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Sábado, 26 de junio de 2010
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Energia atomica

Historia a bordo del submarino nuclear argentino

El desarrollo de la energ铆a nuclear en la Argentina, fuertemente relacionado con el avance de la industria nacional, se enfrenta ahora con la reactivaci贸n de la CNEA y encara el avance en materia de propulsi贸n nuclear.

Por Javier Fernandez *
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NAUTILUS, PRIMER SUBMARINO DEL MUNDO EN OPERAR CON ENERGIA NUCLEAR, 1955.

El pasado 4 de junio la ministra de Defensa Nilda Garr茅 anunci贸 que especialistas del 谩rea comenzar谩n a analizar la posibilidad de dotar de propulsi贸n nuclear a buques de la Armada. El anuncio oficial se produjo el mismo d铆a en que varios diarios argentinos difundieron el 鈥渁mbicioso Plan de Defensa Nacional鈥 de Brasil, presentado en septiembre del a帽o pasado. El plan brasile帽o se centra en la construcci贸n de un submarino nuclear que pretende efectivizarse en 2021, con un presupuesto de m谩s de 8000 millones de d贸lares.

La propulsi贸n nuclear 鈥搎ue no implica la dotaci贸n de explosivos nucleares鈥 es una asignatura pendiente tanto de la Argentina como de Brasil, los dos pa铆ses m谩s consolidados en tecnolog铆a nuclear de la regi贸n. En la Argentina, el primer antecedente sobre la construcci贸n de un submarino nuclear se produjo a comienzos de la d茅cada del 鈥80. Entonces, la Comisi贸n Nacional de Energ铆a At贸mica (CNEA) ya ten铆a en funcionamiento la primera central nuclear de Am茅rica latina, Atucha I, y estaba por entrar en operaci贸n la central nuclear de Embalse. No obstante, los planes nucleares de la CNEA comenzaban a ser amenazados por problemas presupuestarios. Aunque un grupo de oficiales de la Marina anunci贸 que estudiar铆an la posibilidad de construir un submarino de propulsi贸n nuclear, la crisis econ贸mica 鈥揳gudizada por una deuda externa de 39.000 millones de d贸lares鈥 puso un obst谩culo inamovible a las ambiciones militares.

El desarrollo nuclear fue, desde sus or铆genes, el puntal para constituir y consolidar un gran sector de la industria nacional. Areas como la industria electromec谩nica, metal煤rgica, electr贸nica y civil fueron traccionadas a partir de los desarrollos de CNEA. La construcci贸n de Atucha se llev贸 a cabo con m谩s del 30% de participaci贸n nacional, en el caso de Embalse ese porcentaje se acerc贸 al 50%. Lo destacable no son s贸lo los altos niveles de participaci贸n local, sino tambi茅n el hecho de que la industria nuclear exige los m谩s altos de los est谩ndares de calidad. La producci贸n dom茅stica, en ambos casos, hab铆a pasado la prueba. En ese sentido, debe entenderse la importancia del anuncio de Garr茅 y de la 鈥減ropulsi贸n nuclear鈥. No es de extra帽ar, por lo tanto, que dirigentes de la oposici贸n salgan a desacreditar el proyecto. Aquellos que contribuyeron a destruir la industria nacional en los 鈥90, y que abogan por un retorno a pol铆ticas de corte liberal, ver谩n siempre con desprecio todo intento de articular el famoso tri谩ngulo de S谩bato: la infraestructura cient铆fico-tecnol贸gica, la estructura productiva y el Estado.

鈥淒ESPUES DE TANTA MISERIA SE HACE DIFICIL PENSAR EN COSAS GRANDES鈥

Jorge S谩bato, sin duda uno de los m谩s destacables pensadores de la problem谩tica del desarrollo, la ciencia y la tecnolog铆a latinoamericanas, sol铆a citar esta frase de un taxista an贸nimo. Su desaf铆o fue siempre demostrar que la Argentina no s贸lo pod铆a, sino que deb铆a pensar en cosas grandes. As铆, la CNEA, a partir del impulso dado por actores como S谩bato, Celso Papad贸pulos, Jorge Cosentino, Oscar Quihillalt, Pedro Iraolagoit铆a y much铆simos otros, se encamin贸 desde sus inicios hacia proyectos arriesgados e innovadores, como la construcci贸n del primer reactor de investigaci贸n de Am茅rica latina (RA1), la confecci贸n del primer estudio de preinversi贸n de una central nuclear de potencia en la regi贸n, la producci贸n de elementos combustibles, el desarrollo de la tecnolog铆a de enriquecimiento de uranio, y otras. M谩s all谩 de la crisis que tuvo el sector nuclear, que culmin贸 en pr谩cticamente un parate a nivel global, los resultados de esta empresa en la Argentina deben destacarse.

S贸lo para mencionar un ejemplo, Invap, una empresa del Estado que surge como un desprendimiento de la CNEA y cuya primera misi贸n fue lograr el enriquecimiento de uranio, hoy produce y exporta reactores de investigaci贸n, radares, sat茅lites y ha desarrollado un reactor de potencia intermedia para la producci贸n de energ铆a el茅ctrica, el Carem. Si algo debemos aprender de la odisea nuclear Argentina es que los intentos de innovaci贸n tecnol贸gica son posibles. Proyectos como el cohete Tronador, la recuperaci贸n de los talleres aeron谩uticos de C贸rdoba, el desarrollo de la TV digital o ahora la propulsi贸n nuclear, no s贸lo son centrales en t茅rminos de soberan铆a nacional sino que son sin duda un componente indispensable para avanzar en la reducci贸n de la tasa de desempleo y lograr salarios cada vez mejor remunerados.

* Investigador del Centro de Estudios de Historia de la Ciencia Jos茅 Babini, Escuela de Humanidades, Universidad Nacional de San Mart铆n.

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