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Sábado, 21 de febrero de 2009
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Piña Express y Un rockero de locura

Un fenómeno de autoimitación

David Gordon Green y Peter Cattaneo, respectivamente, dirigen estas dos películas que representan a la “nueva comedia estadounidense”. Se trata de un género en plena expansión que, en ambos films, termina fagocitado por clichés propios y ajenos.

Por Horacio Bernades
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Piña Express fue un éxito de la temporada 2008 en los EE.UU.

El de la nueva comedia estadounidense (mal llamada “nueva comedia americana”, como si América terminara en el río Grande) es no sólo uno de los fenómenos más dinámicos del cine contemporáneo, sino que además se halla en plena expansión, sumando sin parar montones de gente venida de otros lados. Es lo que sucedió con uno de los exponentes más altos del fenómeno, Supercool, dirigida no por un “miembro del club” sino por el “infiltrado” Greg Mottola, proveniente del cine indie. Lo mismo volvió a ocurrir con Pineapple Express, éxito de la temporada 2008 en Estados Unidos, puesta en manos del también indie David Gordon Green. Y con The Rocker, dirigida por el británico Peter Cattaneo, el de The Full Monty. Por una de esas casualidades, ambas acaban de editarse en DVD. LK-Tel lanzó Pineapple Express con un título casi boxístico: Piña Express. Gativideo hizo lo propio con The Rocker, a la que llamó Un rockero de locura. Buena ocasión para volver a echarle una mirada a un fenómeno que, cuando se lo cree más o menos atrapado, se escapa de las manos. A veces mostrando, como en estos casos, peligrosos síntomas de autoimitación.

Como Supercool, Piña Express (Ananá Express habría sido un título más adecuado) está producida por Judd Apatow y escrita por Seth Rogen y Evan Goldberg. Rogen es también uno de los protagonistas, como lo había sido de Ligeramente embarazada, otra comedia-Apatow. Y su partenaire es James Franco, cuyo papel más conocido es el de rival de Peter Parker en la serie El hombre araña, pero que se inició junto a Rogen, siempre bajo producción de Apatow, en la mil veces mencionada (aquí inédita) serie de televisión Freaks and Geeks. También como Supercool, a Piña Express podría categorizársela como “buddy movie de fuga”. Buddy movie, porque basa buena parte de su dinámica en la amistad entre dos camaradas de características opuestas. Amistad masculina que, como en casi todas las comedias-Apatow, se presenta como preferible a las relaciones con las mujeres. Rogen es aquí un empleado municipal de traje y corbata (traje todo arrugado y corbata semiarrancada) y Franco, un dealer que fuma más que sus clientes. Ambos deberán darse a la fuga, perseguidos por bandas rivales de narcos y una policía corrupta (la reaparecida, pero opaca Rosie Pérez).

Dado que ambos protagonistas andan toda la película entre nubes de porro (autorreferencia confesa de los guionistas), Piña Express se inscribe en lo que los yanquis llaman comedia stoner. Pero a la película, esas nubes no parecen haberle hecho mucho efecto. Le falta gracia y soltura (ninguna de las previas de David Gordon Green exhibe el más mínimo sentido del humor), así como el cruce de géneros está mal procesado. De tal modo, los elementos de comedia terminan fagocitados por los clichés propios del policial de acción. Pero sobre todo, Pineapple Express jamás logra devenir una pesadilla al estilo Supercool, modelo que intenta repetir. El modelo de The Rocker es el de la gran Escuela de rock, con el cuarentón Rainn Wilson (conocido sobre todo por la versión EE.UU. de The Office) “haciendo de” Jack Black.

Wilson es el ex batero de una banda heavy (imitación, a su vez, de This is Spinal Tap, tía lejana de la nueva comedia estadounidense) que, veinte años más tarde de haber sido expulsado y siendo ya un veterano impresentable, tiene la oportunidad de un comeback, cuando su sobrino y dos compañeritos se quedan sin baterista. Wilson es gracioso y varios gags funcionan. Pero, tal como en The Full Monty, Cattaneo vuelve a ir al pie de un yeite dramático trillado y conservador: el de los-perdedores-que-terminan-triunfando. Más allá de algunos rostros (Wilson, Emma Stone, los geniales secundarios Will Arnett, Jane Lynch y Jane Krakowski) aquí ya no puede siquiera hablarse de “nueva comedia estadounidense”. Es la vieja toda maquillada, para parecer más joven.

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