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Su primera película como directora se llamará Efecto Mecha, y es la historia de una física que asiste a un congreso en un lugar que no se nombra, pero que –por el paisaje– se parece al Litoral argentino. “Habla en un dialecto –dice–, un castellano armado como barroco antiguo. Ahí conoce a un físico, bastante menor, recién recibido, y por alguna razón (que podría ser un problema climático) quedan varados y obligados a convivir. Me di cuenta de que no tenía que cerrar mucho las escenas: amplié mucho el universo de la película para que no remitiera sólo a la habitación.”
En el marco de una beca de perfeccionamiento de la Fundación PROA, entendió que no tenía que trabajar tanto desde las imposibilidades, el idioma y el sin salida. Añadió más vías de escape: habitaciones separadas, todo el hotel para deambular, el área de convenciones del congreso. La idea surgió desde sensaciones personales, mientras estaba de gira con Donde más duele, de Bartís, viviendo en hoteles. “Ahí empecé a pensar cosas con respecto a la distancia, al lenguaje. Hay algo en las versiones, en la falta de comprensión, y hay algo de cómo la distancia influye para generar un efecto de distanciamiento, aun en el lenguaje”, dice Couceyro. Su nueva etapa focaliza en el cine, tal vez algo cansada de la repetición de funciones que frecuentó en teatro. En TV, próximamente se la verá en un unitario de ficción dirigido por Cristina Banegas y Albertina Carri en Canal 7.Su primera película como directora se llamará Efecto Mecha, y es la historia de una física que asiste a un congreso en un lugar que no se nombra, pero que –por el paisaje– se parece al Litoral argentino. “Habla en un dialecto –dice–, un castellano armado como barroco antiguo. Ahí conoce a un físico, bastante menor, recién recibido, y por alguna razón (que podría ser un problema climático) quedan varados y obligados a convivir. Me di cuenta de que no tenía que cerrar mucho las escenas: amplié mucho el universo de la película para que no remitiera sólo a la habitación.”
En el marco de una beca de perfeccionamiento de la Fundación PROA, entendió que no tenía que trabajar tanto desde las imposibilidades, el idioma y el sin salida. Añadió más vías de escape: habitaciones separadas, todo el hotel para deambular, el área de convenciones del congreso. La idea surgió desde sensaciones personales, mientras estaba de gira con Donde más duele, de Bartís, viviendo en hoteles. “Ahí empecé a pensar cosas con respecto a la distancia, al lenguaje. Hay algo en las versiones, en la falta de comprensión, y hay algo de cómo la distancia influye para generar un efecto de distanciamiento, aun en el lenguaje”, dice Couceyro. Su nueva etapa focaliza en el cine, tal vez algo cansada de la repetición de funciones que frecuentó en teatro. En TV, próximamente se la verá en un unitario de ficción dirigido por Cristina Banegas y Albertina Carri en Canal 7.
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