Página/12 :: espectaculos

8-Argentina latente,

de Fernando Solanas. 2007, 97 min. SBP.

Tras revisar el desguace menemista en Memoria del saqueo y cantar luego la supervivencia de los nuevos descamisados (en La dignidad de los nadies), en la tercera parte de su tetralogía en curso Pino Solanas practica lo que podría denominarse arqueología de lo invisible. Lo invisible es la capacidad argentina de emprender grandes obras de ingeniería, laboratorio e infraestructura, que, según este documental preñado de poder de convicción, años de entrega no lograron erradicar del todo. Una épica populista paradójicamente expresada en imágenes dignas de un documental industrial, desde hace unos meses Argentina latente puede verse también como involuntaria plataforma política.

7-El cantante,

de Xavier Giannoli. Con Gérard Depardieu, Cécile de France y Matthieu Amalric.

2006, 112 min. AVH.

Género de películas determinado por el cálculo y la especulación, en ocasiones el crowd-pleaser (“película hecha para gustarle a todo el mundo”) entrega pequeñas gemas como ésta. Difícil determinar si el papel de cantante melódico-grasa que hace rato quemó sus mejores cartuchos es perfecto para Depardieu, o si es Depardieu el que está perfecto en el papel. El hecho es que tanto actor como personaje bordan una caricatura que jamás cede al patetismo, logrando que cada una de esas canciones passé suene tan bella como una de Billie Holiday. Si a eso se le suma una Cécile de France mucho menos amanerada que otras veces, se obtiene lo dicho más arriba: una pequeña gema.

8-Re-Animator,

de Stuart Gordon. Con Jeffrey Combs, Bruce Abbott y Barbara Crampton.

1985, 86 min. Emerald.

Versión del cuento Herbert West, el reanimador, la ópera prima de Stuart Gordon es la primera ocasión en que el realizador de Edmond adaptó a Lovecraft, algo que más tarde se haría costumbre. Es como si Lovecraft se hubiera cruzado en algún laboratorio con El profesor chiflado de Jerry Lewis, y en el laboratorio de al lado estuvieran filmando una porno. En la escena culminante de la película, un científico loco sin cabeza sostiene su propia cabeza entre las manos, para que el dueño de la misma pueda practicar un cunnilingus a una chica que está desnuda y atada a una mesa. En otras palabras, una orgía de sangre y mutilaciones, tan desaforada que es una fiesta. O una risa.

5-Mr. Ripley, el regreso,

de R. Spottiswoode. Con Barry Pepper, Willem Dafoe y Tom Wilkinson.

2005, 100 min. Gativideo.

Basada en Ripley Under Ground y con participación del autor de policiales Donald Westlake en el guión, hete aquí la cuarta aparición cinematográfica del más perdurable antihéroe de Patricia Highsmith (las anteriores fueron El amigo americano, El talentoso Sr. Ripley y El juego de Ripley, también salida directo a video). Después de Dennis Hopper, el inapropiado Matt Damon y el cantado John Malkovich (en El juego de Ripley, dirigida por Liliana Cavani), le toca el turno a Barry Pepper, que paradójicamente luce aquí menos perverso que en otras ocasiones. Con actuaciones totalmente careteadas y dirigido con mano pesada por Roger Spottiswoode, no será éste un Ripley memorable.

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