Sábado, 1 de marzo de 2008

8 SUPERCOOL, de Greg Mottola. Con Jonah Hill, Michael Cera y Christopher Mintz-Plasse. 2007, 118 min. LK-Tel. Chicos de secundaria buscan encamarse: podría pensarse que a eso se reduce Supercool. Sin embargo, esta película escrita por uno de sus protagonistas (el gordo desaliñado Jonah Hill) y el protagonista de Ligeramente embarazada (el gordo desaliñado Seth Rogen, unos años mayor que el otro gordo desaliñado) es mucho más que eso. En primer lugar, los héroes no son estereotipos de cartón sino verdaderos personajes, con vida propia y enorme gracia. Por otra parte, adoptando una estructura de odisea urbana y nocturna, la película hace vivir al espectador la misma desorientación, excitación, confusión y locura pesadillesca –llámesela adolescencia, si se quiere– que los protagonistas atraviesan.

6 TORREMOLINOS 73, de Pablo Berger. Con Javier Cámara, Candela Peña y Juan Diego. 2003, 91 min. SBP. En tiempos del Generalísimo y como rebusque económico, un vendedor de enciclopedias y su esposa filman (y protagonizan) unos cortos didácticos sobre sexualidad humana. Como los cortos tienen gran aceptación en los países nórdicos, terminan rodando un largometraje erótico de lo más berreta, con elenco a medias español y danés. Como “comedia dramática miserabilista” podría calificarse esta ópera prima del vasco Pablo Berger, que ridiculiza no sólo a la España de Franco sino también a unos pobres tipos de clase media, a los que menosprecia (y a quienes Javier Cámara y Candela Peña intentan dotar de imprevista humanidad). Dejando esos pruritos de lado, risas no faltan.

7 LAS PROFECIAS DEL DR. TERROR, de F. Francis. Con P. Cushing, Ch. Lee y D. Sutherland. 1965, 98 min. Emerald. En los años ’60 y ’70, la productora británica Amicus se especializó en films de terror en episodios, de los cuales éste es uno de los primeros. Con dirección de Freddie Francis (ex Hammer Pictures), todo gira alrededor de un extraño pasajero de tren (el gran Peter Cushing) que les tira las cartas a sus cinco compañeros de compartimiento, profetizándoles siempre lo peor. Cada predicción es un episodio y cada episodio les da una vuelta de tuerca a clásicos como el vampirismo, la licantropía, las plantas carnívoras, el vudú y las manos que caminan. Como suele suceder en estos casos, algunos episodios son mejores que otros. Entre los pasajeros, Christopher Lee y un treintañero Donald Sutherland.

4 GUARDIANES DEL DIA, de T. Bekmambetov. Con K. Khabensky, M. Poroshina y V. Menshov. 2006, 146 min. Gativideo. Segunda parte de una trilogía de ciencia ficción iniciada con Guardianes de la noche, Guardianes del día (la tercera parte se llama, créase o no, Guardianes de la tarde) redobla el formato de megaclip ultradigitalizado de la anterior, que no le dio malos resultados precisamente (es la película rusa que más recaudó en la historia de su país, y la Fox la distribuyó internacionalmente). Compuesta de planos que nunca duran más de diez segundos y en los que pasa de todo, a velocidades warp y mucho tachín-tachín, Guardianes del día es una licuadora visual, en la que es imposible entender nada. Es que no se trata de entender, claro, sino de sentir sensaciones. Sensación de mareo, sobre todo.

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