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El hambre y el sobrepeso globales son sÃntomas de un mismo problema. Es más, el camino que podrÃa conducirnos a erradicar el hambre del mundo servirÃa de paso para prevenir las epidemias globales de diabetes y afecciones cardÃacas, y para hacer frente a un montón de males medioambientales y sociales. Los obesos y los famélicos están vinculados entre sà por las cadenas de producción que llevan los alimentos desde el campo hasta nuestra mesa. Guiadas por su obsesión por los beneficios, las grandes corporaciones que nos venden comida delimitan y constriñen nuestra forma de comer y nuestra manera de pensar sobre la comida. En los puntos de venta de la comida rápida es donde con mayor claridad se ven las actuales limitaciones, pues allà apenas podemos elegir entre el McNugget y el McMuffin. Pero aun cuando creemos encontrarnos lejos del ámbito de Ronald McDonald también hay limitaciones ocultas y sistémicas.
* Fragmento de Obesos y famélicos. Globalización, hambre y negocios en el nuevo sistema alimentario mundial, de Raj Patel.
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