcional al paso de los años, a los 61 Carmen Maura no para de cosechar éxitos y premios. Su papel de fantasmal abuela Irene en Volver, de Pedro Almodóvar, con quien no trabajaba desde hace dieciocho años, no sólo fue elogiado por la crítica, sino que le valió junto a sus compañeras de elenco el premio a la mejor actriz en el último Festival de Cannes. “Almodóvar ha sido muy importante no sólo para el cine, sino para el conocimiento general de España. Yo he viajado muchísimo con él en los primeros tiempos y a veces pienso que hizo más que muchos ministros de Cultura por dar a conocer al país”, comenta la actriz, de visita en Argentina, donde fue homenajeada por su trayectoria en el marco de la muestra de cine Pantalla Pinamar, en la costa de la provincia de Buenos Aires.

Sin embargo, Maura reconoce que esto también se convirtió en un problema. “Al principio todo el mundo se creía que el cine español era como el cine de Almodóvar. El es un tío con una personalidad completamente distinta, pero tenemos montones de directores completamente distintos. Muchísimas veces tuve que convencer a la gente de que el cine español no era sólo como las películas de Almodóvar –comenta–. Lo mismo pasaba con nosotras, las ‘chicas Almodóvar’: llegábamos a París a trabajar y todo el mundo creía que yo iba a llegar ‘Jijijí, jajajá, qué moderna soy’, y no es eso. Pero por otra parte abrió muchísimas puertas a muchos actores y directores y llevó muchos premios a España.”

Almodóvar y Maura se conocieron en tiempos de la “movida madrileña”, un movimiento cultural que explotó con la muerte del dictador Francisco Franco, y rodaron juntos las primeras películas del director manchego, como Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón (1980), ¿Qué he hecho yo para merecer esto? (1984), Matador (1986), La ley del deseo (1987) y Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988), su última colaboración con Almodóvar antes de Volver. Maura confiesa que lo que más le atrajo de interpretar a la abuela Irene fue que “tenía muchas ganas de volver a trabajar con Pedro”. A pesar de que habían pasado casi veinte años, Maura dice que una vez que director y actriz se encontraron en el set de filmación todo fue “exactamente igual” que antes. “Todo fue igual, salvo que mucho más grande, muy serio. El es más serio que antes. Pero mi relación con él como director era exactamente la misma que hace veinte años”, señala.

Carmen Maura trabajó junto a los directores más importantes del cine español, como Fernando Trueba (Sé infiel y no mires con quién), Carlos Saura (Ay, Carmela!) y Alex de la Iglesia (La comunidad) y ganó numerosos premios, entre ellos tres Goya. Quizá por eso, asegura que no tiene deudas pendientes en su carrera. “Se llega a un momento en la vida en que ya no se tienen cosas pendientes, sino que se va para adelante. Me iría a cualquier país a trabajar con cualquier persona que me convenciera. Me da un poco igual que sea famoso o no famoso o que la película sea grande o pequeña. A mí con que me traten bien y tenga las condiciones vitales mínimas que yo pido en un rodaje no creo que tenga nada pendiente. Lo que pasa es que como actriz he llegado tantísimo más lejos de lo que yo me esperaba, por eso no siento que tenga nada pendiente... Hombre, me gustaría hacer muchas más películas de época porque me gusta disfrazarme o me gustaría hacer una películas de naves espaciales... tonterías así. Y si me paso unos meses sin trabajar estoy contenta también, no es que necesite estar trabajando todo el tiempo”, dice.

El próximo año la encontrará filmando en las Islas Canarias, en Mallorca y en Galicia. En enero viajará a las Canarias para rodar la comedia Que parezca un accidente, de Gerardo Herrero, junto al actor argentino Federico Luppi, quien encarnará a un asesino a sueldo contratado por Maura para matar a un hombre. En Mallorca filmará una comedia de una nueva realizadora junto a Sancho Gracia, donde interpretará a una mujer que atiende una frutería de día y es la vedette del cabaret del pueblo por las noches. Y en Galicia protagonizará la remake de la película británica El jardín de la alegría, la historia de un ama de casa que decide plantar marihuana en su jardín para salir de las penurias económicas. A pesar de su larga trayectoria, asegura que sigue sintiéndose “rara” en el papel de homenajeada. “Estos homenajes están muy bien, son muy simpáticos, pero no me identifico. Me parece que están hablando de otra. No sé si es que tengo un desdoble de personalidad o algo así, por un lado está la actriz y por otro lado estoy yo, entonces sí, me hace ilusión, pero tengo una tendencia a tener la sensación de que hablan de otra. Me resulta muy difícil identificarme con ésta”, concluye entre risas.

* De la Agencia DPA. Especial para Página/12.

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