Página/12 :: espectaculos

8-Magic

Bruce Springsteen. Sony BMG

Quedó demostrado a lo largo de su larga y rica historia: en esa cosa que termina definiéndose como american rock, Springsteen es, sin dudas, el boss. Eso vuelve a comprobarse en Magic, donde la E Street Band vuelve a brillar brindándole el soporte ideal a esa voz rasposa, intensa, pura actitud y presencia que, sustentada en canciones tan rotundas como “Radio nowhere”, “Your own worst enemy”, “Last to die” o “Girls in their summer clothes”, hace que Bruce sea disfrutable aun aquí, tan lejos de las polvorientas carreteras del Norte. E. F.

8-Hvarf / Heim

Sigur Ros. EMI

La edición local de Takk había producido una sorpresa mayúscula en los seguidores de estos compatriotas de Björk. El experimento debe haber salido bien, porque la edición de este álbum es una audacia aún mayor. Un disco eléctrico en estudios, otro acústico en vivo, conforman un doble EP bien diferenciado, pero en el que siempre queda de manifiesto la habilidad de SR para construir pacientemente una serie de climas sonoros (lo que no debe entenderse por “ausencia de canciones”) que justifican ampliamente la elección. ¿Qué comerán en el desayuno islandés? E. F.

7-The black and white album

The Hives. Universal

Con estos muchachos se llega a una conclusión acorde a su habitual atuendo: blanco o negro, se los ama o se los detesta. Curiosamente, su cuarto disco puede hacer uso de un pequeño batallón de productores sin que el asunto pierda cohesión. Y eso sucede porque, desde el vómito energético de “Tick tick boom” en adelante, el quinteto sueco sigue sacándole buen jugo a esa clase de andanada sónica frente a la cual no hay lugar para la indiferencia. Alguna vez se los comparó con los Strokes. Pero no: son mejores. E. F.

8-Varsovia

Rubén Rada - Javier Malosetti. S-Music

Es un cliché demasiado grande decir que “dos potencias se saludan”, y sin embargo la sentencia tan Johnny Tolengo cae inevitablemente después de escuchar este disco. Y es que Rada y Malosetti tienen, cada uno por su lado, la historia y las mañas necesarias para ser considerados potencias plausibles de multiplicarse en un cruce semejante. En Varsovia hay jazz, funky, blues, temas históricos de Rada, pero sobre todo mucho oficio, generosidad y ganas de pasarla bien. La grabación del vivo provoca algo cierto entre los que no estuvieron allí: envidia. K. M.

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