Página/12 :: espectaculos

- El rock no es sólo música: pasaron por Argentina el crítico alemán Diedrich Diederichsen, el pintor estadounidense Alex Grey (ilustrador de discos de Nirvana, David Byrne y los Beastie Boys); el propio Byrne, ex Talking Heads, que vino a presentar su libro Bycicle Diaries y acabó siendo utilizado como promoción de ciclovías por operadores PRO; Bob Gruen, que repasó su carrera en la muestra Rock Seen (aún en el C. C. Borges) y Adam, hijo del fotógrafo de los Stones, Michael Cooper, que presentó el libro Early Stones, con fotos de su padre.

- Gustavo “Tavo” Kupinski, de Los Piojos, Las Pelotas y Revelados, falleció el martes 4 de enero en un accidente automovilístico. La cantante británica Amy Winehouse fue hallada muerta el sábado 23 de julio en su hogar londinense, sin que hayan quedado claras las causas del hecho. Y el 23 de noviembre, Horacio “Gamexane” Villafañe, símbolo del punk y el post punk argentino que participó de Todos Tus Muertos, La Sobrecarga y Los 7 Delfines, pereció debido a hemorragias digestivas.

- Obras Sanitarias reabrió sus puertas con un recital de Skay Beilinson y recibió a New Order, que se reagrupó a cinco años de su separación. Malón se reformó con sus miembros originales. IKV anunció disco y gira 2012. Erica García se repatrió. Y los que fueron a Creamfields, en noviembre, aún están volviendo a casa, luego del ridículo modo de cortar el tránsito a la salida de ese festival donde el agua se había terminado para la medianoche, ocho horas antes del final y con 40 mil personas sedientas.

- Cada vez más consolidado su formato, los festivales fueron eje de una discusión sobre la posibilidad de la existencia de los sectores VIP en el rock, con escraches a productoras y todo. El resultado fue que el próximo Quilmes Rock no tendrá uno, pero su entrada única costará 450 pesos.

- El homenaje a El Eternauta Los Ellos, una gesta imponente por parte de músicos independientes convocados por el sello Concepto Cero, fue el destacado del año, pero El Compipulenta (fruto del Festipulenta, otro cumplidor ciclo de música under) y el Catálogo de Sellos Vol. 1, del gobierno de la provincia de Buenos Aires, lo ayudaron a demostrar que el under argentino es cosa bien seria. El género jamaiquino tuvo lo suyo también con Reggae del País, buen proyecto federal en dos discos.

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