Imprimir|Regresar a la nota
Martes, 23 de noviembre de 2010
logo espectaculos
El contrabajista Daniel Falasca es el organizador del homenaje

La celebración de una recuperación increíble

Por Karina Micheletto

Daniel Falasca, quien trabajó con Berlingieri desde el año 2002, es el principal impulsor del homenaje que se le rendirá hoy al maestro. En diálogo con Página/12, el contrabajista resume el sentido de la fiesta que preparan, como corresponde, con música: “Nos juntamos para festejar porque Osvaldo está bien. Celebramos una recuperación que fue, en muchos sentidos, increíble”. Junto a Falasca habrá una cantidad de músicos que han compartido escenario con el pianista: Pablo Agri, Horacio Romo, Raúl Luzzi, Carlos Corrales, Lautaro Greco, Daniel Naka, Juan Pablo Navarro, Cristian Zárate, Hernán Possetti, y con invitados especiales Fernando Suárez Paz, Guillermo Fernández y María Lavalle.

“También es una necesidad de Osvaldo de estar en el escenario, de estar en contacto con el piano, porque para él el piano es la vida”, sigue contando Falasca. En los ensayos en la casa del homenajeado ya aparecieron “Adiós Nonino”, “Tiempo imaginado” –una composición de Berlingieri– y “La Cachila”. “Sumamos además la presentación del libro (Yo toco el piano), que está terminado hace más de un año, también estuvimos esperando la recuperación de Osvaldo para darlo a conocer. La fuerza de Osvaldo es una cosa que no vi nunca, porque en este tiempo estuvo varias veces más cerca de tocar el arpa, como dice él con el humor que no pierde. También admiro la energía y el apoyo de su esposa, Leda, que fue incondicional. Ella fue la que estuvo cuidándolo y defendiéndolo, luchando contra la enfermedad y contra la gente. Tuvo que lidiar hasta con un enfermero que lo cuidaba en su casa, y que le daba más Alplax de lo que le indicaban, para dormirlo.”

–Habla casi como de un familiar. ¿Cómo fue trabajar con él?

–En realidad, no fue mucho tiempo, porque fue desde 2002 hasta que enfermó. Pero me deslumbró, en parte porque me siento muy reflejado en él. Es una persona que no es que rehúya del cartel o de la fama, pero no está atrás de eso. Lo que le importa es la música. Y si le tiene que decir algo a alguien, por más que sea el empresario más importante del mundo, no se calla. Con él viví experiencias musicales muy fuertes. No siempre se da ese contacto, musical, sentimental, o como quiera llamarle, entre los músicos. Con Osvaldo lo he vivido, estar con él en un escenario, que él toque una cadencia y disfrutar cada cosa que va haciendo, es algo fuerte. Mi historia al lado de Osvaldo no es en cantidad de tiempo, sino en calidad de vivencia.

–¿Y cómo lo conoció?

–¡No fue en los mejores términos! Y conociendo el carácter de Osvaldo, no sé cómo lo soportó. Yo era muy chico, y recién empezaba a estudiar el contrabajo. Era el ’77, ’78, yo trabajaba en la orquesta estable de un cabaret donde actuaba Osvaldo Piro, entre otros músicos importantes. Un día Piro me dice: “Se va a abrir La Casa de Aníbal Troilo y vamos a hacer trío con Berlingieri, ¿querés sumarte?”. Y claro, no podía decir que no. Pero en ese entonces tocaba el bajo eléctrico, recién empezaba a estudiar el contrabajo y no tenía experiencia con el arco ni con el tango. Para sintetizar: el ensayo fue un desastre, aquello no caminó. Sabiendo del carácter de Berlingieri, pensé que me iba a comer crudo. Fuimos a tomar un café y estuvo veinte minutos sin dirigirme la palabra. ¡Lo consideré un logro! Muchos años después, cuando armamos el trío con Pablo Agri y Cristian Zárate, vino a escucharnos. Parece que esa vez le gustó y empecé a trabar con él. Hicimos tres giras a Japón, varias a España y por la Argentina.

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.