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Martes, 24 de agosto de 2010
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La muestra de Berni que el Museo Nacional de Bellas Artes ofrece por el Bicentenario

Antonio Berni, citas con la historia

A trav茅s de una treintena de obras cruciales de Berni, la exposici贸n Narrativas argentinas establece conexiones y contextos precisos para iluminar las relaciones entre el pintor y los momentos hist贸ricos que le toc贸 vivir.

Por Fabi谩n Lebenglik
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Desocupados (218x300 cm) y Manifestaci贸n (180x250 cm), dos temples de Berni de 1934.

Algunos piensan que lo que define a un cl谩sico (que a su vez ser铆a el motivo por el cual su obra se sostiene, crece y atraviesa la flecha del tiempo) es que su sentido qued贸 congelado porque la posteridad coloca el sello de 鈥渃l谩sicos鈥 a las piezas que por tan transitadas se agotaron y ya no ofrecen rispideces. De modo que sus posibles aristas se fueron puliendo para transformarse en terminaciones romas. Algo as铆 como la transformaci贸n de un plato indigesto en papilla predigerida para incluir en el Reader鈥檚 Digest.

Otros piensan lo contrario: que los cl谩sicos son inmunes al desgaste; que lo que mantiene vivo a un cl谩sico es la multiplicidad y complejidad de lecturas, que puede y debe continuar siendo objeto de debate; que los cl谩sicos son el campo de disputa de ideolog铆as en pugna por imponer sentidos y que la lucha de sentidos produce tensiones interpretativas, puntos de vista variados.

En este sentido a Antonio Berni (1905-1981) no hay que ir a buscarlo ni se puede ya descubrirlo, porque est谩 siempre ah铆. Cualquier exposici贸n antol贸gica sobre su obra debe ofrecer un plus, una mirada l煤cida para superar la mera arqueolog铆a y generar, en cambio, lecturas pertinentes y productivas.

La muestra Narrativas argentinas, con curadur铆a de Roberto Amigo y Martha Nanni, que propone el Museo Nacional de Bellas Artes en el marco del Bicentenario, presenta un recorrido, seg煤n se afirma, 鈥渆n torno a un destacado conjunto de su pintura, realizada entre los a帽os treinta y los ochenta, en la que se entrecruzan decisiones estil铆sticas, cambios formales dentro de la figuraci贸n narrativa y la pervivencia de t贸picos iconogr谩ficos. La muestra, que no se atiene a una lectura cronol贸gica, evidencia la afirmaci贸n personal de un hacer creativo atento a la vida de los sectores populares, los obreros y los marginales. La exhibici贸n da cuenta de un artista que uni贸 sus intereses pl谩sticos a su postura ideol贸gica, cuestiones presentes en el car谩cter pol铆tico y social de su producci贸n. Recorrer su pintura invita a reflexionar sobre algunos t贸picos de la historia y la pl谩stica argentinas del siglo XX鈥.

El t铆tulo de la muestra indica la condici贸n discursiva de la pintura de Berni, junto con una pertenencia territorial y geopol铆tica.

El curador Roberto Amigo, en su texto para el cat谩logo, se para en los principales procesos hist贸ricos del siglo veinte y toma la categorizac贸n del historiador brit谩nico Eric Hobsbawm. 鈥淓s posible agrupar la obra del artista 鈥揳punta Amigo鈥 dentro de aquellos bloques que se帽al贸 el historiador brit谩nico en su cl谩sico Historia del siglo XX. 1914-1991, para interpretar el pasado siglo (鈥榚ra de las cat谩strofes鈥, 1914-1945; 鈥榚dad de oro鈥, 1945-1973, y 鈥榙errumbamiento鈥, 1973-1991).鈥

La formaci贸n art铆stica, desde el siglo XIX y hasta las primeras d茅cadas del XX, no se consideraba completa en la Argentina sin el can贸nico viaje a Europa 鈥揺l viaje hacia la pintura鈥, que Berni consigue gracias a dos becas. En 1925 llega a Madrid, en tiempos en que Espa帽a 鈥搚a extinguido el furor de las vanguardias鈥 pasaba por una etapa cultural relativamente pobre de la cual el artista rosarino rescata una ineludible tradici贸n pict贸rica (en el texto citado se anotan cinco pintores que marcaron en distintos sentidos a Berni: El Greco, Goya, Vel谩zquez, Zurbar谩n y Murillo). El joven pintor argentino decide entonces ir a Par铆s, donde vive cuatro a帽os. All铆 se especializa en grabado con Max Jacob y se pone en contacto con la aristocracia surrealista y dada铆sta: Louis Aragon, Andr茅 Breton, Marcel Duchamp, Tristan Tzara, Salvador Dal铆, Paul Eluard y Luis Bu帽uel. Era el per铆odo de entreguerras, cuando la realidad parec铆a moverse fren茅tica, de crisis en crisis, hacia una nueva, inevitable, guerra mundial. En Par铆s los c贸digos de ruptura de las vanguardias funcionaban como se帽al clave y salvoconducto de los artistas e intelectuales europeos, relacionados todos entre s铆, que present铆an en sus obras el horror inminente. Berni hab铆a sido absorbido de manera apasionada por todo aquel abanico de est茅ticas y se aboca a pintar cuadros surrealistas, hacia fines de la d茅cada del veinte.

Se conecta tambi茅n con los argentinos residentes en Francia y expone junto con los que formaban el 鈥淕rupo de Par铆s鈥 (Badi, Basald煤a, Butler y Spilimbergo). Por esa 茅poca se introduce en dos de los sistemas de pensamiento que tendr谩n enorme influencia en la historia de las ideas del siglo XX, el psicoan谩lisis y el marxismo: el inconsciente y la conciencia de clase conforman un sustrato futuro de su obra.

El a帽o de la vuelta de Berni a la Argentina, 1930, coincidi贸 con el inicio de la historia siniestra de medio siglo de golpes militares y dictaduras. Es el a帽o que hace bisagra en su pintura, porque el pintor abandona el surrealismo poco tiempo despu茅s. 鈥淓l artista est谩 obligado a vivir con los ojos abiertos 鈥揹ec铆a Berni鈥, y en ese momento la dictadura, la desocupaci贸n, la miseria, las huelgas, las luchas obreras, el hambre, las ollas populares, eran una tremenda realidad que romp铆a los ojos.鈥

El comunismo (primero como afiliado y luego como alguien cercano) es el prisma desde el cual Berni interpretaba la pol铆tica. Amigo liga con detalle el contenido iconogr谩fico de cada una de las obras con las discusiones y estrategias del PC y su adaptaci贸n a estas pampas.

Tambi茅n se se帽ala su indefinici贸n respecto del peronismo, lo cual no impidi贸 que siempre intentara comprenderlo. En su texto, Amigo profundiza en cada obra, en su t茅cnica, sus sentidos, su relaci贸n directa, oblicua o cifrada con el contexto; en el marco de las discusiones pol铆ticas, ideol贸gicas, religiosas, reconstruyendo el marco hist贸rico y las posibles claves interpretativas de la 茅poca. El di谩logo con cada momento, las pol茅micas y luchas (por ejemplo en confrontaci贸n con la Acci贸n Cat贸lica en los a帽os treinta); as铆 como la puesta en imagen de los puntos de vista del PC sobre la cuesti贸n nacional, la autodeterminaci贸n, los pueblos originarios, la situaci贸n obrera, las consecuencias de la crisis del 鈥30, etc茅tera.

En el cruce de las t茅cnicas (temple, 贸leo, t茅cnicas mixtas), im谩genes, luchas pol铆ticas y simbolog铆a religiosa de Berni, el cat谩logo cita un fragmento furibundo que los obispos argentinos lanzaron en 1931: 鈥淟os tiempos son duros para las almas: el paganismo de las ideas y de las costumbres se va ense帽oreando de los pueblos y de los gobiernos, de las leyes, de la prensa, de las c谩tedras y de la vida social, de las diversiones p煤blicas y de las relaciones dom茅sticas [...]. No podremos luchar contra los nuevos enemigos y contra la nueva t谩ctica, con las armas de anta帽o y con la t谩ctica de otros tiempos. Ser铆a deplorable la suerte del m谩s intr茅pido caballero, si cometiese la imprudencia de presentarse ante una ametralladora moderna, con la lanza de Alejandro, con el escudo de Julio C茅sar y con la espada del Cid. No restamos ning煤n m茅rito a los antiguos paladines, pero sabemos que aquellos h茅roes se valdr铆an hoy en d铆a de otra clase de instrumentos y de t谩ctica diferente, conservando el mismo valor y desplegando igual maestr铆a. La nueva organizaci贸n del apostolado seglar, denominada Acci贸n Cat贸lica, es un regalo que nos env铆a la Divina Providencia, para ayudarnos a triunfar con mayor 茅xito, en las nuevas batallas del Se帽or鈥.

Tambi茅n la muestra resulta elocuente respecto de la obra berniana de las d茅cada del cincuenta y sesenta, en contrapunto con el peronismo y luego la invenci贸n de los personajes Juanito Laguna y Ramona Montiel y sus itinerarios ideol贸gicos. En los a帽os sesenta Berni ya es un artista consagrado.

Un terreno delicado es la posici贸n de Berni durante la 煤ltima dictadura, en la que sus temas siguen siendo cr铆ticos, pero no sus gestos ni su actuaci贸n p煤blica.

En este punto, respecto de la actitud de Berni durante los a帽os de la dictadura que le toc贸 vivir, el curador sostiene que 鈥渆l artista medi谩tico Antonio Berni acepta un pacto: exposiciones oficiales, fotos en la prensa, honores institucionales, pero no ocupa ning煤n cargo en el r茅gimen y contin煤a en algunas de sus pinturas con la denuncia al sistema represivo, sin siquiera apelar a las met谩foras para evitar la censura; son obras tan expl铆citas como las de los a帽os cincuenta, que no necesariamente deben ser expuestas. Para ello estaba su obra hist贸rica, sus Juanitos, su pintura neoyorquina, obras como Contraste o Tailor, donde la denuncia 鈥搑esuelta en contraste de color/blanco y negro para las figuras 鈥渟ociales鈥濃 es de la sociedad de consumo americana鈥.

La producci贸n de Berni es un yacimiento art铆stico y si el Bicentenario ofrece la posibilidad de la reflexionar retrospectivamente sobre el pa铆s, su pintura permite muy especialmente una mirada pol铆tica. As铆, los procesos hist贸ricos y sociales establecen v铆as de lectura privilegiada, que en alguna medida podr铆an perderse si no se recuperara el contexto en el cual fue hecha. En este sentido, la treintena de obras que conforman la exhibici贸n est谩n muy bien elegidas para pensar el siglo XX argentino a partir del cruce de coordenadas art铆sticas y pol铆ticas.

En MNBA, Libertador 1473, hasta el 3 de octubre.

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