Miércoles, 12 de noviembre de 2008

9-D. Gillespie & James Moody with Gil Fuller

Idem - Blue Note, 2008

El título nombra a Gillespie, al notable saxofonista y flautista James Moody y a la orquesta del Festival de Monterrey, dirigida por Fuller. El álbum, recién publicado localmente, es la reedición de dos discos de estudio, uno con Gillespie y el otro con Moody. La posible confusión inducida por el título no lo desmerece. Gillespie es explosivo y exacto. Y Moody se ofrece como confirmación para quienes lo conozcan, y como un magnífico descubrimiento para los que no. La orquesta, por su parte, es excelente. D. F.

8-Songs of Joy & Peace

Yo-Yo Ma. Sony/BMG, 2008

La Navidad, en Estados Unidos, es una institución. Y el espíritu obamista seguramente lo acentúa. Entre las consecuencias está el recrudecimiento de discos alusivos. Y si algo puede decirse del último de Yo-Yo Ma es que convierte los vicios de estas ediciones en virtudes. Tanto él como sus invitados –Paquito D’Rivera y Diana Krall, entre otros– hacen lo suyo con gran nivel, y el repertorio se aleja de lo convencional e incluye, por ejemplo, “Here Comes the Sun” (con James Taylor) y “My One and Only Love” (con Redman). D. F.

7-Amistad musical

Mari Sano. Aozorakobo

La charanguista japonesa Mari Sano viene desplegando una intensa actividad en el under porteño. Tanto que se ha convertido en un auténtico personaje de la escena local. Este CD, Amistad musical, es el correlato natural de su trabajo cotidiano. Así, músicos como Willy González, Nuria Martínez, Franco Luciani, Facundo Guevara y Sami Abadi, entre muchos otros, se suman a esta suerte de “viaje”, un poco místico, otro poco bucólico, que propone Mari Sano. Se trata de folklore, sí, pero vivido de una manera que se escapa de todo convencionalismo. F. D.

8-Alborada del tango

Cuarteto Cedrón. Alfiz Discos

Grabado en 1990, Alborada del tango es uno de los títulos menos conocidos del Cuarteto Cedrón. Aun sin un poeta o escritor que lo conduzca temáticamente, el álbum también puede entenderse como un homenaje y una puesta en valor, en este caso, de la “infancia” del tango, aquellos años (entre fines del siglo XIX y las primeras décadas del XX) en que todo estaba por hacerse. Y se hacía. Frescura y melancolía dominan estos títulos, enriquecidos por la participación de una segunda guitarra (Ricardo Moyano) y una flauta traversa (Luis Rigou). F. D.