Contemplar a una exposici贸n de R贸mulo Macci贸 siempre ha sido sumergirse en una pintura liberada de prejuicios. Potentes colores y formas, contrastes marcados, figuras fragmentadas en l铆neas y planos, diluidas en juegos de espejos y reflejos, formas que tanto contienen como son contenidas por otras formas. Los contrapuntos de figuras y colores siempre resultan aventurados en su pintura, porque eligi贸 no ir a lo seguro, darse el gusto y producir una relaci贸n de tensi贸n pl谩stica y visual.
Los cuadros de Macci贸 sorprenden porque tienen algo de impulsivos y eternamente juveniles; cada vez que expon铆a su obra lo hac铆a como por primera vez. La producci贸n pict贸rica de Macci贸 parece decir que sin expresi贸n no hay arte. En este sentido, la pintura debe tocar el ojo del espectador y comunicar algo, como ese 鈥淧um en el ojo鈥 al que se refiere No茅 en su recuerdo de Macci贸.
La especial clase de figuraci贸n del pintor ha sido un pretexto para explayarse en lo puramente pict贸rico.
El 煤ltimo gran conjunto de pinturas de Macci贸 que recuerdo fue el que present贸 en 2014 en el Centro Cultural Recoleta con el t铆tulo 鈥淩epertorio鈥, en donde exhibi贸 decenas cuadros de gran formato pintados durante ese a帽o y el anterior. El t铆tulo estaba bien elegido, porque se trata de una palabra fiel a su po茅tica, dado que para pintar todo lo que quer铆a no necesitaba demasiados elementos sino un repertorio limitado, que en sucesivas variaciones de la imagen generaban (y lo siguen haciendo) la elocuencia buscada.
En aquella gran muestra la figura era puramente expresiva y, en este sentido, el predominio de rostros era el resultado de versiones deformantes, esquem谩ticas, fraccionadas, fundidas con otras figuras y entre colores; duplicadas, camufladas, multiplicadas, atravesadas por cortes, planos y simetr铆as; ejerciendo acciones o padeciendo reacciones. Tal multiplicaci贸n de caras en distintos tama帽os y escalas, como centro o como uno de los n煤cleos de cada obra, produc铆a un efecto r铆tmico.
Los distintos acercamientos a la imagen de un rostro tambi茅n inclu铆an el t贸pico de la metamorfosis, no s贸lo de una manera l煤dica sino tambi茅n dram谩tica.
A lo largo de m谩s de sesenta a帽os Macci贸 produjo un inmenso cuerpo de obra junto al cual fue construyendo un espectador a la medida de su obra. En cualquier disciplina, el ideal del artista es crear una obra que genere sus propias maneras de ser percibida.
A trav茅s de su itinerario art铆stico pas贸 por el surrealismo, por la gestualidad informalista, por la neofiguraci贸n y el realismo. Y entre estos 鈥減retextos鈥 formales, iba y ven铆a a gusto. Gracias a estas variaciones, a veces parec铆a romper con un lenguaje anterior, pero luego lo retomaba y reactualizaba.
Adem谩s de haber ganado el Primer Premio Internacional del Di Tella, el Guggenheim y el Gran Premio de Honor del Sal贸n Nacional, su nombre est谩 ineludiblemente ligado a los de No茅, De la Vega y Deira, cuando juntos formaron la Otra Figuraci贸n, entre 1962 y 1965. Aqu茅l fue uno de los momentos m谩s relevantes de la historia de la pintura argentina moderna, tanto por la relaci贸n de sincron铆a con el arte internacional como por su conexi贸n con los dem谩s campos de la cultura. 鈥淎 mi modo de ver 鈥揹ijo Macci贸鈥 la creaci贸n art铆stica parte de un oscuro n煤cleo; su falta de finalidad es su aventura, y su valor es incierto鈥. (鈥淰ivir un poco鈥, tutti i giorni鈥, t茅cnica mixta, 1963; 181,5 cm de di谩metro. Colecci贸n MNBA).
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