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Jueves, 31 de diciembre de 2009
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Un debate sobre el nuevo esquema de negocios en cable

La guerra personal de Rupert Murdoch

El magnate de los medios está embarcado en una batalla con Time Warner Cable, a la que le exige una tasa de alrededor de diez dólares por suscriptor. Mañana, millones de hogares estadounidenses podrían quedarse sin Los Simpson.

Por Stephen Foley *
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Murdoch quiere que se le pague más, y de otras formas, por el contenido de sus canales.

Promete llamar la atención y ser tan excitante como un capítulo de 24. Cuando los relojes anuncien el Año Nuevo, Fox, el principal canal de televisión de Rupert Murdoch en Estados Unidos, hogar de Los Simpson, American Idol y 24, puede desaparecer de millones de hogares. En una de las más viciosas disputas de medios en años, Fox está amenazando con suspender el permiso para que se exhiba su programación en una de las mayores plataformas de TV por cable del país a menos que se paguen nuevas tarifas. Es el último frente en la “Guerra a lo gratis” de Murdoch, una batalla que busca asegurar que se le pague más, y de más maneras, por el material de su imperio mediático. Los espectadores están siendo bombardeados con propaganda de los dos lados de esta guerra. Time Warner Cable (TWC), que con sus 14,6 millones de suscriptores es el segundo proveedor de televisión de los Estados Unidos, dice Fox que demanda dinero a través de amenazas. Mientras tanto, quienes vieron Los Simpson en Navidad debieron soportar un zócalo en el que Fox les pedía que se unieran a una campaña de Internet para meterle presión a TWC. Con la News Corp de Murdoch declarando sin descanso en sus sitios web que quedaban “tres días para salvar a Fox”, la disputa será de hecho resuelta en una sala de directorio en los próximos días.

TWC no discute que debe pagarle a News Corp una tasa por suscriptor para emitir Fox, aun cuando TWC solía tener libre acceso para operar las cadenas principales (ABC, CBS, NBC y Fox), dándole a cambio un lugar privilegiado en la grilla. Enfrentadas a una caída en la recaudación publicitaria, las principales cadenas de TV están demandando que los proveedores de cable paguen tasas para emitir su material, tal como hacen con los canales de cable de temáticas específicas. Esas tasas caerán de manera inevitable sobre los suscriptores de cable, en la forma de tarifas mensuales más altas. Fox dice que pierde cinco veces más en desarrollar programas como Glee y Dr. House que un canal de cable más pequeño, como TNT, en sus dramas. TWC dice que le paga a TNT un dólar por suscriptor para ofrecer ese canal, y Fox señala que pedir sólo un dólar es demasiado generoso. “Si uno mira los ratings que Fox y sus estaciones consiguen en cadenas de cable, el valor debería estar más cerca de los diez dólares por suscriptor”, argumentan en Fox. “Fox atrae más espectadores que las cinco cadenas de cable más caras combinadas.”

Algunas de las cadenas principales ya ganaron la tasa por suscriptor en algunos proveedores de cable, pero la tormentosa naturaleza del choque entre Fox y TWC, cuyo acuerdo vence hoy mismo, refleja tanto la decisión de TWC de conseguir apoyo de los espectadores para las negociaciones, como la inclinación de Murdoch de escalar cualquier pelea. Ciertamente llega en un momento en el que éste se puso a sí mismo como un cruzado contra lo gratuito, la noción de que los contenidos pueden ser provistos a los consumidores sin costo, sosteniéndose sólo con la recaudación publicitaria. El magnate septua- genario sufrió una conversión al respecto, ya que tres años atrás, cuando hacía ofertas por The Wall Street Journal, tenía la intención de quitar los cargos de suscripción por el sitio web de The Journal, y financiarlo cargando a los anunciantes por el acceso a un público mayor. Fue persuadido de no hacerlo, y ahora el Journal es uno de los pocos diarios que cobran a los lectores por el contenido online.

Quienes invierten en televisión siempre fueron menos felices con compañías que se apoyan únicamente en la publicidad que con las que –como los canales de cable– consiguen también ingresos menos volátiles, como las tasas por suscripción. Con la recesión, la razón se volvió obvia: al 30 de septiembre, Fox había sufrido una caída del 54 por ciento en su ingreso operativo de negocios de transmisión basados en publicidad. Los canales que operan por suscripción, como Fox News, experimentaron un aumento de ingresos del 41 por ciento. Con la publicidad como un amigo inconstante y el paisaje de los medios en un permanente cambio, Murdoch se aferra a las tasas allí donde pueda, entre lectores y espectadores. “Sabemos que éste va a ser un duro desafío”, les dijo a los accionistas en su reciente reunión anual. “Pero estamos determinados a tomar una posición de liderazgo, para crear un nuevo esquema económico para el futuro.”

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

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