Página/12 :: espectaculos

8-Skin Deep

Buddy Guy. Sony BMG

Quizás algún joven fan de los Stones lo haya descubierto gracias a su soberbia aparición en el “Champagne & reefer” de Shine a Light, pero he aquí una excelente oportunidad para apreciar todo lo que el veterano ciudadano ilustre de Chicago le puede extraer a su guitarra. Desde la electrizante apertura de “Best Damn Fool”, Skin Deep hace las delicias del amante del blues, pero también de cualquiera que sepa apreciar el rock’n’roll de buena cepa. Y el cruce con Eric Clapton en “Every Time I Sing The Blues” hace saltar chispas del equipo. E. F.

8-CéU

CéU. Warner

La chica nació como Maria do Céu Whitaker Pocas, pero el día que decidió que lo suyo era el canto optó por un nombre más fácil de retener. De cualquier manera, su música alcanza para quedar en la memoria: en vez de quedarse en el molde de la música brasileña, CéU aprovechó su experiencia en Nueva York para impregnar esa inevitable inclinación con scratches, rítmicas triperas y un aire general hipnótico que, a través de canciones como “Rainha”, “Malemolencia” y su cover de “Concrete Jungle” termina ejerciendo un raro encanto. E. F.

9-Reunión

Pepi Taveira. S’Jazz, 2008

Taveira es uno de los bateristas más importantes de la escena del jazz argentino y en Reunión, junto a Enrique Norris en corneta y con imaginativas intervenciones en el piano, Pablo Pontoriero en saxo y flauta y Jerónimo Carmona en contrabajo, asume riesgos estéticos y se interna en una senda creativa en la que resuenan los ecos de Don Cherry. Más allá del excelente nivel de ejecución y de la cuidada presentación, interesa una propuesta jugada y potente, donde la energía no oculta las sutilezas y en la que abundan los matices. D. F.

9-Uno solo

Pablo La Porta. Independiente

Un disco de un percusionista –de uno solo, como anuncia la tapa– podría hacer pensar en falta de variedad o en una vacía (y larga) exhibición de virtuosismo. Aquí, el fundador de Paralelo 33º hace lo contrario. Sin sobregrabaciones de ninguna clase, elabora un fresco en el que no falta el rico melodismo aportado por algunos de sus instrumentos de placas. El entretejido de timbres y ritmos proporciona texturas siempre seductoras, que eluden el lugar común, en un CD tan bello como afortunadamente inclasificable. D. F.

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