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Y al fin, después de años de idas y venidas y un 2011 cargado de misterio, el Van Halen clásico volvió a la vida. Más allá de la ausencia de Michael Anthony, Eddie, Alex y Wolfgang Van Halen (hijo de Eddie) se unieron a David Lee Roth para un nuevo disco (A Different Kind of Truth, que aparecerá el 7 de febrero) y una gira que arrancará en el Madison Square Garden el 28 de febrero y el 1º de marzo, y a nadie se le ocurrió andar reclamando a un bajista difícil de extrañar. El jueves pasado, el grupo dio un caliente show para la prensa en el neoyorquino Café Wha? (allí donde en los ’60 se mostraban pibes como Jimi Hendrix y Bob Dylan) en el que tiró clásicos como “Running with the devil”, “Panama”, “Somebody get me a doctor” y su cover del hit de los Kinks “You really got me” y el inédito “She’s the woman” (grabado en el demo producido por Gene Simmons en 1977). Ayer, en tanto, se dio a conocer “Tattoo”, primer single del álbum, y se multiplicaron los elogios para un tema en el que aparecen las marcas de identidad de la banda –pilar del hard rock no maquillado de los ’80– y la musculatura parece intacta. “Bienvenidos a Occupy Van Halen”, saludó Diamond Dave en el show, dando una idea de la intención del cuarteto de protagonizar el primer semestre de la escena estadounidense.

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Van Halen, el regreso