Página/12 :: espectaculos

8-La vie en rose

Banda de sonido. EMI, 2007

Once canciones cantadas por la propia Edith Piaf, entre ellas las célebres “Milord” y “Non, je ne regrette rien”, remasterizadas con gran calidad, algunas canciones y piezas instrumentales nuevas pero en el espíritu de la época del Gorrión de París, y algunas otras músicas de ese período, constituyen la muy buena banda de sonido original del film La vie en rose. La biografía de la cantante, personificada por Marion Cotillard, fue dirigida por Olivier Dahan y el notable trabajo musical fue realizado por Christopher Gunning. D. F.

8-Bufalo

Esteban Sehinkman. Limbo records, 2007

El pianista y compositor Esteban Sehinkman grabó sus dos primeros cd en Boston, donde estuvo radicado mientras estudió en la famosa escuela Berklee. El tercero, Búfalo, que será presentado en vivo los viernes de este mes en Thelonious, muestra interacción y originalidad en las composiciones, junto a un grupo excelente: Mariano Sivori en contrabajo, Pablo Ben Dov en batería, Carlos Michelini en saxo tenor y clarinete y Ramiro Flores en saxo alto, Juan Suárez en trompeta y Pipi Piazzolla en batería. D. F.

8-Tangos del arrabal

Enrique Mora. EMI, 2002

En el particular corte que Piazzolla hacía de la historia del tango, diciendo qué es lo que valía la pena y qué no, había un nombre recurrente, el del bandoneonista Enrique Mora, a quien decía admirar sin límites. Este disco, precario en cuanto a la edición y con la tradicional falta de información que la industria argentina suele dedicar al tango, reúne una serie de grabaciones de hace casi ochenta años, algunas con las cantantes Diana Durán, Elsa Moreno o Amanda Vidal, que permiten entender el porqué del endiosamiento. D. F.

8-Yours truly, angry mob

Kaiser Chiefs, Universal

Después de Unemployment surgió la duda habitual: ¿podría Kaiser Chiefs repetir las bondades de su debut, ir más allá de ese primer disco del que habla todo el mundo? He aquí la respuesta: un opus dos igualmente atractivo. Dos singles demoledores –“Ruby” y “I can do it without you”– abren la puerta a un disco vibrante, de guitarras bien cocinadas, canciones que entran de una y ese plus que distingue a una banda simplemente ganchera de una banda con convicciones. El quinteto de Leeds ya no sólo promete: ahora también cumple. E. F.

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