9-Un maldito policÃa en Nueva Orléans,
de Werner Herzog. Con Nicolas Cage, Eva Mendes y Val Kilmer.
2009, 122 min. AVH.
En su primer encargo de importancia en Hollywood, Werner Herzog emprende una misión suicida, haciendo estallar a Hollywood desde su interior y convirtiéndose en bestia negra de sus anfitriones. Ya no se trata de fascinarse por la locura, como en las pelÃculas con Klaus Kinski: ahora la pelÃcula misma se vuelve loca junto con el protagonista. Herzog observa el género desde el punto de vista de una iguana (no es una manera de decir, es literal), hace bailar a un muerto y termina burlándose de una de las tradiciones más sacras de Hollywood, mediante una sucesión de finales felices –a cual más ridÃculo– que parece de los Monty Python. Una de las pelÃculas más gozosas, geniales y subversivas que se hayan visto en mucho tiempo.
8-Un hombre serio,
de Joel y Ethan Coen. Con Michael Stuhlbarg, Sari Lennick y Fred Melamed.
2009, 106 min. AVH.
En su última pelÃcula los hermanos Coen dan una nueva vuelta de tuerca a una de sus obsesiones más fructÃferas, la del mundo como ley de Murphy. El mundo como chiste judÃo, en este caso, por la suma de desgracias prontas a desatarse sobre el desorientado héroe, como si un dios aciago lo tomara de punto. Un alumno intenta coimearlo y ante la negativa decide denunciarlo, Su vecino parece siempre deseoso de asesinarlo, los hijos le hacen toda clase de reclamos y la esposa, no conforme con abandonarlo, lo destierra a un hotel rutero. La perplejidad del héroe es también la del espectador, frente a una fábula cuya moraleja parecerÃa residir en el absurdo mismo de las cosas. Unica mancha, la desgracia final, cruel e innecesaria.
6-Media luna,
de Bahman Ghobadi. Con I. Ghaffari, G. Farahani y H. Therani.
2006, 108 min. Transeuropa.
Después de Las tortugas también vuelan, el realizador kurdo Bahman Ghobadi deja de lado a niñas violadas, hijos bastardos y pequeños mutilados de guerra para dedicarse a algo más amable. Tras la caÃda de Saddam, un octogenario músico kurdo reúne a sus diez hijos para que lo acompañen hasta Irak en un colectivo desvencijado, para celebrar allà su primer concierto en 35 años. Por el camino terminará sumando a una colega más joven, que vive en una ciudad enteramente poblada por mujeres exiliadas. Y que tal vez sea un ángel. Dicho asà suena peor de lo que es: aun cercada por el peso de la alegorÃa, Media luna tiene un tono menor que la ayuda. Con ese tono colaboran los actores, que parecen escapados de una commedia all’italiana.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.