Página/12 :: espectaculos

8-Ave del cielo

Soema Montenegro y el conjuro. Sura Music

Con un original abordaje del paisaje sonoro latinoamericano, en este tercer disco Soema Montenegro ha dado un paso en su planteo musical, para pasar de una primera búsqueda de marca experimental a un estilo propio bien marcado y destacado. Su voz vuelve a lucirse en una cantidad de ritmos y composiciones propias, bien sustentada por El Conjuro: Jorge Sottile, Eduardo Herrera, Facundo Soto y Mariano Gamba. Así plantada, aparece como una de las buenas nuevas de la escena. K. M.

7-Sin partitura

Lautaro y Miguel Acosta

Independiente

Entre Córdoba e Italia, Miguel Angel Acosta ha construido una carrera destacada en la guitarra, abordando tanto el folklore como el tango. A dúo con su hijo Lautaro en violín, ambos continúan ese camino ejecutando piezas muy clásicas (de “Luna cautiva” y “Alfonsina y el mar” a “Los mareados y “Flor de lino”) a las que dotan de una particular sonoridad en este encuentro de cuerdas. Y sumando también nuevo repertorio como “De Ischilin”, todo un homenaje al pago propio. K. M.

7-Royal Blood

Royal Blood

Warner

¿Es un avión? ¿Es una guitarra? ¿Es un sintetizador? ¿Es una sierra eléctrica? Procesado hasta la indefinición, el bajo de Mike Kerr se encima a las baterías de Ben Thatcher en este dúo de blues podrido y rock fuerte cercano a The White Stripes y The Black Keys. Pero acá la ausencia de guitarras es recurso de una música un poco más oscura, más espesa, más rugosa, más parecida a Black Rebel Motorcycle Club. El punto es hasta dónde llega la gracia y cuál es el concepto en una banda sin guitarra donde el bajo suena... como guitarra. L. P.

9-Hora libre

Guillermo Bazzola

BlueArt

Radicado en España, Guillermo Bazzola fue uno de los músicos más influyentes del jazz argentino, tanto por los grupos que armó –y los jóvenes que descubrió– como por la información que puso en circulación. En una de sus vueltas despuntó el vicio, se juntó con Ernesto Jodos, en órgano Hammond, Rodrigo Domínguez en saxo y, en la batería, el español Juanma Barroso y logró un disco tan ajustado como fresco. Los homenajes al admirado Abercrombie y al viejo y buen jazz rock son, apenas, un vehículo para la poderosa originalidad. D. F.

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