Historias de otras ciudades

El cine checo actual está tratando de encontrar nuevas vías de inserción en el exterior, para que espectadores de otras latitudes puedan conocerlo con mayor frecuencia. Algo de esto pensaron en el Centro Checo de Buenos Aires, una institución nueva subvencionada por el Ministerio de Asuntos Exteriores de ese país europeo, primera en Latinoamérica, y que se propone mostrar la realidad checa a través de la difusión de su cultura, educación, turismo y comercio. La primera actividad planificada en conjunto con el Incaa y el Czech Film Center es la Semana del Cine Checo, que se desarrollará desde hoy y hasta el 2 de abril en el Cine Gaumont (Rivadavia 1635), donde podrán verse siete estrenos. La apertura será a las 20 con la proyección de Secretos. La entrada es gratuita para la gala de apertura.

Este largometraje, ganador del León Checo, el máximo premio de este país, fue escrito y dirigido por Alice Nellis, traductora, profesora, redactora publicitaria y directora teatral que decidió dedicarse a la actuación y a la realización cinematográfica. En síntesis, Secretos focaliza la historia de Julia (Iva Bittová), una mujer casada con un esposo exitoso que gana bastante dinero como para mudar a toda la familia a una nueva casa. Ambos tienen una hija adolescente. En principio, nada amenazaría con romper el orden. Pero Julia tiene un secreto y un amante. “La vida de ella cambia en el momento en que descubre que está embarazada”, anticipa Nellis, que llegó a Buenos Aires a presentar la película. “Pero no fue una decisión, fue un accidente. Ella ahora debe decidir qué va a hacer con el bebé”, agrega.

El cambio en Julia se materializa cuando escucha la noticia de la muerte de una cantante famosa. “Ella sabe que va a tener que decidir algo. Cuando escucha una canción –en la voz de esa cantante– le trae el recuerdo de una sensación que tuvo de algo puro, cuando era una niña”, relata Nellis. “Cuando uno piensa una decisión lo puede hacer desde la lógica: a favor o en contra de. Pero también puede pensar emocionalmente. Y la música te toma en un plano emotivo, de manera imprevista. La música, el cine, la literatura te transportan a otro nivel. El objetivo del arte es traer a la gente de vuelta para que se acuerde de que hay otra manera de pensar más allá de la lógica y darle coraje para actuar sobre esa sensación que despierta.”

–¿El hecho de que sea una mirada femenina sobre lo que le sucede a una mujer le otorga mayor verosimilitud a la historia?

–Siempre voy a escribir desde la perspectiva de una mujer, porque es lo que soy y es lo que conozco. Las mujeres están muy acostumbradas a ver la perspectiva del hombre en el cine y también en la literatura. Es interesante para la mujer porque nosotras vivimos con hombres y queremos saber lo que piensan. Es como espiar el territorio enemigo (risas).

–Secretos es una película más universal y no tan centrada en aspectos característicos de las mujeres y hombres checos. ¿Este aspecto de historia universal favorece su distribución y su aceptación en otros países?

–Por un lado, está muy bueno porque no es un tema específico de los checos, sino que concierne a todo el mundo: a los hombres y a las mujeres. Obviamente que la mayoría de las películas checas son o parecen distintas. Se espera que en las películas checas la gente se vista mal, que sea fea pero simpática, como personajes de viejos tiempos. Es la expectativa que el público tiene del cine checo. Mi película es sobre una clase nueva que existe ahora en la República Checa. Entonces, quizá no es tan esperado afuera porque es otra perspectiva de algo que está pasando ahora.

–¿Cómo fue trabajar con Iva Bittová, una cantante y violinista conocida en varios países?

–En realidad, es una actriz que estudió para eso y que a los 25 años se dio cuenta de que no le gustaba más trabajar en cine. Es muy profesional como actriz y muy concentrada. No la conocía antes de trabajar con ella. Le mostré el guión y ella dijo que sí. Trabajamos juntas el guión y volvió al cine después de muchos años para hacer esta película.

–¿Cómo es hacer cine en la República Checa en la actualidad?

–No es fácil, porque no hay mucha plata y es un mercado muy chiquito. Pero, de todos modos, se están haciendo muchas películas. Lo bueno es que la gente checa va al cine a ver películas de nuestro país. Nos ayudaría tener contactos y distribución afuera. Eso es lo que los Centros Checos están tratando de hacer: promover nuestro cine. Ahora, tenemos que establecer estos contactos, porque en el lapso entre los ’70 y los ’90 no se veían películas checas afuera. En comparación con Francia, Alemania o Inglaterra, el Estado no está muy interesado. Para ellos, el cine no es arte. Piensan que las películas deberían hacer plata, pero recién ahora está empezando a cambiar.

* La programación puede consultarse en www.czechcentres.cz/buenos

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