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Domingo, 20 de febrero de 2011
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Otras voces

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- Pepe Soriano, actor: “Conocí a Alezzo en los ’70 cuando los dos actuábamos en Adriano VII. Después tomé un curso con él como maestro y, como director, recién nos juntamos el año pasado para hacer Contrapunto junto a Leonardo Sbaraglia. El hizo un trabajo enorme con nosotros y con la obra en sí: ablandándola, aflojándola pero sin alterarla, logrando una mayor penetración en el público, lo que en la gira por el interior fue muy evidente. Logró algo parecido a lo que pasa con el buen cuero: usándolo se vuelve más dúctil. Con Carlos (Gorostiza) tengo una relación profesional muy fuerte pero también afectiva. Es un gran amigo, como lo son Tito Cossa, Juan Carlos Gené o Cipe Lincovsky. Hablando con ellos me pierdo en el tiempo, hay mucha empatía. Lo conocí en el ’64, cuando me llamó para hacer Rashomon, en un momento en que yo andaba medio perdido en relación con lo que quería del teatro. Desde entonces seguí felizmente trabajando con él y mantenemos una relación de amistad en forma permanente. Me dirigió en Ah! Soledad, de O’Neill; en El avaro, de Molière; estrené su obra Los prójimos y reemplacé a Ulises Dumont en El acompañamiento. Carlos fue el puente entre el mundo de Discépolo y la Generación del ’60, entre el grotesco y una forma del realismo. Y compartimos los años de Teatro Abierto, que nos unió mucho a todos. Justamente el mes próximo editamos con la revista de Sagai (Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes) un DVD titulado Teatro Abierto-País cerrado, para difundir lo que implicó ese espacio de resistencia durante el gobierno militar”.

- Osvaldo Bonnet, actor: “Gorostiza es un autor fundamental del teatro argentino. Marcó una forma distinta de escribir, una apertura a las costumbres y a un realismo más sensible y poético que renovaron la dramaturgia. Con Alezzo comparten la profundidad con que ven las cosas, siempre en una forma no plana. Agustín, como director, instaló un teatro más mágico y soñado que el que se venía haciendo, pero no en el sentido de plantear una irrealidad; por el contrario, en pos de una realidad más compleja, más intensa. Para mí, son dos compañeros y amigos”.

- Leonor Soria, actriz y crítica teatral: “Gorostiza fue pionero, inauguró el lenguaje moderno del teatro argentino incorporando la problemática de su época con personajes creíbles y diálogos cotidianos. Cuando él aparece, el panorama teatral estaba marcado por el grotesco y por obras de autores extranjeros; de modo que inició la renovación que continuaría luego la Generación del ’60. Y no se quedó instalado en un único estilo; su producción pasa por distintas etapas. Al leer ¿A qué jugamos?, por ejemplo, notamos un viraje hacia el absurdo. Además, hay que recordar que él fue, junto a otros autores, quienes crearon Teatro Abierto, un movimiento que nació de los dramaturgos que no podían escribir y que convocaron a actores y directores para dar forma al proyecto. En cuanto a Alezzo, es uno de los mejores directores de actores: el eje ine-ludible de sus puestas es el trabajo actoral. Es decir que la puesta en escena a nivel global está al servicio de la elaboración del actor, de su trabajo con el personaje y con la obra en su totalidad. Por otro lado es uno de los grandes formadores de actores. Tiene la virtud de no dar recetas. El observa detenidamente al alumno, lo descubre en su potencialidad y le da los elementos para desarrollarse. Los que estudian con él no salen cortados por la misma tijera”.

- Alberto Ligaluppi, Director artístico del Complejo Teatral de Buenos Aires: “Es importante alentar a las nuevas generaciones, estimular a los autores y directores jóvenes, pero reconocer el aporte y el talento de los grandes de la escena. Alezzo y Gorostiza son dos nombres claves de la historia del teatro argentino que hoy siguen en actividad. Es un doble juego: apoyar las nuevas expresiones, las búsquedas, y no perder de vista nuestra memoria, nuestros referentes. En este sentido, Carlos y Agustín son ejemplos del compromiso con la escena teatral independiente en los peores momentos de nuestra historia”.

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