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Sábado, 20 de julio de 2013
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Conversaciones en el 63º Lindau Nobel Laureate Meeting

Los premios Nobel piensan cómo comunicar la ciencia

Este año, el tema principal fue la química: de allí provienen esos 600 investigadores que están iniciando su carrera. Como se acostumbra, los 35 premios Nobel dieron charlas de treinta minutos, sobre un tema que ellos escogen. Varios de ellos eligieron hablar sobre la comunicación de la ciencia.

Por Martín Cagliani
Desde Lindau, Alemania

Varias discusiones entre premios Nobel y algunas de las charlas que dieron versaban sobre esta pregunta: ¿necesitan los científicos decirle al mundo qué están haciendo? “Puede ser una distracción para algunos investigadores el comunicar la ciencia, pero es algo que hay que hacer”, dijo Brian Kobilka, investigador estadounidense ganador del Premio Nobel de Química en 2012.

¿COMUNICAR LA CIENCIA?

“El conocimiento científico puede ser, a veces, algo complejo, por lo que no es algo que se pueda transmitir a la población general”, nos dijo Werner Arber, investigador suizo, a quien le otorgaron el Premio Nobel de Medicina en 1978. “Pero lo que se descubre con las investigaciones científicas puede establecer un buen conocimiento científico de las leyes de la naturaleza. La ciencia tiene que comunicarse al público general. Las decisiones políticas están basadas en la mentalidad de la mayoría de la población, y esa mayoría no son los científicos sino la población general; por eso es importante llevar el conocimiento de las leyes de la naturaleza a ese público general.”

“A la ciencia dura resulta muy difícil volverla interesante para la gente de fuera de ese campo científico”, nos comentó Harold Kroto, investigador inglés, ganador del Premio Nobel de Química en 1996. “Es como recitar el poema japonés más hermoso a gente que no entiende japonés. La gran mayoría de la gente no comprende el lenguaje de la ciencia. El lenguaje de la ciencia no es una explicación de sus aplicaciones. No se puede traducir la ciencia, a menos que aprendas el lenguaje de la matemática y el álgebra.”

EL ROL DEL PERIODISMO

“El periodismo científico es un trabajo difícil, en parte porque la ciencia real no suele ser muy excitante, y lo que suelo ver en las revistas generales es supercuerdas, universos paralelos, que probablemente son ciencia ficción. No hay evidencia para ello”, dijo Kroto. “Es imposible hacerle entender la belleza de la ciencia a alguien que no entiende ese lenguaje. Los periodistas son los intermediarios, pero 9 de cada 10 preguntas de los periodistas son qué utilidad tiene eso.”

Les preguntamos a los Nobel qué responderían a la pregunta de qué utilidad tiene su investigación. Si responderían de forma sincera o exagerando un poco.

“A muchos científicos les gusta inflar las implicancias de sus descubrimientos –sigue Kroto–. No digo que yo no lo haga, ya que a veces nos preguntan cuáles son las aplicaciones, y resulta que muchas veces no existen aplicaciones. Tan sólo nos permitió comprender cosas que antes no entendíamos.”

Brian Kobilka opina que “probablemente me ubicaría en algún lugar en medio. Lo que podemos hacer es dar ejemplos del posible impacto que tendría en la gente la investigación básica”.

La investigación básica es aquella que, a la vista de una persona fuera de la ciencia, no tiene utilidad alguna, pero que para el avance de la ciencia es primordial, ya que permite conocer mejor el mundo que nos rodea, y les posibilita a los científicos lograr avances que eventualmente ayudarán a otras tantas investigaciones más específicas, e incluso a investigaciones que generarán aplicaciones prácticas.

Un ejemplo que le gusta dar a Kroto es el del láser. Los científicos que lo desarrollaron no estaban buscando una solución para las cataratas en los ojos, sino que estaban estudiando la física de los elementos, y décadas después se descubrió que el láser servía para tratar problemas oculares. Aquí se puede ver para qué sirve la investigación básica, que pareciera no tener utilidad alguna, pero la tiene, sirve para conocer mejor nuestro universo, y es ese conocimiento el que luego nos habilita a conseguir fines prácticos.

“Hablar al periodismo no es simple”, dijo Ada Yonath, investigadora israelí, reconocida en 2009 con el Premio Nobel de Química por su trabajo pionero con los ribosomas. “Pero puede ser muy beneficioso para el público general. Explicar la ciencia dura al público general es un arte. Cuando veo los ojos brillantes en la gente que me escucha, eso es lo que me da satisfacción, y creo que les da a ellos un sentimiento real de lo que es la ciencia. Creo que deberíamos hacer eso, tenemos que estar realmente conectados con el público, sin importar si tienen 8 años ni cuáles son sus creencias; deberíamos tratar de llevarles un sentimiento de lo que realmente es la ciencia.”

“El periodismo es muy importante como un amplificador de lo que los científicos queremos contar; en mi experiencia esto funciona muy bien”, nos dice Werner Arber. “Es importante que la ciencia esté presente desde la escuela primaria. Los maestros deben reciclarse de vez en cuando para mantenerlos al tanto de los avances científicos. Cuando uno deja la escuela, todavía vive por muchas décadas, espero, y no va más a la escuela, por eso aquí es importante el periodismo, para llevarles las novedades o el conocimiento científico, y lo que eso implica para nuestra vida diaria. Una consecuencia desagradable de no divulgar la ciencia es la moda de negarla, como el negar las vacunas, el calentamiento global, etcétera.”

NEGAR LA CIENCIA

“Negar la ciencia es ridículo”, opina Harold Kroto. “Podrá suceder que ciertos experimentos no estén completados, y que no se conozca con certeza qué sucede con cierto problema, pero sí se puede analizar la evidencia, y ver hacia dónde apunta, como por ejemplo con el cambio climático, en el cual la evidencia que se tiene hasta el momento apunta a que tenemos un problema importante. Negar la ciencia es estúpido. Esto viene de un malentendido de lo que la ciencia es.”

“Creo que es muy importante que a los niños se les enseñe, en las escuelas, a decidir qué es verdad y qué no”, continúa Kroto. “Ya que es claro que a muchos niños se les enseñan cosas sobre las cuales no hay evidencia, como las creencias religiosas, y es por eso que hay docenas de religiones. Pero si se tiene un sistema en el que se acepta que algo es verdad sin la evidencia, se tiene un problema que es algo que hay que solucionar. Si tenés grandes cantidades de personas en tu comunidad que aceptan cosas para las cuales no tienen evidencias, entonces terminás con políticos que aceptan cosas sin evidencias, y entonces tomarán decisiones en base a lo que les gustaría que fuera, en vez de lo que realmente es. Y un buen ejemplo es la decisión de invadir Irak sin evidencia de la existencia de armas de destrucción masiva. Miles de personas murieron por tomar decisiones que no se basaron en la evidencia”.

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