Hay algo de Amas de casa desesperadas y Locas de amor, pero esta ficci贸n tiene identidad propia.La muerte de la madre siempre es un momento doloroso y triste para los hijos. Pero la desaparici贸n f铆sica de la figura materna tambi茅n puede significar, para algunos, un b谩lsamo para reencauzar su vida. Tal es el caso de lo que les sucede a Susi, Virgi y Male, las protagonistas de Para vestir santos (mi茅rcoles a las 22.45), el nuevo unitario de El Trece, al encontrarse a su madre muerta. La sensaci贸n no pod铆a ser otra para las hermanas que padecieron la crueldad de su lengua durante toda su vida. 鈥溌縎ab茅s lo que no me deja de sorprender de vos, Male? Lo valiente que sos: hay que tener mucha convicci贸n para usar polleras cortas con las piernas que vos ten茅s鈥, le espet贸 la difunta a la menor de las tres. 鈥溌緾uando tengas hijos, Susi, vos le vas a dar de comer esto? Se te van a ir con la primera que les haga una buena milanesa. 隆Con raz贸n Carlos te dej贸 como cepillo de dientes usado!鈥, le reproch贸 alguna vez a la mayor. 鈥淒ecime una cosa, Virgi: 驴Vos te compr谩s la ropa cada vez m谩s chica o est谩s cada vez m谩s gorda? Si te segu铆s vistiendo como una puta no vas a conseguir un trabajo decente, vos鈥, le 鈥渁consej贸鈥 en otra ocasi贸n a la del medio. No deja de ser entendible, entonces, que a ninguna de las tres se les escapara una l谩grima en memoria de quien a cada frase les dej贸 la autoestima por el suelo.
Ubic谩ndose entre la forma de Amas de casa desesperadas y el contenido de Locas de amor, la nueva propuesta de Pol-Ka logra, sin embargo, diferenciarse de sus antecesoras y construir una identidad propia que potencia su atractivo. De la primera, el programa toma la estructura del relato, en el que las acciones se articulan con la voz en off y el punto de vista de una de las tres protagonistas (en el primer env铆o fue Virgi, pero ir谩n rotando seg煤n los cap铆tulos). Mientras que de Locas de amor retoma la idea de mostrar a un tr铆o de mujeres fr谩giles que en el camino hacia la felicidad deben enfrentarse no s贸lo al afuera, sino tambi茅n a sus propios miedos y complejos. La diferencia, en este caso, es que Para vestir santos abandona definitivamente la visi贸n psicoanal铆tica, imprimi茅ndoles una interesante cuota de humor negro a las diversas situaciones que atraviesan las hu茅rfanas hermanas.
La trama de Para vestir santos comienza mostrando un d铆a cualquiera en la vida de tres hermanas muy diferentes entre s铆. Susi (Gabriela Toscano) es la mayor y m谩s conservadora del tr铆o: trabaja en una cabina de peaje y transita por la vida sin ninguna ambici贸n m谩s que la de recuperar el amor de su primer novio. Por su parte, Virgi (Griselda Siciliani) es la m谩s liberal de las tres, una 鈥渃azahombres鈥 que ni piensa en el amor y a la que se le hace imposible mantener un trabajo y/o proyecto en el tiempo. En tanto que Male (Celeste Cid), la menor y m谩s fr谩gil, es una frustrada pero perseverante actriz, que va a cuanto casting haya con la ilusi贸n de que alguien la descubra. Todas solteras y con serios problemas de relaci贸n con el mundo exterior, las hermanas viven bajo la influencia de una madre (Betiana Blum) que siempre crey贸 que la sinceridad era una de sus virtudes y una manera de mostrar afecto. Pero que nunca midi贸 las consecuencias que sus dichos ten铆an en sus hijas. 鈥淎hora que est谩n las tres juntas voy a aprovechar para pedirles una cosa鈥, les dijo en su 煤ltimo cumplea帽os. 鈥淎h贸rrense el favor de hacerme abuela. Ah贸rrenselo ustedes, ah贸rrenmelo a m铆 y, por sobre todo, ah贸rrenselo a esas pobres criaturas. Yo las quiero, chicas, pero eso no quiere decir que sirvan para formar una familia.鈥
Ese mandato materno, obsesivo y cruel, las volvi贸 indefensas, sobre todo en las relaciones con los hombres. De hecho, lo 煤nico que las une es la falta de amigas/os y su imposibilidad por conseguir novios. En esa situaci贸n viven hasta que encuentran muerta a su madre en el ba帽o de la casa. A partir de ese momento, las chicas deben enfrentar el afuera desde otro lugar, comenzando un nuevo tiempo que les permita vehiculizar el mundo interior que cada una tuvo dormido y desarrollarse como mujeres de una vez. Claro que esa liberaci贸n no les ser谩 sencilla. Ese proceso es el que cuenta Para vestir santos, que debut贸 con buenos 19,1 puntos y fue lo m谩s visto en su franja (superando a los 18,5 de Botineras).
Una de las virtudes del unitario, y que termina por romper el lazo de Locas de amor y Amas..., es que el foco de la tem谩tica abandona la cultura palermitana 鈥搕anto desde el lugar que se cuenta la historia como de la trama que desarrolla鈥 que los unitarios de Pol-Ka supieron retratar una y otra vez. En este caso, la ficci贸n se introduce en un grupo de mujeres de bajos recursos, que a duras penas logran subsistir. Un cambio de foco necesario para evitar la repetici贸n. Probablemente mucho tuvo que ver en este punto la mirada fuera de foco del medio televisivo que tiene Javier Daulte, el guionista de Para vestir santos, que desarroll贸 la mayor parte de su carrera como dramaturgo y director en el teatro (el 煤nico antecedente televisivo es en la serie Fiscales, que escribi贸 junto Alejandro Tantanian y emiti贸 Telefe en 1998).
Apartada del registro meramente dram谩tico y/o psicoanal铆tico, seg煤n lo que se pudo ver en el cap铆tulo presentaci贸n la idea madre del unitario es que la trama hable y avance a trav茅s de las acciones. Sin la pretensi贸n de reflexionar sobre cada una de las cosas que les pasa a las protagonistas, esa decisi贸n hace que el hilo del relato se beneficie, ganando en ritmo. Un recurso desde la forma que, adem谩s, se vincula estrechamente con la personalidad de las protagonistas, que enfrentan sus problemas yendo para adelante en todo momento, sin pensar demasiado sobre lo que les pasa. Ni Susi, ni Virgi, ni Male, pese a sus diferencias, se detienen en sus problem谩ticas. M谩s bien ante cada peque帽o fracaso cotidiano contin煤an su vida como si nada, ya sea por negaci贸n 鈥揷omo mecanismo de defensa a complejos que no pueden resolver鈥 o bien porque de tan embuidas que estuvieron en el microclima opresivo se les hace imposible tomar conciencia de su estado de indefensi贸n. Como fuera, el tr铆o nunca parece resignar su mirada positiva sobre la vida.
Adem谩s, acorde con las posibilidades culturales-econ贸micas de Virgi, Male y Susi 鈥揳l punto que velan a la madre en su casa porque no les alcanza para pagar una casa velatoria鈥, la carga psicoanal铆tica que los unitarios de Pol-Ka supieron desarrollar ser铆a, al menos, incoherente con la historia de Para vestir santos. Las hermanas no s贸lo no podr铆an acudir a ayuda profesional dado sus magros ingresos econ贸micos, sino que dado su educaci贸n jam谩s se les cruzar铆a por la cabeza ir al psic贸logo, b谩sicamente porque no forma parte de su cultura hacerlo. En este punto, Para vestir santos persigue una historia m谩s popular, m谩s apegada a la comedia, sin resignar el preciocismo visual y est茅tico que caracteriza las ficciones del g茅nero de la productora.
En un cap铆tulo debut dedicado a la presentaci贸n de los personajes y del nudo argumental, Para vestir santos reafirm贸 la calidad t茅cnica de otros productos Pol-Ka, apoy谩ndose en una adecuada musicalizaci贸n y en una impecable textura de la imagen (preferentemente en los flashbacks en mate). Lo interesante es que el unitario pudo refrendar los aspectos t茅cnicos con una historia que transita por 谩mbitos y ritmos renovadores para la media televisiva local. Con la virtuosa direcci贸n de Daniel Barone y un tr铆o protag贸nico que interpreta con soltura cada una de las personalidades (especialmente Cid y Siciliani), Para vestir santos termina por conformar una ficci贸n que demuestra que la TV argentina 鈥揷uando quiere鈥 puede ofrecer propuestas que nada deben envidiarle a las producciones de las emisoras del Primer Mundo. El 煤nico interrogante que deja el debut, en todo caso, es saber si los productores est谩n sensibles a darle una vuelta de tuerca m谩s al humor y transformar a esta comedia dram谩tica en una suerte de producto almodovariano local.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.