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Miércoles, 1 de agosto de 2007
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LANZAMIENTOS

8-Back to black

Amy Winehouse.Universal

En 2006, cansados de su comportamiento explosivo propulsado por el alcohol, los managers de Amy Winehouse quisieron mandarla a rehabilitación. Pero esta muñeca brava, a quien se compara con Billie Holliday y Macy Gray (por loco que parezca), dijo “no, no, no”, cambió de representantes y usó la experiencia para la exquisita “Rehab”. La realidad, está visto, forma parte de la materia prima del segundo álbum de la cantante londinense, que la entreteje en magníficas pinceladas de jazz, blues, soul y ska de la vieja escuela. R. C.

9-Garden of Eden

Paul Motian Band. ECM

Baterista del mejor trío de Bill Evans y del mejor cuarteto de Keith Jarrett, Paul Motian sigue siendo uno de los músicos más creativos del jazz. En su último disco, la originalidad ya está en el planteo tímbrico-espacial: tres guitarras eléctricas (Steve Cardenas a la izquierda, Ben Monder en el centro y Jakob Bro a la derecha) y dos saxos (Tony Malaby en el centro a la izquierda y Chros Cheek al centro a la derecha) además de un contrabajo (Jerome Harris) y la batería. Pero el interés está lejos de agotarse allí. D. F.

9-Brahms. Reinecke: Sonatas

Emmanuel Pahud. EMI

Johannes Brahms compuso sus dos Sonatas Op. 120 cerca del final de su vida y para clarinete y piano. Interpretadas frecuentemente en transcripción para viola y piano, aquí aparecen en una versión más infrecuente, con la flauta en el papel melódico. Pahud, uno de los mejores flautistas de la actualidad, logra profundidad y rigor y cuenta con el notable Yefim Bronfman como partenaire en una traducción convincente. Completa el programa la bella Sonata Op. 167 “Undine” de Carl Reinecke, un contemporáneo de Brahms. D. F.

7-Danç-eh-sá

Tom Zé. Random

El brasileño Tom Zé vuelve a sorprender con un CD que –según el paladar y el ánimo de quien lo escuche– puede asumir un carácter apocalíptico o de reconstrucción sonora. Es, seguramente, su apuesta más temeraria en muchos años: canciones sin palabras ni lógica melódica, construidas sobre la base de sonidos onomatopéyicos y digresiones rítmicas. Esta aparente insustancialidad lingüística tiene, sin embargo, una finalidad reivindicadora: remite a distintas rebeliones negras e indígenas producidas durante la historia (¿o en el futuro?) del Brasil. F. D.

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