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8-Sin retorno,

de Miguel Cohan. Con Leonardo Sbaraglia, Martín Slipak y Federico Luppi.

2010, 104 min. AVH.

Una de las sorpresas del año pasado, el debut de Miguel Cohan (formado como asistente de dirección junto a Marcelo Piñeyro) es un policial sin policías ni disparos. En Sin retorno el crimen no sólo es de orden moral y social, sino que da la sensación de que podría cometerlo cualquiera. O más bien todos, ya que la muerte en un accidente de tránsito es aquí producto de una cadena de responsabilidades, de las que ni siquiera la víctima está exenta. Desarrollando una historia de venganza y mala conciencia, Cohan narra con la precisión y culto del detalle que el género requiere, dejando en el espectador el bilioso regusto de la complicidad. Notable Sbaraglia, en un papel que exige una completa mutación.

7-Surveillance,

de Jennifer Lynch. Con Bill Pullman, Julia Ormond y Kent Harper.

2008, 97 min. Transeuropa.

Otro policial, de aire tan malsano que hace quedar a las pesadillas de David Lynch como fantasías cuasi naïves. La comparación vale, ya que la realizadora de Surveillance no es otra que Jennifer Lynch, hija del autor de Carretera perdida. Levantando notoriamente la puntería con respecto a su anterior Boxing Helena, Mrs. Lynch presenta aquí un mundo entre grotesco y desquiciado, con un par de agentes del FBI investigando, en un pueblito, una serie de crímenes brutales. Dos policías de la zona se divierten robando y abusando de gente en la ruta, pero cuando aparezcan los verdaderos psychos quedarán como meros niños traviesos. De allí en más la cosa se pone decididamente perversa.