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Jueves, 14 de diciembre de 2006
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“COMO MARIPOSAS EN LA LUZ”, DE DIEGO YAKER

Entre lo antiguo y lo nuevo

Por Horacio Bernades

Lo nuevo y lo anquilosado parecerían indisolublemente unidos en Como mariposas en la luz, ópera prima de Diego Yaker, graduado de la Universidad del Cine. Así como actores jóvenes alternan en el elenco con veteranos, una afiatada técnica cinematográfica –característica de la “generación de las escuelas” a la que el realizador pertenece– está puesta al servicio de temáticas, conflictos y personajes que no difieren demasiado de los de cualquier película argentina de los años ’30, ’40 o ’50. Conflictos entre padres e hijos en los que a la larga se impone el amor, serias diferencias entre viejos amigos que se resuelven con un abrazo, escenas desbordantes de emoción y gente noble, honesta y trabajadora pueblan Como mariposas en la luz. Como si el sencillismo sentimental del cine argentino “de la edad de oro” fuera el modelo a alcanzar.

Coproducción entre Argentina y España, el tiempo que medió entre la idea original de la película y su estreno, y los típicos barquinazos de la realidad argentina, fechan indefectiblemente a Como mariposas en la luz. Típica situación post 2001, hay rumores de cierre en una fábrica de pescado marplatense, con salarios impagos y buena parte del personal en paro. A Diego (Lucas Ferraro) lo despidieron, mientras su padre (Pepe Novoa) y su hermana (Josefina Viton) siguen trabajando, en espera de que algún día la patronal se ponga al día. A las puertas de la fábrica la cosa está que arde, con los trabajadores más combativos bajo una carpa. Entre ellos, el veterano Felipe (Atilio Pozzobon) y el militante Manotas (Luis Ziembrowski), que convoca a una marcha que terminará con represión policial, heridos graves y un muerto.

A todo esto, un acto de desprendimiento paterno le permitirá a Diego partir a la soñada España. Inicio de una nueva ronda de contrariedades, signada por su situación de ilegalidad, la inestabilidad laboral, falta de techo y el racismo europeo. La presencia de una bonita artista callejera (Cristina Brondo) servirá de alivio. La espontaneidad del elenco juvenil y los sobrecargados énfasis de los más veteranos marcan esa oposición entre lo viejo y lo nuevo que cifra la película. Tanto el protagonista, Lucas Ferraro (proveniente de tiras televisivas), como la reaparecida Josefina Viton (que unos años atrás había impresionado bien en Taxi, un encuentro) y la propia Brondo están entre lo mejor de Como mariposas... Aunque no es difícil advertir que se busca de ellos esa clase de naturalidad televisiva siempre al borde de la tipificación populista.

Con una lucida fotografía de Lucas Schiaffi (Guarisove, Mala época) y un notable trabajo, una vez más, del montajista Alejandro Brodersohn (Buenos Aires viceversa, El abrazo partido, Iluminados por el fuego), Yaker se luce en alguna secuencia vibrante, como la del combate entre manifestantes y policías. Pero esa solvencia y valores de producción aparecen al servicio de un relato en el que tipos, planteos y situaciones parecerían un mero aggiornamento del emotivismo propio del cine argentino de hace cincuenta, sesenta o setenta años.

5-COMO MARIPOSAS EN LA LUZ

Argentina/España, 2006.

Dirección y guión: Diego Yaker.

Fotografía: Lucas Schiaffi.

Intérpretes: Lucas Ferraro, Cristina Brondo, Josefina Viton, Pepe Novoa, Atilio Pozzobon, Luis Ziembrowski y Lidia Catalano.

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