–Los hombres no quedan muy bien parados en Hay que sonreÃr...
–Es cierto, qué lástima (risas). Es un mundo muy sórdido, donde los hombres están luchando y hay una debilidad masculina que aflora en ellos. No son malos, son débiles. Quizás era una rebeldÃa contra la dominación del matrimonio, no entendÃa por qué habÃa que seguir al marido y cumplir con los mandatos del matrimonio. Probablemente haya sido una rebeldÃa contra esas imposiciones de la sociedad.
–¿Qué cosas le prestó de Luisa Valenzuela a Clara?
–Algunas cosas cándidas y juguetonas, pero nada más. La gente que no habÃa leÃdo la novela me decÃa que seguramente era una novela autobiográfica, como todas las primeras novelas, y yo decÃa que sÃ, claro que sÃ. Me divertÃa al pensar la sorpresa que se llevarÃan cuando la leyeran (risas).
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.