No soy ortodoxa ni siquiera en materia de fe, aunque me confieso cat贸lica practicante. Tampoco soy ortodoxa en la manera de asumir mi profesi贸n. Quiero decir que no vivo como escritora las 24 horas del d铆a, como dicen otros que hay que vivir. Cuando me siento mujer y madre, me olvido de la profesi贸n. Tampoco el ser escritora me ha servido para escabullirme de los engorros de la vida diaria. Si tengo que arrear con ellos 驴y qui茅n est谩 libre? trato de hacer lo mejor posible. Esto no tiene nada que ver con lo de ser o no ser profesional. No exageremos con lo de la profesi贸n. Profesiones exigentes hay muchas, la de escritor es una de ellas, lo admito, una profesi贸n que supone vocaci贸n y entrega como muchas otras y adem谩s el don de crear que es dado y no armado. Pero lo de encaramarse a una escalera y decir 鈥渕iren soy escritor鈥 en voz alta y para que todos lo oigan me parece una tonter铆a. Escribo porque me gusta y porque eleg铆 esa carrera, adem谩s vivo. A lo mejor vivo como escritora nom谩s y no me doy cuenta.
De Memoria de las casas (1998).
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